miércoles, 31 de octubre de 2012

Mayor inversión minera, mayor conflictividad social


¿Se multiplicarán por veinte los conflictos provocados por la minería?

Servindi/CooperAcción

Al 2020 se proyecta una inversión de US$ 320,000 millones de dólares en la región, veinte veces más de lo que se ha invertido en una década.


Mayor inversión minera y conflictividad social, un Estado debilitado que sobrepone la actividad extractiva a la protección ambiental, la oposición de la sociedad civil a un proyecto extractivo y el crecimiento de la inversión minera fueron algunos de los temas discutidos en el foro: “15 años de extractivismo en el Perú y América Latina” organizado por los quince años de CooperAcción.
Marco Arana, una de las cabezas visibles del conflicto Conga; Juan Carlos Sueiro, especialista en el sector pesquero; César Padilla del Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina (OCMAL); Eduardo Gudynas de Centro Latinoamericano de Ecología Social (Claes) y José De Echave, ex viceministro del Ambiente y experto en temas mineros de Cooperacción expresaron su preocupación ante el inminente crecimiento del sector extractivo en el país y en América Latina.
El deber del ministro del Ambiente
“El deber del ministro del Ambiente no es preocuparse de la generación de empleo o del rédito exportador. Su trabajo es preocuparse por las condiciones ambientales” respondió enfático, el uruguayo Eduardo Gudynas, del Claes, al ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, para quien “salir del extractivismo no tiene sentido”.
Gudynas mostró su preocupación frente a la tendencia en los ministros del ambiente de la región: la confusión de funciones y la prioridad a las inversiones sobre la protección del ambiente.
“Lo vimos en la administración Lula, en Brasil –dice Gudynas- que cambiaba ministros del ambiente hasta conseguir la firma para las evaluaciones de impacto ambiental de los proyectos mineros.”
El investigador es consciente de lo difícil que es decirle no a la minería dado el crecimiento del precio de los metales. Sin embargo, se pregunta ¿cuáles son las opciones? Frente al daño inminente que acarrea la actividad minera los gobiernos deben mantener una ética ambiental.
“El extractivismo de hoy es depredador, tiene un alto impacto social y ambiental. Es un extrativismo violento con muerte de personas y daños graves al ambiente. El rol de las políticas públicas es cada vez más complicado y necesita una reflexión desde lo social” concluyó el experto.
Conflictividad regional
El grado de conflictividad que genera la actividad minera se refleja en las cifras del Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina (OCMAL) que reporta 165 conflictos localizados en la región.
Perú encabeza la lista con 28, le siguen Argentina y Chile con 25, Brasil con 21, Colombia con 16 y al menos 40 noticias sobre conflictos mineros son reportadas semanalmente en el sitio web del observatoriohttp://www.conflictosmineros.net/home.
El chileno, César Padilla, coordinador de la OCMAL, afirma que el periodo de tolerancia frente a la minería en los países de la región ha terminado.“Hubo un periodo de tolerancia pero la tendencia es que cada nuevo proyecto minero vaya acompañado de un conflicto en el corto plazo”.
“Es que todo ese discurso de que la minería es sinónimo de desarrollo, que es dinero, que respeta a las comunidades, resultó falsa. Ya nadie le cree a las empresas mineras” sostiene Padilla.
Cuando Yanacocha dice: “les vamos a vaciar las lagunas y les vamos a construir otras”, nadie les cree, afirma Padilla. “Por más esfuerzos que hagan sus departamentos de responsabilidad social, por más certificaciones que busquen las mineras, ya nadie les cree… Ahora las mineras están buscando la certificación de minería sin conflictos”, dice Padilla.
Proyección de inversiones y conflictos
América Latina se ha convertido en la región más importante del mundo para atraer inversiones en minería. La cifra récord con miras al 2020 es de US$ 320,000 millones de dólares. Perú proyecta US$ 60,000 millones y en Chile, US$ 100,000 millones.
El monto previsto es el más importante y significativo que haya registrado algún sector económico en Latinoamérica y la cifra es veinte veces más de lo que se ha invertido en una década.
Las proyecciones económicas no vienen acompañados de una mirada global, como el territorial, ambiental y social. ¿Cuántos Conga, cuántos Pascua Lama [*] nos espera? Nos espera una conflictividad multiplicada por veinte. ¿Cómo actuarán los Estado? ¿Con más estigmatizaciones, uso desmedido de fuerza, más muertes?”, se pregunta Padilla.
La llegada de los flujos de inversión a América Latina se viene dando en un escenario sustantivamente distinto al de décadas pasadas señala José de Echave.
Una tendencia a tomar en cuenta en relación con la minería es la multiplicación de los conflictos sociales y como han girado, en los años 80 y 90 en los países con mayor presencia minera los principales actores del conflicto eran los sindicatos de trabajadores.
Es evidente que en los últimos quince años, los conflictos tienen como protagonistas a las empresas mineras y a las comunidades de las zonas de influencia“Hoy, los conflictos no solo son de resistencia sino que cuestionan las políticas públicas que están detrás de la minería”, dice De Echave.
Conflicto Conga
Después de 20 años de megaminería en la región, Marco Arana subraya la transformación territorial, económica y social que minería está generando en la zona.
“La desgracia de Cajamarca -dice Arana- es que las concesiones mineras se ubiquen sobre los páramos, zona de importancia hídrica de la región y que conforman un 23.60% del territorio”. Hay que resaltar que además del proyecto Conga, otras seis concesiones mineras: La Zanja, Tantahuatay, Shahuindo, Michiquillay, Galeno y Cerro Corona, amenazan los páramos.
Arana dijo que las muertes de Conga pudieron evitarse pues desde el 2004, diversas organizaciones sociales de la región manifestaron su desacuerdo con el proyecto ante las autoridades sin recibir respuesta.
Al 2011, luego de que la municipalidad regional mediante la Ordenanza 036 declarara inviable Conga, el conflicto estalló con los resultados lamentables este año.
El proyecto Yanacocha que está a 14 kilómetros de la ciudad, pone en riesgo 34 hectáreas de lagunas, 260 hectáreas de bofedales, 17 mil has de pajonales, 682 manantiales. Generará una gran afectación del ecosistema hídrico y zonas de recarga del sistema hídrico subterráneo de la región.
“No hay que olvidar que Cajamarca es el tercer productor de lácteos, el primer productor de lenteja y arveja del país, que el 68% es rural y se dedica a la actividad agropecuaria. No es un departamento eminentemente minero, a pesar de la cantidad de concesiones”, finaliza Arana. 
Nota:
[*] Pascua Lama es un proyecto de la minera Barrick Gold de fuerte oposición en Chile.

domingo, 28 de octubre de 2012

"La tercera piedra después del sol"


