¿Se multiplicarán por veinte los
conflictos provocados por la minería?
Servindi/CooperAcción
Al 2020 se proyecta una inversión de US$ 320,000 millones de dólares
en la región, veinte veces más de lo que se ha invertido en una década.
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Mayor inversión minera y conflictividad social, un Estado debilitado que
sobrepone la actividad extractiva a la protección ambiental, la oposición de la
sociedad civil a un proyecto extractivo y el crecimiento de la inversión minera
fueron algunos de los temas discutidos en el foro: “15 años de extractivismo
en el Perú y América Latina” organizado por los quince años de
CooperAcción.
Marco Arana, una de las cabezas
visibles del conflicto Conga; Juan Carlos Sueiro, especialista en el sector
pesquero; César Padilla del Observatorio de Conflictos Mineros en América
Latina (OCMAL); Eduardo Gudynas de Centro Latinoamericano de Ecología Social
(Claes) y José De Echave, ex viceministro del Ambiente y experto en temas
mineros de Cooperacción expresaron su preocupación ante el inminente
crecimiento del sector extractivo en el país y en América Latina.
El deber del ministro del Ambiente
“El deber del ministro del Ambiente no
es preocuparse de la generación de empleo o del rédito exportador. Su trabajo
es preocuparse por las condiciones ambientales” respondió enfático, el uruguayo
Eduardo Gudynas, del Claes, al ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, para
quien “salir del extractivismo no tiene sentido”.
Gudynas mostró su preocupación frente a
la tendencia en los ministros del ambiente de la región: la confusión de
funciones y la prioridad a las inversiones sobre la protección del ambiente.
“Lo vimos en la administración Lula, en
Brasil –dice Gudynas- que cambiaba ministros del ambiente hasta conseguir la
firma para las evaluaciones de impacto ambiental de los proyectos mineros.”
El investigador es consciente de lo
difícil que es decirle no a la minería dado el crecimiento del precio de los
metales. Sin embargo, se pregunta ¿cuáles son las opciones? Frente al daño
inminente que acarrea la actividad minera los gobiernos deben mantener una
ética ambiental.
“El extractivismo de hoy es depredador,
tiene un alto impacto social y ambiental. Es un extrativismo violento con
muerte de personas y daños graves al ambiente. El rol de las políticas públicas
es cada vez más complicado y necesita una reflexión desde lo social” concluyó
el experto.
Conflictividad regional
El grado de conflictividad que genera
la actividad minera se refleja en las cifras del Observatorio de Conflictos
Mineros en América Latina (OCMAL) que reporta 165 conflictos localizados en la
región.
Perú encabeza la lista con 28, le
siguen Argentina y Chile con 25, Brasil con 21, Colombia con 16 y al menos 40
noticias sobre conflictos mineros son reportadas semanalmente en el sitio web
del observatoriohttp://www.conflictosmineros.net/home.
El chileno, César Padilla, coordinador
de la OCMAL, afirma que el periodo de tolerancia frente a la minería en los
países de la región ha terminado.“Hubo un periodo de tolerancia pero la
tendencia es que cada nuevo proyecto minero vaya acompañado de un conflicto en
el corto plazo”.
“Es que todo ese discurso de que la
minería es sinónimo de desarrollo, que es dinero, que respeta a las
comunidades, resultó falsa. Ya nadie le cree a las empresas mineras” sostiene
Padilla.
Cuando Yanacocha dice: “les vamos a vaciar
las lagunas y les vamos a construir otras”, nadie les cree, afirma Padilla.
“Por más esfuerzos que hagan sus departamentos de responsabilidad social, por
más certificaciones que busquen las mineras, ya nadie les cree… Ahora las
mineras están buscando la certificación de minería sin conflictos”, dice
Padilla.
Proyección de inversiones y conflictos
América Latina se ha convertido en la
región más importante del mundo para atraer inversiones en minería. La cifra
récord con miras al 2020 es de US$ 320,000 millones de dólares. Perú proyecta
US$ 60,000 millones y en Chile, US$ 100,000 millones.
El monto previsto es el más importante
y significativo que haya registrado algún sector económico en Latinoamérica y
la cifra es veinte veces más de lo que se ha invertido en una década.
Las proyecciones económicas no vienen
acompañados de una mirada global, como el territorial, ambiental y social.
¿Cuántos Conga, cuántos Pascua Lama [*] nos espera? Nos espera una
conflictividad multiplicada por veinte. ¿Cómo actuarán los Estado? ¿Con más
estigmatizaciones, uso desmedido de fuerza, más muertes?”, se pregunta Padilla.
La llegada de los flujos de inversión a
América Latina se viene dando en un escenario sustantivamente distinto al de
décadas pasadas señala José de Echave.
Una tendencia a tomar en cuenta en
relación con la minería es la multiplicación de los conflictos sociales y como
han girado, en los años 80 y 90 en los países con mayor presencia minera los
principales actores del conflicto eran los sindicatos de trabajadores.
Es evidente que en los últimos quince
años, los conflictos tienen como protagonistas a las empresas mineras y a las
comunidades de las zonas de influencia. “Hoy, los conflictos no
solo son de resistencia sino que cuestionan las políticas públicas que están
detrás de la minería”, dice De Echave.
Conflicto Conga
Después de 20 años de megaminería en la
región, Marco Arana subraya la transformación territorial, económica y social
que minería está generando en la zona.
“La desgracia de Cajamarca -dice Arana-
es que las concesiones mineras se ubiquen sobre los páramos, zona de
importancia hídrica de la región y que conforman un 23.60% del territorio”. Hay
que resaltar que además del proyecto Conga, otras seis concesiones mineras: La
Zanja, Tantahuatay, Shahuindo, Michiquillay, Galeno y Cerro Corona, amenazan
los páramos.
Arana dijo que las muertes de Conga
pudieron evitarse pues desde el 2004, diversas organizaciones sociales de la
región manifestaron su desacuerdo con el proyecto ante las autoridades sin recibir
respuesta.
Al 2011, luego de que la municipalidad
regional mediante la Ordenanza 036 declarara inviable Conga, el conflicto
estalló con los resultados lamentables este año.
El proyecto Yanacocha que está a 14
kilómetros de la ciudad, pone en riesgo 34 hectáreas de lagunas, 260 hectáreas
de bofedales, 17 mil has de pajonales, 682 manantiales. Generará una gran
afectación del ecosistema hídrico y zonas de recarga del sistema hídrico
subterráneo de la región.
“No hay que olvidar que Cajamarca es el
tercer productor de lácteos, el primer productor de lenteja y arveja del país,
que el 68% es rural y se dedica a la actividad agropecuaria. No es un
departamento eminentemente minero, a pesar de la cantidad de concesiones”,
finaliza Arana.
Nota:
[*] Pascua Lama es un proyecto de la
minera Barrick Gold de fuerte oposición en Chile.
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