Martes 24 de Noviembre de 2009
Periódico El Nuevo Día
Compañeros del Congreso de Acción Comunal y Ambiental... Muy buenas tardes. Bienvenidos al Tolima, territorio con las mayores ofertas ambientales, como lo registran los biólogos de la Universidad del Tolima en su libro "Tolima, biodiversidad en el corazón de los Andes" en un precioso texto sobre nuestra ecología... pero también el Tolima está amenazado por las intenciones procedentes de las transnacionales del oro... pero de todas maneras sean bienvenidos.
Este evento sobre Acción Comunal para Colombia y la poderosa presencia gremial de Ustedes, no es cuestión del azar... viene marcado como una premonición: hace 50 años Camilo Torres Restrepo lanzó el Movimiento Universitario de Promoción Comunal – Muniproc - y con profesores y estudiantes emprendió programas de Acción Comunal en todo el país... y convirtió nuestra filosofía en la bandera política que los agrupa hoy y los compromete un poco más allá... del compromiso político...
Decimos que más allá del compromiso político por cuanto durante miles años la humanidad ha explotado la Tierra sin tener en cuenta las consecuencias... y hoy la Tierra comienza a vengarse... la Humanidad no solo está a punto de autodestruirse, sino que la ceguera, el afán consumista y la adicción al dólar lo empujan atropellada e irreversiblemente hacia el final del trayecto.
Por ello, nuestra propuesta – insistimos – para ustedes es la militancia con la vida del Planeta.Ya no tenemos tiempo para perder el tiempo, tenemos la obligación en pensar en las gentes y trabajar en función de ella, en la claridad inmediata que nos dan las amenazas del calentamiento global y el cambio climático.
La teoría de Gaia
Nuestro profeta de cabecera, James Lovelock ha interpretado al planeta como una entidad cibernética - es decir inteligente - y creó la Teoría de Gaia, según la cual Tierra es un todo que se autorregula, y la bautizó Gaia, y en sus análisis científicos evalúa los problemas del planeta y está convencido en que las dimensiones del desequilibrio ambiental no tienen reversa.
Es como si hubiéramos encendido un fuego para mantenernos calientes y le siguiéramos echando leña sin darnos cuenta de que se ha extendido a los muebles y está fuera de control... y cuando eso sucede hay muy pocas posibilidades de apagarlo antes de que se consuma la casa entera. El calentamiento global, igual que un fuego, está acelerándose y casi no nos queda tiempo para reaccionar.
Lovelock concluye que "al final, de los ocho mil millones de seres humanos, nos veremos reducidos a solo 500 millones de humanos viviendo en el Ártico... y tendremos que empezar de nuevo" Es por ello que proponemos para este evento una actitud de compromiso, una militancia con la vida, basada en recuperar el amor y la empatía por la naturaleza... la que perdimos cuando nos enamoramos de la vida urbana.
Que tomemos conciencia de que... es demasiado tarde para seguir la vía del desarrollo sostenible; lo que hace falta es una retirada sostenible.
La fe sin obras está muerta
Una retirada que se asume desde lo local, donde las comunidades deben cuidar la naturaleza, apropiándose de las quebradas, de los bosques, defendiendo sus animales, cultivando la diversidad a través de la recuperación de las semillas nativas, las prácticas ancestrales y los alimentos, compartiendo solidariamente... porque la diversidad ecológica y cultural solo se puede recuperar y mantener, desde y a través de las culturas locales, con el liderazgo proactivo de sus comunidades... y con la claridad meridiana de que las entidades y organizaciones del orden nacional o internacional que quieran sumarse, solo deben convertirse en facilitadoras de estos procesos locales.
Es urgente para nuestras naturalezas locales, pasar de los discursos y las buenas intenciones a las obras, porque "la fe sin obras está muerta" como sabiamente lo repetía Camilo.
Por GONZALO PALOMINO O.
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