Por: William Ospina
Dicen en oriente que la ilusión de ser algo aislado e independiente es la más nociva de las ilusiones del hombre.
¿Cómo podría ser algo aislado el que necesitó de la conjunción de dos seres para existir, de un vientre humano para gestarse, de un pecho materno para aprender el don de los alimentos terrestres? ¿Cómo podría ser algo independiente el que no puede dejar un minuto de respirar el aire del mundo?
¿Qué es el aire? decimos, creyendo preguntar por algo ajeno. Y Novalis contesta: “el aire es nuestro sistema circulatorio exterior”. Pero también el agua forma parte de nuestro sistema circulatorio exterior; y las verduras, los frutos, los cereales se convierten en nosotros en vida, en deseos y pensamientos.
¿Qué escuela sabe enseñarnos esa intimidad con el mundo? ¿Ese saber minucioso de objetos, bienes, texturas, sabores, aromas, goces, alimentos, bálsamos y remedios? Mucho antes de la escuela ya hemos comenzado o perdido los más hondos aprendizajes.
¿Quién sabe enseñarnos qué parte de nuestra esencia humana son los ríos y el musgo, la lluvia y el verano? ¿Quién nos enseñará la prudencia, la paciencia, la lentitud, el arte de volver a empezar? ¿Quién nos hará saber que en nuestras respuestas instintivas tal vez estén convulsiones y miedos que no son estrictamente humanos: el giro del pez en el fondo del mar, la reacción del reptil ante lo que avanza, el temor y la tentación del pichón en la punta de la rama?
Hölderlin sintió que nada es tan profundo como celebrar y agradecer. El que aprende a celebrar las cosas del mundo y a agradecerlas está en camino de ser humano y de ser ciudadano. Y esto es importante porque desde hace algún tiempo, como parte de este mero carnaval del crecimiento y la productividad que se ha apoderado del mundo, cada vez quieren más que seamos operarios y administradores, contadores y funcionarios, pero no parece haber suficientes instituciones interesadas en que seamos responsables ciudadanos y verdaderos seres humanos.
Ya no pensamos sólo en los derechos del hombre: somos capaces de sentir amor y compasión por los animales, cordialidad por el mundo natural, respeto por el equilibrio planetario. Pero cuanto más avance esa globalización que a veces parece sólo una estrategia de mercado, más importante será la necesidad de que cada persona tenga una conciencia planetaria, sienta deberes y responsabilidad con el globo.
Nuestros cuerpos están diseñados por este planeta: nuestro peso, nuestro sistema alimenticio y respiratorio, nuestra locomoción, nuestra vista, nuestros músculos, todo corresponde al mundo en que hemos nacido, y somos no sólo huéspedes del mundo sino una síntesis de lo que hay en él: sus aires nos dan vida, la distancia del sol es la adecuada para nuestra existencia, el rumor de su lluvia nos arrulla y, en suma, como decía Wordsworth, “hay bendiciones en esta suave brisa”. Hijos de “la tercera piedra después del sol”, (la expresión es de Stephen Hawking), sólo en ella tendremos siempre nuestra morada.
Pero vivimos como si no lo supiéramos. Degradamos la atmósfera, arrasamos las selvas, envilecemos el océano, permitimos que nuestras industrias alteren el clima. Hace 70 años creíamos que los recursos eran inagotables, que la acción del diminuto ser humano no podía alterar el equilibrio del mundo. Gradualmente hemos sido testigos del despertar de fuerzas huracanadas. En cierto modo somos como dioses, con nuestro saber científico y nuestro poderío técnico, pero cuán primitivos en la capacidad de moderar nuestros apetitos y de respetar los fundamentos del mundo.
Se diría que la ciencia y la técnica andan a saltos de liebre, pero nuestras filosofías y nuestra moral, que deberían marcar la pauta de la historia, van a paso de tortuga, o tal vez retroceden. Los modelos de educación parecen haber renunciado a grandes sabidurías de la tradición, sólo atienden las urgencias del rendimiento pero no saben responder a los desafíos que el presente formula.
No podemos resignarnos a tener millones y millones de operarios ignorantes, unos cuantos cerebros electrónicos y unos cuantos gerentes gobernando el ritmo de la especie. La democracia es nuestro deber, pero no una democracia de publicistas y manipuladores; no una democracia de políticos ambiciosos y muchedumbres seducidas; no la democracia del doctor Frankenstein y del Hombre Invisible.
Nunca necesitó tanto la humanidad parecerse al hombre del Renacimiento que ejemplificaron Leonardo da Vinci y León Battista Alberti; meditado por Montaigne y descrito por Hamlet. Pero por el poder del lucro que arrastra la economía, la ambición que gobierna la política, la fascinación del espectáculo, la moda y la novedad que rigen a los medios, quieren que seamos sólo pasivos operarios, pasmados espectadores, incansables consumidores de mercancías e información.
Tardamos en aprender a ser parte responsable y agradecida del mundo, y nadie sabe qué es lo que hay que trasmitir a las siguientes generaciones. Porque nuestros empresarios sólo creen en el presente, nuestros políticos sólo creen en la siguiente elección, nuestros científicos sólo creen en su particular disciplina, y nadie parece creer de verdad en las generaciones que vienen y en el mundo que vamos a dejarles. Como dicen los versos de un poeta caribeño: “Cae la noche sin que nos hayamos acostumbrado a estas regiones”.
William Ospina | Elespectador.com

