Martes 24 de Noviembre de 2009 00:00
Periódico El Nuevo Día
El Ministerio de Minas y Energía, a través de un comunicado de prensa, se pronunció con respecto a los correos que circulan en internet "desprestigiando" los procesos mineros, en especial el proyecto La Colosa de la multinacional Anglogold Ashanti.
Para la Dirección de Minas del Ministerio, es claro que este tipo de campañas en donde se "desprestigia" la minería surge como consecuencia de una desinformación. Razón por la cual argumenta que "los cajamarcunos y el país en general deben tener la tranquilidad y seguridad de que el proyecto minero en la zona de Cajamarca, Tolima, de llevarse a cabo en su totalidad, cuenta con el personal capacitado desde las universidades, personal como las entidades públicas donde tienen la experiencia necesaria para la evaluación de las propuestas que la empresa realice al Gobierno nacional en relación con el posible desarrollo minero en este municipio".Según el Ministerio, todo proyecto minero es diferente debido a las condiciones geológicas, topográficas y las características del yacimiento, por lo que "no se puede entrar a comparar el posible proyecto minero de La Colosa por ejemplo con la explotación minera de Yanacocha en el Perú".
Aunque el proyecto se encuentra en fase de exploración, el Ministerio dice que no se pueden dar como ciertas las imágenes de unas explotaciones que aparecen circulando cuando aún no se han determinado los métodos de explotación.
"Por otra parte resulta poco menos que absurdo comparar la bomba de Hiroshima (como lo han querido comparar informaciones que circulan por internet) con las explosiones controladas que en ocasiones se requieren dentro de un proceso extractivo. Si fuera del tamaño y magnitud de una bomba, estamos seguros que la actividad minera no se llevaría a cabo ni en Colombia, y muy seguramente en cualquier otro lugar en el mundo precisamente por las consecuencias ambientales", dice el comunicado.
De acuerdo con la Dirección de Minas, el país no promueve actividades que atenten contra la sociedad y el medio ambiente porque "es reconocido constitucionalmente el derecho al ambiente sano y a que las actividades económicas se desarrollen en un marco normativo donde prima el interés general sobre el particular y dónde una actividad como la minería tiene que desarrollarse bajo normas y preceptos definidos por la ley".
Por otra parte, señala que para que la minería pueda ser llevada a cabo en el territorio colombiano, primero requiere de un título minero que expide la autoridad minera, y por la parte ambiental debe contar con los permisos o autorizaciones correspondientes en la etapa de exploración minera. Para la etapa de explotación es necesario contar con dos estudios: uno técnico económico y el otro el ambiental.Es de recordar que a Anglogold Ashanti se le exigió permiso para explorar y la autoridad ambiental le otorgó para un sector de aproximadamente seis hectáreas de las 515 que comprende el proyecto total.
Los contradictores o los promotores del proyecto
Según el presidente de la multinacional, Rafael Hertz, en declaraciones anteriores a diferente medios, la mina de oro de La Colosa fue descubierta por la empresa sudafricana Anglogold Ashanti, en un hito minero que la convirtió en el "el yacimiento más grande hallado en los últimos 10 años en todo el mundo".Una vez se dio a conocer sobre el proyecto minero, han sido muchas las reacciones que ha provocado este hecho.
Para el economista de la Universidad de Ibagué, Carlos Eduardo Montealegre, es tan diversa la información que los diferentes medios han puesto a disposición de la comunidad sobre La Colosa que, "a estas alturas, es difícil saber quién tiene la razón".Según Montealegre, el Gobierno, como responsable de la decisión final, "debe informar a la ciudadanía con argumentos técnicos, exactos, oportunos y objetivos para evitar esta proliferación de información que responde a intereses particulares y sesgados. Es decir, debe recurrir al concepto de un experto, no vinculado a ninguna de las partes", dijo el economista.
Hay quienes mantienen su posición en cuanto a que las afectaciones y los daños que causaría el proyecto serían irreparables; incluso han tomado acciones legales para contrarrestar las decisiones del Gobierno. Por ejemplo, la acción popular interpuesta por la Procuraduría Ambiental, la Asociación de Usuarios del Distrito de Adecuación de Tierras de los ríos Coello y Cucuana, Usocoello y Cortolima en contra de Ingeominas, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y la empresa Anglogold Ashanti Colombia S.A. La acción popular que exigía una medida cautelar, la cual fue negada por el Juzgado Tercero Administrativo del Circuito, estipulaba las consecuencias de tipo ambiental y social que trae consigo el megaproyecto.
Así pues son las entidades técnicas y especializadas, las organizaciones, ambientalistas y ciudadanos del común, quienes mediante la experiencia promueven la defensa de los intereses naturales con la realización de estudios e investigaciones.
No obstante, "somos calificados como desinformados porque nos oponemos a las pretensiones y a las ‘bondades’ de las nuevas tecnologías mineras" dice una ciudadana, Tatiana Tracy García.Un reciente estudio hecho por profesores del Grupo de Investigación en Políticas de Desarrollo Territorial de la Universidad del Tolima, también reveló los riesgos integrales que implica el proyecto de exploración y explotación.
Por ejemplo que más de 500 mil habitantes que suman los municipios de Cajamarca, Ibagué, Rovira, San Luis, Espinal, Coello y Flandes y las 169 veredas vinculadas a la cuenca del río Coello resultarían afectadas por el riesgo económico pues "la contaminación por mezcla de cianuro del Coello y sus consecuencias podrían generar la mayor calamidad económica de Colombia, esto es, la pérdida total de 200 mil ocupados anuales y el desabastecimiento alimentario de 15 mil toneladas anuales de arroz durante los próximos 10 años", indica el estudio.
Mientras el Ministerio de Minas habla de una desinformación para las organizaciones sociales, políticas, étnicas, ambientales, sindicales, estudiantiles y académicas el asunto es de una lucha de resistencia que cada día se fortalece a través de charlas, estudios, manifestaciones y foros para dejar claro que aún en el mundo no existe la primera mina que no haya dejado consecuencias nefastas para la comunidad y el medio ambiente, menos si se trata con un procedimiento a cielo abierto como lo sería para La Colosa.
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