viernes, 26 de octubre de 2012

La ley Monsanto


Semillas en debate

Página12


“La ley Monsanto”. Es una de las formas en la que movimientos campesinos, pueblos indígenas y organizaciones sociales bautizaron al proyecto de ley de semillas que prepara el Ministerio de Agricultura. Según afirman las organizaciones, la medida, que sería tratada antes de fin de año en el Congreso, no dio participación a campesinos y pequeños productores, limita el “uso propio” (posibilidad de utilizar las semillas de la cosecha) y favorece a las corporaciones del agro. “El proyecto de ley pone en riesgo la soberanía alimentaria de nuestro país a través de la concesión de nuevos privilegios para las empresas transnacionales e implica la pérdida de los derechos de nuestro pueblo”, denuncia una declaración conjunta del Movimiento Agroecológico de Latinoamérica (Maela) y de la Red de Acción en Plaguicidas de América Latina (Rapal).
“El proyecto de modificación de la ley está formulado a la medida de Monsanto. En el 2003 Monsanto anunció que discontinuaba su programa de mejoramiento de soja en el país ‘debido a la baja rentabilidad del negocio, que imposibilita mantener los niveles adecuados de investigación en Argentina’. Su reclamo específico era una nueva ley de semillas que le permitiera tener ‘seguridad jurídica’ en sus operaciones”, explicó Carlos Vicente, de la organización internacional Grain, que estudia el mercado de semillas y las corporaciones agrícolas.
El 21 de agosto pasado, el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, presentó la nueva soja (RR2) junto a los directivos de Monsanto. “Hay que respetar la propiedad intelectual”, reclamó ese mismo día el ministro y adelantó que el Gobierno estaba trabajando en una nueva ley de semillas, que contemple el cobro de regalías para quienes desarrollan las semillas transgénicas.
Ahora, las organizaciones campesinas y pequeños productores denuncian que no fueron convocados a debatir el proyecto que podría modificar su forma de producir alimentos. Solicitaron el proyecto al Ministerio de Agricultura y a la Comisión de Agricultura del Congreso, pero no lo obtuvieron. Recién un mes después, el proyecto fue filtrado a las organizaciones.
“Manifestamos nuestro rechazo al proyecto de ley de semillas. Manifestamos la necesidad de analizar, discutir y presentar un proyecto que de manera participativa satisfaga las necesidades de los productores”, reclamaron los dirigentes argentinos de Maela y Rapal en una carta abierta dirigida a la Presidenta y al ministro de Agricultura. En las críticas sobresale la definición que se hace de productor (artículo 1). “Es reduccionista. Es grave porque de esa definición luego se deriva quiénes serán sujetos de derecho para conservar sus propias semillas”, explica. También apunta al artículo 4, de creación de una comisión nacional de semillas con “escasa o nula” participación de la agricultura familiar.
Las organizaciones reivindican el derecho a guardar parte de la cosecha como semilla, para la próxima siembra, el llamado “uso propio” de la semilla. Según advierten, la decisión de las empresas de semillas, con Monsanto a la cabeza, es limitar el derecho histórico al “uso propio”, bajo el argumento de respetar la “propiedad intelectual”. Con el proyecto de ley, el uso propio pasa de ser un “derecho” a transformarse en una “excepción”.
“El proyecto ilegaliza o restringe gravemente prácticas que han estado en vigencia desde los inicios de la agricultura, como es el seleccionar, mejorar, obtener, guardar, multiplicar e intercambiar semilla libremente a partir de la cosecha anterior. Esta práctica es un derecho fundamental de los agricultores y agricultoras del mundo”, denuncian el Movimiento Campesino Indígena (MNCI), Grain y Amigos de la Tierra en un documento llamado “Diez motivos para luchar contra el proyecto de ley que pretende privatizar las semillas en la Argentina”. Las organizaciones firmantes alertan que el proyecto de ley crea condiciones para “expandir la presencia de empresas semilleras transnacionales en el país” y reclaman que el debate sea abierto a todos los sectores de la sociedad.
La Cátedra de Soberanía Alimentaria de la Universidad Nacional del Comahue también cuestionó el proyecto de ley, propuso tomar como referencia la ley de Bolivia (considera la función social de la semilla) y solicitó “una indiscutible intervención del Estado que sostenga a las comunidades originarias y campesinas así como también a la ciudadanía toda en pos de proteger y alentar el libre intercambio de semillas. Es necesario imposibilitar la concentración, los derechos de la propiedad de las semillas y frenar el desarrollo del monocultivo en manos de multinacionales”.
La Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina (Compa), con presencia en 17 provincias, afirmó que el proyecto “atenta contra la diversidad y la producción de alimentos para el pueblo, ya que termina entregando su control a las corporaciones”. Lamenta que la “política agropecuaria priorice el agronegocios y la generación de retenciones por sobre la producción de alimentos santos para el pueblo”.

viernes, 19 de octubre de 2012

La biodiversidad en el olvido


YVES DACHY
Miércoles 17 de octubre de 2012
"Aserraban las ramas sobre las que estaban sentados, y a gritos se transmitían unos a otros los trucos aprendidos para aserrar más rápido, y se hundían con estrépito, y quienes lo estaban viendo sacudían la cabeza mientras aserraban y seguían aserrando"
(Bertolt Brecht, 1954 - Traducción: Jorge Riechmann )
El concepto de biodiversidad que defendió el entomólogo Edward Wilson en la Cumbre de Río (1992) es probablemente la idea más interesante que nos ha dejado aquel foro. Este concepto va más allá de la concepción clásica en la que las especies se entendían bien como independientes unas de otras, bien como parte de un conjunto. Se hablaba de la necesidad de proteger las especies", lo que a veces se limitaba a proteger algunos animales o plantas raras, emblemáticas o vistosas.
El concepto de biodiversidad se basa en una visión integral que toma en cuenta la interacción de los organismos entre ellos mismos y en relación con el medio en el que se desenvuelven. No existe una jerarquización sino una interacción entre los organismos vivos. La defensa de las especies se plantea sin ningún a prioriideológico o cultural y teniendo en cuenta el conjunto de ecosistema Tierra, que está siendo puesto en peligro por una de sus especies: la humana. A pesar de la gravedad del problema, las corrientes anticapitalistas dudan, no dominan el tema o argumentan que no hay prisas para integrar la defensa de la biodiversidad, que afecta a la supervivencia de los seres humanos, en la lucha contra la barbarie social y en una perspectiva socialista.
La desaparición de las especies
En el siglo XX, las estaciones de servicio disponían de un cubo de agua y una esponja para limpiar restos de insectos incrustados en el parabrisas. A medida que los insectos fueron desapareciendo, en la década de 1990 los automovilistas dejaron de limpiar el parabrisas tan asiduamente y desaparecieron los cubos de las estaciones de servicio. En la región mediterránea, la gente instaló rejillas en las puertas y ventanas de sus casas para evitar la intrusión de insectos. Una solución que evitaba las molestias causadas por los intrusos y permitía disponer de luz natural en las habitaciones. Desde el año 2000, la gente las está retirando porque los insectos apenas constituyen una molestia.
Asociaciones de naturalistas han reelaborado los registros de insectos siguiendo la recolección de datos realizados cien años antes. Pero ya no es posible confeccionar las fabulosas colecciones del siglo XIX; muchas especies apenas existen o están circunscritas a localidades muy concretas. Observaciones espontáneas realizadas por los habitantes, agricultores o guardabosques, confirman la gravedad del fenómeno tanto en tierra como en agua dulce (aquí no abordamos los océanos). Los agricultores han remarcado la desaparición de acianos y de neguillas (Agrostemma githago), antes bastante comunes, así como de escarabajos y lombrices, en las tierras tratadas con fertilizantes químicos. Los pescadores constatan la escasez de gobios, cotos, bagres, percas, truchas y lucios en los ríos contaminados (en Francia, el 60%); los jardineros apenas ven grillos y larvas de escarabajo. Algunas especies amenazadas se conservan en zonas protegidas por sus condiciones locales o en reservas. La gente se sorprende por la aparición de "nuevas" plantas como la Jussiaea repens, originaria de Brasil, que se importaron para embellecer las cuencas de los jardines botánicos de Montpellier... y que ahora saturan los canales, lagos y ríos porque se importaron sin sus parásitos y predadores naturales.
Los naturalistas realizan informes más detallados y cuando un depredador no encuentra su presa habitual hablan de "ruptura en la cadena alimentaria". Desde la década de 1970, en las publicaciones científicas han aparecido comentarios como "no ha sido visto desde entonces ..."," es raro "," parece que ha desaparecido"... Se empezaron a notar los efectos de los pesticidas. En 1966, la mariposa de la col (Pieris rapae) era tan abundante cerca de la ciudad de Sedan, que pude encontrar varios ejemplares con morfología anormal en un campo de alfalfa. En una jornada pude completar una hermosa colección de ejemplares con anomalía en el desarrollo del ala (formas teratológica). Cuarenta años más tarde, volví a visitar los mismos campos de alfalfa y no logré ver más que una mariposa ¡por hectárea! La situación es similar para otras especies que observé en los años 60. En muy poco tiempo, los insectos desaparecieron del campo; los agricultores no se habían percatado de su utilidad,... hasta que las abejas, principales proveedoras de polen, también comenzaron a desaparecer. La posibilidad de que desaparezcan los polinizadores es una perspectiva inquietante que, afortunadamente, está saliendo al debate público y plantea la necesidad de actuar.
En 1987, un equipo de naturalistas alemanes publicaron un extenso libro para llamar la atención sobre el peligro de extinción de las mariposas. El libro fue inmediatamente traducido al francés por Gérard-Christian Luquet /1. Ilustrado y con un contenido muy didáctico, el libro presenta pruebas sobre prácticas muy extendidas como la quema de terraplenes y otros matorrales en primavera y el uso sistemático de productos químicos innecesarios y peligrosos para las especies que se refugian fuera de las zonas de cultivo. Este denuncia no provocó ninguna reacción por parte de los partidos políticos ni de los gobiernos. Si tomamos la biodiversidad en su globalidad, lo que estamos destruyendo es un capital económico, genético, científico, estético y cultural. Las mariposas, símbolos de la futilidad, de la inocencia y la paz, están desapareciendo debido a que "las mariposas sólo puede existir en un ambiente natural opulento " (Luquet). Frente las carcajadas de la gente ignorante -y a veces de los activistas- está la risa amarga de quienes se ven privados de los insectos que precisan sus plantas para la polinización.
El fin de la caza de escarabajos
En la década de 1970 ocurrió un hecho característico del nuevo mundo en que vivimos, cada vez más antropocéntrico. Estamos hablando del poco conocido y casi nunca mencionado destino del escarabajo común (Melolontha melolontha). Históricamente, este gran coleóptero era temido por los agricultores, y jardineros, porque atacaba casi todas sus cosechas. Las quejas de los campesinos contra los escarabajos datan desde el desarrollo de la agricultura en la Edad Media. Sus larvas, conocidas como "larvas de abejorro", se crían en la superficie de terrenos blandos, no sujetos a inundaciones y ricos en materia orgánica. Se alimentan de las raíces de las plantas tiernas, llenas de nutritivos dulces, y matan las herbáceas. La metamorfosis se da cerca de la superficie y los adultos emergen de la tierra entre los meses de abril y junio. Atacan las hojas y los brotes en primavera. Se alimentan de los pistilos de las flores que preceden a la fruta o mordisquean los primeros frutos en mayo-junio, imposibilitando su comercialización y su buena conservación. La acción desarrollada por el escarabajo era de tal envergadura que influyó en las prácticas de cultivo de los campesinos.
Para combatir las larvas de abejorro se aró profundamente la tierra, ya que las larvas hibernan a 60 centímetros. Esta práctica requería una tracción potente, con dos o cuatro arados tirados por caballos, lo provocó otros problemas: mayor erosión del suelo y mezcla de tierra fértil con un sustrato menos rico en materia orgánica. A consecuencia de ello, fue necesario aumentar la cantidad de fertilizantes. La tierra que no se cultivaba, también se labraba antes del invierno para destruir los huevos depositados en ella y dañar las larvas. Pero los escarabajos comunes eran tan numerosas que esta práctica, desarrollada a partir de 1945 con la introducción de los tractores en el campo, no logró evitar la obsesiva presencia de estos insectos. Tampoco evitó los "años de larvas", en los que estos insectos, sin que nadie sepa por qué, proliferaban con especial abundancia. Para limitar su presencia, la solución más eficaz continuó siendo la recolección de los escarabajos adultos a través de la movilización masiva de la población.
Fue la época de la caza del escarabajo: se organizaron grandes y festivas batidas populares en los pueblos afectados, desde Francia hasta Hungría (hasta hubo bodas). Todo el mundo disponible, incluso los escolares, participaba en la actividad. Al alba, cuando los escarabajos están aún entumecidos por el frío y la humedad de la noche, se golpeaban las ramas con grandes varas y los insectos caían al suelo. Solo hacía falta recolectar inmediatamente lo que caía. Había mucho para recolectar. La enorme cantidad de escarabajos recolectados terminaban siendo arrojados a zanjas o utilizados como abonos para los jardines.
El escarabajo común representó típicamente una "plaga" o una "catástrofe". Durante siglos, se utilizó de todo para destruir las larvas, sin que se lograra reducir su población hasta la década de 1970. De haberse logrado antes, quizás hubiera sido posible evitar dañar otras especies. En Francia, desde la creación del Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas (INRA) en 1946, varios laboratorios intentaron abordar su erradicación, pero sin éxito inmediato. La primera generación de insecticidas químicos como el DDT, al no lograr alcanzar las larvas, no obtuvo resultado en sus primeros años. No fue sino en la década de 1960, tras la acumulación de pesticidas en tierra, agua y plantas, cuando se empezó a registrar la primera disminución de la población de escarabajos. Una disminución que se confirmó en la década siguiente. En los años 80, la caza del escarabajo dejó de existir en Europa occidental. En el siglo XXI, se ha convertido en una de esas historias que cuentan los abuelos a los nietos.
Con el desplome de las poblaciones de escarabajos, lo que está ocurriendo en realidad es que está desapareciendo una larga lista de invertebrados que viven bajo tierra. La Cetonia arauta (larva que consume madera seca o paja descompuesta) y los cárabos (que son carnívoros en todas sus fases), por no mencionar más que los insectos más espectaculares, hace tiempo que no se ven en los jardines, y han desaparecido en regiones con grandes extensiones agrícolas. Hay gente del campo que nunca han visto escarabajos o la Cetonia arauta, y no son capaces de reconocerlos cuando se les muestra un ejemplar conservado. Los invertebrados están sufriendo la misma suerte en este impulso ecocida /2que se está extendiendo a toda la fauna. Este fenómeno está dando lugar a un empobrecimiento del vocabulario común en lo que respecta al medio ambiente, ya que solo nombramos lo que conocemos. El conocimiento empírico de los agricultores, basado en la proximidad con la naturaleza, que podría hablarnos de la diferencia entre los insectos ofensivos y los inofensivos, ha sido reemplazado por términos genéricos a los que se les da una connotación negativa como "moscas", "mosquitos", "avispas, ","larvas ", "parásitos", "fétidos", "inmundos", etc., sustentados por la publicidad, los media, las sociedades de caza... Esta evolución ha venido acompañada de muchas fobias, e incluso, entre las personas que aún viven en las ciudades, por un síndrome de "miedo a todos los animales".
Los invertebrados no sólo están desaparecen de las zonas de cultivo sino también de las tierrasbaldías, al margen de la distancia en la que se encuentren respecto a las cultivadas. La fumigación de terrenos con pesticidas constituyen verdaderas trampas mortales para volátiles como las mariposas, las libélulas, los coleópteros y los pájaros, todos ellos buenos voladores . Las moléculas que están envenenando la biosfera son las famosas COP: contaminantes orgánicos persistentes. Se instalan en la grasa de los animales y se concentran a lo largo de la cadena alimentaria, especialmente en los grandes depredadores como el oso polar y ... los humanos.
Los herbívoros los asimilan cuando pastan en campos contaminado. En las personas la contaminación se da a través de la leche y el pescado. Los pesticidas utilizados en los continentes también envenenan los mares.
Los escarabajos no se desplazan mucho y en áreas no tratadas por los fertilizantes químicos sólo han podido ser erradicadas por el desplazamiento natural (por el viento, la lluvia, o tránsito de los animales contaminados) de los contaminantes orgánicos persistentes. De aquí se deriva que si los pesticidas utilizados en algunos cultivos llegan a afectar a amplias zonas colindantes es debido a que se han utilizado cantidades excesivas, mal calculadas y mal aplicadas, como ocurre con los plaguicidas fumigados desde el aire, especialmente en los EEUU, que forman una temible neblina, peligrosamente transportada por el viento.
En el tiempo que abarca una generación humana, la dispersión de los contaminantes orgánicos persistentes, frenéticamente expandidos por la especie humana, se ha extendido a todo el planeta y ahora mismo nadie está libre de sus efectos. ¡A las mujeres Inuit que habitan en las zonas glaciares del norte de América y Groelandia, que tradicionalmente sólo comen la carne de foca o pescado, se les ha aconsejada no consumir productos locales cuando están embarazadas, ¡a pesar de la ausencia total de vertidos tóxicos en estas enormes áreas! En el umbral del tercer milenio, una muestra de sangre tomada en no importa qué parte de Europa revela la presencia de varias sustancias tóxicas; entre ellas, !dioxinas! Si bien conocemos más o menos los efectos que produce cada plaguicida por separado, aún no tenemos ningún conocimiento verificado de los efectos que pueden producir combinadamente. La dispersión creciente de millones de toneladas de desinfectantes, antibióticos y sustancias que perturban el sistema endocrino a lo largo de todo el planeta forma un cóctel incontrolable para una biodiversidad y una población humana debilitadas.
A pesar de que se conocen los efectos de los contaminantes orgánicos persistentes sobre los seres vivos, no se ha reducido su cantidad. Desde 1945 se han filtrado en la tierra cada vez en cantidades mayores y, debido a la extraordinaria capacidad de resistencia de los COP, la naturaleza no tiene mecanismo para degradarla, por lo que estas moléculas artificiales ponen en riesgo las aguas del subsuelo. Como es lógico, los capitalistas fomentan su consumo y generan ansiedad entre la gente a través de una propaganda demagógica e informes "científicos" deshonestos. Aunque las dosis recomendadas por los vendedores son ya demasiado altas en relación al efecto esperado, los agricultores y jardineros las incrementan aún más para tratar de evitar problemas en los cultivos y las plantas. Lo que da que pensar cuando los parásitos contra los que se utilizan ya han desaparecido. En cuanto a los capitalistas que inundan el mercado con productos dañinos para los organismos vivos, su política se puede resumir de la siguiente manera: "Después de mí, el diluvio". También contaminan la conciencia de la gente difundiendo la idea de que los espacios entre las plantas cultivadas deben estar limpios como una bola de billar y que el medio ambiente ha de estar completamente libre de "bichos".
Cuando se fumigan amplias extensiones de cultivos se puede considerar, es lo que confirman las muestras obtenidas, que la fumigación afecta a toda la región, zonas urbanas incluidas, y a los habitantes que respiran e ingieren productos de "efectos múltiples". Ahora mismo, la disminución en las especies de cigarras -emblemáticas en las fábulas de La Fontaine- es una prueba de la repercusión generalizada de los plaguicidas utilizados en la agricultura. Las cigarras no frecuentan mucho las áreas de cultivo, desarboladas y demasiado ruidosas para la larga vida de las larvas (4 a 17 años). Los adultos de muchas especies se reúnen en los árboles de las ciudades que, en principio, no sufren el efecto de las plagas. Pero como los plaguicidas llegan a todas partes, van desapareciendo.
Denunciado desde hace mucho tiempo por los científicos (algunos sufrieron represalias por ello), ya se está empezando a reconocer el impacto de los agentes tóxicos en la salud humana. En febrero de 2012, el Tribunal Superior de Lyon condenó a Monsanto a indemnizar a un agricultor expuesto a uno de sus pesticidas durante su actividad profesional. El 7 de mayo de 2012 será más recordado que el 6 de ese mismo mes (elección de François Hollande) debido a la entrada en vigor de un decreto que, por primera vez, establece un vínculo entre la exposición a los pesticidas y la enfermedad de Parkinson, que ahora se reconoce como enfermedad profesional en la agricultura, si la exposición se da durante ¡diez años! Esta restricción burocrática ignora la intensidad de la exposición y su peligro para los agricultores. El decreto incluye productos de uso agrícola y la inhalación o contacto con cultivos, superficies o animales que hayan sido tratados con pesticidas (antiparásitos). Así pues, quienes vivan colindando con terrenos agrícolas, los excursionistas y los niños y niñas que transiten en un entorno natural que ahora sabemos que está contaminada por todas partes, están expuestos a las mismas patologías que están empezando a ser identificadas para los agricultores. En vez de reconocer las enfermedades profesionales después de largos litigios, sería mejor que dejaran de utilizar los cóctel de plaguicidas que las generan.
Para abandonar el uso de pesticidas será necesaria una larga batalla, como lo fue la emprendida para prohibir el uso industrial del amianto y compensar a sus víctimas. Pero, si en el caso del amianto se necesitaron tres décadas para obtener resultados, ¿cuánto tiempo tardaremos en acabar el caso mucho más complejo de los plaguicidas, multiformes y de uso mundial, sabiendo que habrá que volver a aprender a trabajar la tierra para redescubrir los ecosistemas y reorientar las ayudas estatales?
Hacia un mundo sin animales salvajes
Gravemente afectados por la pérdida de sus presas, también están disminuyendo las aves, murciélagos, reptiles y anfibios; y esta tendencia parece estar acelerándose a nivel mundial. El recuento de los anfibios en las selvas de América Central, extensas zonas donde no hay agricultura ni ciudades, muestra un déficit en el número de individuos por especie de anfibio de hasta un 90% en 25 años. Las población de estas especies están disminuyendo y la falta de alimento está creciendo a lo largo de la cadena alimentaria. En estas situaciones de escasez, algunos depredadores están cambiando su dieta: atacan nuevas presas, como se observa en la impresionante depredación de las cigarras por gorriones que los naturalistas han observado desde hace varios años en Europa,.
Entre las grandes poblaciones de animales de mayor tamaño están apareciendo otros fenómenos extraños e inquietantes, como las pandemias que, sin precedente alguno y sin que se conozcan las causas, se están produciendo en diversas especies: herbívoros africanos, murciélagos americanos, peces, cangrejos europeos y moluscos de agua dulce en los continentes. Hemos asistido a la desaparición de grupos enteros de anfibios en varios continentes. Estos desastres parecen estar relacionados con la combinación de diversos productos muy agresivos: dioxinas, furanos, PCBs, organoclorados, organofosforados, trastornadores endocrinos, etc. Existen fuertes sospechas sobre los graves efectos que puede provocar la sinergia de este cóctel. Los trastornadores endocrinos, que se usan habitualmente de forma muy ingenua, actúan en dosis infinitesimales y desregulan los delicados equilibrios hormonales que determinan la reproducción en los insectos, y también en los vertebrados, provocando una desregulación espectacular del sistema reproductivo, que les produce infertilidad. Su impacto en nuestra especie es más que probable, tal y como sugiere, por ejemplo, la pubertad precoz (sin precedentes) en los adolescentes y la degradación continua de la calidad del esperma humano.
A todos estos agentes cuya actividad es letal, hay que añadir ahora los productos farmacéuticos y los de uso veterinario: antibióticos, estrógenos, antiinflamatorios, etc. Los organismos sólo absorben una pequeña parte de los medicamentos que reciben; el resto queda depositado en la naturaleza, porque las plantas purificadoras de agua no depuran los medicamentos. Los antibióticos se utilizan en todo el mundo para fomentar el crecimiento del ganado. El uso de antibióticos, que se utilizan masivamente en su alimentación a lo largo de varios años, contribuye a la selección de bacterias resistentes a los antibióticos. De ese modo, por selección evolutiva, hemos seleccionado bacterias patógenas ¡resistentes a todos los antibióticos conocidos! Ahora mismo, la medicina se encuentra impotente para hacer frente a algunas bacterias resistentes a los antibióticos. En el caso del DDT, se conoce su peligrosidad para los seres humanos desde los años 1960. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, controlados y financiados por gobiernos liberales, sólo prevén el abandono total de DDT ¡a partir del año 2020! Poco utilizado en Europa, el DDT aún se fabrica para ser vendido en África, América del Sur y Asia bajo 25 marcas diferentes, aunque la molécula básica siga siendo Dicloro-difenil-tricloroetano (DDT). Son pocos los gobiernos que se oponen abiertamente a este producto aplicando el dicho de que "todo tiene un precio".
También hay que dar a conocer las razones de la disminución radical de la población de golondrinas y vencejos (de las que no quedan en Europa más que cinco y tres especies respectivamente). Estas aves se alimentan de insectos que capturan en vuelo. Respetadas por los agricultores, estas especies se aprovechan del trabajo en los campos, que avienta numerosos insectos a los que capturan al ras del vuelo. Con la llegada de la fumigación, los insectos que vuelan mientras fumigan las máquinas, se impregnan de veneno concentrado. En este estado son atrapadas por los pájaros, que terminan envenenándose y transmitiéndolo a sus crías a través de la alimentación. Sus poblaciones está en regresión: el vencejo común ha sufrido una caída del 41% en veinte años en Francia (Fuente: LPO, Francia). Pero desde que se introdujeron los pesticidas, en 1945, esta población ha disminuido en un 60%. El famoso vals de Trogne y Pagano, "El regreso de las golondrinas", un clásico para virtuosos del acordeón, ya no tendrá la misma resonancia si quienes lo escuchan no conocen las hermosas golondrinas.
Tratando salvarse del hambre, las especies recurren a áreas urbanizadas para aprovechar las migajas de nuestra civilización. Las urracas se están convirtiendo en amigas de la gente y se establecen en los suburbios. Los zorros viven en los intersticios de las ciudades europeas. Las cornejas proliferan en Tokio. Estas especies emblemáticas en todas las culturas que se refugian de sus peores enemigos en las ciudades, ¡están derrotadas! La presión humana sobre estas especies declaradas "nocivas" es cada vez mayor: ¡van a desaparecer!
¿Quién hubiera pensado que nuestros incansables gorriones, siempre unidos a un entorno urbano, fueran disminuyendo tan bruscamente como ahora? Parecía que estos geniecillos del aire de las ciudades no se verían afectados por las fumigaciones porque habitan en zonas urbanas. El error está en creer que la fumigación sólo actúa localmente. Pero, los gorriones deben reproducirse, y sus crías son insectívoras. Aquí se repite el mismo proceso que condujo a la disminución de la población de golondrinas. El número de individuos que alcanzan la madurez sexual en buen estado de salud se hunde. Hay zonas vinícolas en las que ya no existen gorriones. Estamos entrando en la era predicha por Rachel Carson en su libroSilent spring, publicado en 1962 en los Estados Unidos, /3 cuya pertinencia, para disgusto de los industriales estadounidenses, que le acusaron de "comunista", condujo a la prohibición del DDT en los Estados Unidos en 1972.
En la superficie del planeta, existen vastas regiones agrícolas sin animales salvajes, a los que matamos de hambre o exterminamos a través de la caza y la destrucción de biotopos. Ahora estamos descubriendo que nuestra especie se ve afectada, que nuestros cuerpos acumulan moléculas cancerígenas o neurotóxicas. Las abejas, seleccionadas y cuidadas por los seres humanos, y todos los insectos que participan en el proceso de polinización, muestran un declive preocupante. Su desaparición abre un nuevo capítulo en la perspectiva de la pérdida de especies de plantas que dependen de un polinizador para su reproducción. Lo que resulta sorprendente, ya que los animales salvajes están muriendo masivamente a causa del envenenamiento ¡que era lo que se buscaba!
Los partidos políticos, que no están reaccionando a esta intoxicación generalizada del planeta que habitamos, se verán confrontados a movilizaciones sociales, cuyos motivos no logran entender. La existencia de insectos resistentes a diversos pesticidas y de plantas salvajes resistentes al glifosato (Round-up, Grassane, …) pone fecha de caducidad al cultivo de plantas patentadas como tolerantes a los herbicidas. Las catástrofes de Minamata /4 y Bhopal /5se produjeron en una situación de absoluta falta de preparación de los gobiernos y de las organizaciones sociales. Estos dramáticos acontecimientos sólo podían ser previstos y evitados a través de la presión a los gobiernos que estaban al servicio de los poderosos lobbys. En su día, en un documental sobre Minamata, vimos a los científicos obligados a declarar, con el rostro oculto, sobre la elevada concentración de mercurio en los peces ¡que estaba envenenando a la población! A menudo descubrimos hechos como esos, que afectan a la salud de la gente y que se ocultan o se tratan como "secretos de estado". A veces sin ninguna razón lógica, como en el caso de la "nube de Chernóbil", cuya existencia negó el gobierno francés de forma totalmente irresponsable.
Debido a estas catástrofes, y a otras de carácter más local, la variedad y cantidad de agentes nocivos en la biosfera ha crecido constantemente. La aparición de nuevas patologías en nuestra especie (mayor incidencia de enfermedades que antes eran raras, la degradación de la calidad del esperma humano, asma...) anuncian desastres semejantes al de Minamata a gran escala. Es algo que ya está ocurriendo en muchas especies animales que sufren patologías masivas. He señalado más arriba que, hoy en día, un análisis de sangre realizado a cualquier ser humano indica la presencia de sustancias tóxicas provenientes del medio ambiente o de la degradación de productos peligrosos (como el DDE para el DDT). En la sangre de los seres humanos también encontramos productos tóxicos naturales. Estos productos (radio-isótopos, arsénico, mercurio), estaban fijados en las rocas, neutralizados y allí se mantenían indefinidamente, sin peligro para las especies vivas y el agua subterránea, hasta que las actividades geológicas e industriales llevadas a cabo sin precaución les hizo entrar en contacto con los seres humanos, la vida animal y la flora.
Envenenamiento y mutación artificial del suelo, urbanización ...
El envenenamiento y la pérdida de los suelos, al transformarlos en espacios artificiales, son un asunto vital, desconocido para el público, las asociaciones y administraciones, que multiplican las urbanizaciones, aparcamientos y almacenes a expensas de tierras agrícolas de gran valor agronómico. En Francia, se ha desnaturalizado, es decir, urbanizado, asfaltado, o cubierto con grava tratada con herbicidas, alrededor del 6% del territorio. Estos espacios transformados permanentemente en estériles se han duplicado en 20 años. Los países más industrializados del mundo se dirigen hacia el 10 y 12% de este tipo de terrenos en el mismo período de tiempo. En fin, las carreteras, las cimentación de laderas, las zanjas y los canales generan innumerables parcelas de tierra acordonadas que bloquean la circulación de los organismos vivos y los intercambios genéticos en el suelo.
El volumen de la biomasa que se encuentra en el suelo no es menor que la que se encuentra en la superficie. Los organismos provenientes de muchos grupos animales y vegetales interactúan con las plantas, a las que proporcionan elementos esenciales (carbono, oligoelementos y nutrientes importantes como el nitrógeno). Las lombrices reciclan la materia orgánica atrapada en el suelo y la llevan a la superficie. Muchos invertebrados, mediante relaciones depredador-presa, animan este medio que escapa a nuestra vista, lo enriquecen y airean, evitando una compresión excesiva del suelo.
En el suelo se depositan todos los productos químicos utilizados en la agricultura. La creencia de que hay que "arrancar la mala hierba" entre las hileras de las vides, de los árboles frutales y plantaciones en general es una práctica inútil y nefasta que aumenta la cantidad de pesticida que afecta al suelo. En última instancia, estos métodos de cultivo son siempre excesivos e inadecuados para la conservación de las especies (hasta 16 pulverizaciones al año en los huertos). Debido a ello, la biodiversidad se agota y, con el tiempo, desaparece. Este proceso conduce al incremento del consumo de agua y fertilizantes. Progresivamente, los terrenos así maltratados llevan cada vez más a cultivos basados en insumos sintéticos en lugar de nutrientes basados en la biodiversidad de los suelos naturales.
Contaminados y empobrecidos, los suelos cada vez aceptan menos vegetales en la superficie y quedan pelados. Es ahí donde empieza otro fenómeno irreversible: la pérdida de humus y partículas finas erosionadas por la lluvia, el viento y el flujo de agua. Los cultivos en suelo tan pelados como la cáscara de un huevo (a base de aplicar herbicidas) en las principales regiones productoras de vino y fruta, producto de los tratamientos herbicidas, están contribuyendo al envenenamiento de la biosfera y de las y los trabajadores agrícolas. En estos suelos pelados y secos, el viento se llena de pesticidas y la erosión deja al descubierto las raíces de las plantas. Además, y no es una cuestión secundaria, la pérdida de la biodiversidad natural hace que los suelos ya no retengan el carbono, dejan de cumplir esa función). En efecto, multitud de organismos que habitan en el suelo fabrican carbonatos en forma de rocas, mientras que otros capturan el carbono del CO2 y liberan el oxígeno a la atmósfera.
Estos métodos de cultivo, que cada vez son más costosos y peligrosos para los seres vivos, son el resultado de la falta de información por parte de los gobiernos y del comportamiento ortodoxo de los profesionales “programados” por la industria agroquímica capitalista, porque el "crecimiento" implica, también para los agricultores y el público, el uso de plaguicidas. Tratar de vender cada vez más pesticidas, envenenando más aún la biosfera, por razones puramente capitalistas, confirma la perversidad profunda de este sistema. Se trata de prácticas y métodos criminales que se inscriben en la continuidad de las catástrofes "pioneras" de Bhopal y Minamata. Es urgente poner fin a esto. Las corrientes anticapitalistas han de plantearse cómo hacer frente a esta alienación.
05/2012
Traducción: VIENTO SUR
notas
1/ El libro fue escrito por Josef Blab y otros, y la edición francesa adaptada por Gérard - Christian Luquet. Fue publicado bajo el título Sauvons les papillons, ediciones Duculot, París 1988.
2/ Un ecocidio se define como la acción de las especies y la destrucción de las relaciones que existen entre ellas, cuyo conjunto forma un ecosistema. El término ecocidio se dio a conocer con la primera edición del libro de Franz Broswimmer, en 2002: Une breve histoire de l’extinción en masse des espèces, con prólogo de Jean-Pierre Berlan, Edit. Agone .
3/ El libro de Rachel Carson fue publicado en una edición francesa en 1968. Ha sido reimpreso: Rachel Carson, Silencieux Printemps, Edit Wildproject, Marsella 2009.
4/ En 1932, la planta petroquímica de la empresa Chisso, instalado en 1907 en Minamata, en el sur del Japón, comenzó a arrojar al mar cantidad de residuos de metales pesados, como mercurio. Estos se concentraron en los peces, causando enfermedades del sistema nervioso en los seres humanos (pérdida del control motor, por ejemplo), así como abortos y nacimiento de niños con malformaciones. La compañía Chisso intentó mantener el asunto tranquilo, ofreciendo dinero a las familias de las víctimas.

martes, 16 de octubre de 2012

Inglés debate sobre la mina de La Colosa


Ixent Galpin, un joven inglés que se dedica a la investigación académica en la Escuela de Ciencias de Computación de la Universidad de Manchester, Reino Unido, publicó en el portal La Silla Vacía el pasado 29 de noviembre de 2011, una información titulada “Proyecto minero de La Colosa preocupa a diputados británicos”.

En ella menciona que “treinta y ocho diputados de ese país firmaron durante los últimos meses un comunicado, expresando su preocupación acerca de los daños ambientales y sociales que podrá ocasionar el proyecto minero La Colosa en Cajamarca, adelantado por la empresa AngloGold Ashanti”.


El contenido

En el documento Galpin refiere que el proyecto La Colosa, actualmente en fase de exploración, “está ubicado en la Reserva Central Forestal de Colombia, zona donde según un informe de la Procuraduría General de la Nación (expediente SRG-0025, emitido el 21 noviembre 2008) existen 161 nacimientos de agua.
 

"La empresa sudafricana AngloGold Ashanti, tercer mayor productora de oro del mundo, en febrero pasado tenía 496 títulos y mil 340 solicitudes en 20 departamentos”.


De acuerdo con el autor del texto, Ian Lavery, uno de los diputados promotores de la firma del comunicado, en junio del año pasado sostuvo que “la minería en los países en vías de desarrollo a menudo se lleva a cabo de maneras que no serían aceptables en los países ricos”.


“Teniendo en cuenta los precedentes de AngloGold Ashanti en materia del medio ambiente y derechos humanos en Ghana y la República Democrática del Congo, es preocupante que esta empresa posea un área tan extensa de títulos mineros en Colombia, sobretodo en lugares ecológicamente sensibles, como es el caso de la mina La Colosa, que se pretende llevar a cabo en la Reserva Central Forestal de Colombia, la cual es una zona de alta biodiversidad, con fuentes hídricas estratégicas para la región aledaña”, dijo Lavery.


Los daños ambientales

Así mismo, Galpin anotó que los diputados están preocupados por “los daños ambientales y violaciones de derechos humanos en países africanos vinculados con la empresa.
 

Cabe mencionar que en materia de contaminación al medio ambiente, la empresa recibió en enero pasado el "premio” de Greenpeace a la empresa más irresponsable, tras derrames de sustancia tóxicas en Ghana.
 

En la República Democrática del Congo, AngloGold ha reconocido haber financiado al Frente Nacionalista y Integracionista, un grupo paramilitar, tras una denuncia de la ONG Human Rights Watch.


“Los diputados cuestionan el hecho de que a pesar de que el 11.73 por ciento de las inversiones de AngloGold Ashanti son de origen británico y de que la empresa cotiza en la bolsa de Londres, no está bajo las Líneas directrices de la Ocde (Organización para la cooperación y el desarrollo económico) para Empresas Multinacionales”.


Según indicó el autor, estas directrices exhortan a las empresas a cumplir con normas de ética empresarial, “como las relaciones laborales, los derechos humanos, el medio ambiente, la lucha contra la corrupción, entre otros. Estas normas son vigentes independientemente del lugar donde las empresas comercien y realicen sus actividades”.


Por último, el documento cita que “AngloGold Ashanti, a diferencia de la mayoría de las empresas en la Bolsa de Londres, no está sujeta a estas normas debido a que tiene su sede en Sudáfrica, país que no se ha suscrito a dichas directrices. Esto es a pesar de que, según el último informe anual de la compañía, el 64.33 por ciento de su capital es de Estados Unidos (52.6 por ciento) y el Reino Unido (11.73 por ciento).
 

Para el diputado Lavery, “en el Reino Unido, tenemos un deber moral de asegurarnos que exista veeduría adecuada sobre todas las empresas en que invertimos, y sobre todo las que cotizan en la Bolsa de Londres”.

RESPONDE ANGLOGOLD ASHANTI

Varias semanas después de la publicación, la multinacional en un documento firmado por la gerente de comunicaciones, Sandra Ocampo Kohn, respondió al artículo del ingles Ixent Galpin.


La vocera de AngloGold Ashanti (AGA) manifestó que el documento demuestra que los diputados han sido mal informados y no conocen los detalles del tema. Por lo que hizo las siguientes aclaraciones:


1. Sorprende que los diputados expresen preocupación por los supuestos daños que en el futuro, podría ocasionar el proyecto La Colosa. Se está hablando de situaciones hipotéticas, sin datos técnicos o argumentos sólidos que respalden estas afirmaciones.

2. El proyecto La Colosa está en exploración y aún requiere tres años

 más de estudios para definir su viabilidad. Dicha viabilidad comprende la prevención, mitigación y compensación ambiental con el fin de que el impacto neto positivo. De lo contrario, el proyecto no se desarrollará.
3. AGA Colombia fue la primera empresa en solicitar un permiso de sustracción de reserva forestal para realizar su actividad exploratoria. La reserva no es una zona ambientalmente protegida. Dicho permiso fue concedido por la máxima autoridad ambiental del país en 2009.
4. Cabe anotar que desde la llegada a Colombia en 2003, AGA Colombia ha desarrollado sus actividades siguiendo dichos estándares y esto ha significado inversiones por 350 millones de dólares en el país, a capital de riesgo. Esta inversión continúa y en los próximos tres años se estiman inversiones adicionales de alrededor de 400 millones de dólares en Colombia entre Colosa y otros proyectos de interés.


5. Tal como lo afirma el artículo, AGA es una empresa transada en las principales bolsas de valores del mundo. Y, contrario a lo que expresa la noticia, la Compañía cumple con los más exigentes parámetros internacionales en materia financiera, técnica, ambiental y social, no solo porque su participación en bolsa lo exige, sino porque es suscriptora de los más exigentes estándares internacionales.


6. Finalmente, AGA Colombia reitera, como lo ha hecho en otras ocasiones que sus puertas están abiertas al diálogo y al debate, e invita a discutir sobre sus proyectos a los más diversos actores, siempre que la discusión sea respetuosa, argumentada y técnica.


EL AUTOR REFUTA

Pese a la respuesta de la multinacional el inglés hizo unos comentarios con el fin de informar a la población colombiana sobre el particular y así tomar las decisiones adecuadas.


Frente a la afirmación de que las preocupaciones son “hipotéticas, sin datos técnicos o argumentos sólidos”. Ixent Galpin recordó que “ha habido trabajos técnicos que encuentran preocupante el proyecto de La Colosa. El reconocido experto internacional en minería de oro a cielo abierto, Robert Moran, al hacer una visita a la zona de ejecución del proyecto concluyó: “el estudio (de la línea base) no resulta confiable para los habitantes locales y regionales, en lo referente a la capacidad de AGA para proveer datos y opiniones ‘desinteresados’”.
 

Igualmente, señaló que “las consecuencias catastróficas a corto plazo acarrean a menudo menos riesgos para las comunidades vecinas que las consecuencias graduales y a largo plazo como son la liberación de aguas residuales y subterráneas de líquidos contaminados”.


Refirió además que los argumentos técnicos no pueden ocultar los graves antecedentes relacionados con la gran minería de oro a cielo abierto con cianuro en el mundo, incluso en países desarrollados y con instituciones fuertes, recordando los desastres de Montana en los Estados Unidos (1983) donde la empresa Pegasus Corporation derramó 684 millones de litros de solución de cianuro, y el de Baia Mare en Rumania (2000).


AGA dice que el desarrollo del proyecto depende del estudio de viabilidad. Sin embargo, llaman la atención los enormes esfuerzos mediáticos y políticos y que significan una inversión de millones de dólares para buscar la aceptación de un proyecto que posiblemente no se desarrolle. A pesar de los estudios de viabilidad, en su último reporte anual (pág. 184) afirman que están asegurando las regiones vecinas al proyecto de La Colosa en búsqueda de yacimientos similares.
 

Llama la atención que AGA mencione que la Reserva Forestal Central no es una zona ambientalmente protegida, ya que en el 30 de julio 2010 la empresa fue multada por violentar la normativa ambiental por haber llevado a cabo actividades de exploración ilegalmente, sin la sustracción del área como lo exige el Decreto 2811 de 1974. En las resoluciones 1481 y 2631 del Ministerio del Medio Ambiente está claramente definido que las áreas de reservas forestales se encuentran protegidas ambientalmente.


Es importante tener en cuenta que la sustracción del área fue autorizada a pesar de que la Procuraduría solicitó que se negara (ver expediente SRG-0025 de 2008, basado en estudios técnicos).
 

La Procuraduría menciona que en al área de concesión está la Quebrada Chorros Blancos, que abastece de agua a la población de Cajamarca, que además existen 161 corrientes de agua dentro de esta misma área, y que es un “área de riesgo sísmico alto”.


Dice también que “las posibles afectaciones que se causarían sobre los recursos naturales – agua y suelo – son irreversibles y, generarían un gran impacto a las poblaciones circundantes” (…)


Si bien es cierto que la empresa ha firmado varios tratados y estándares internacionales, como por ejemplo, el de los Principios Voluntarios de Seguridad y Derechos Humanos, y el Código Internacional para el Manejo del Cianuro. Lo que es importante destacar es que estos estándares suelen ser de carácter voluntario, autorregulados y no jurídicamente vinculantes.
 

Acogerse a estos estándares es positivo, pero puede ser insuficiente para garantizar que no hayan violaciones de derechos humanos o graves daños al medio ambiente.


Por último, el inglés afirmó que es positivo que AngloGold tenga las puertas abiertas para el debate y diálogo e invitó a la discusión informada y objetiva sobre este tipo de proyectos mineros en beneficio de la población.
Publicada por
REDACCIÓN REGIONAL - LA SILLA VACÍA