sábado, 9 de febrero de 2013

Una historia oscura


El Nuevo Día
Editorial
Febrero 9 de 2013

Tan oscura como el carbón que extrae del Cesar la empresa estadounidense Drummond es su historia en Colombia.

En efecto, la empresa ha sido acusada de financiar grupos paramilitares desde mediados de los años 90 del siglo pasado. Por los hechos está procesado Jaime Blanco Maya, medio hermano del exprocurador Edgardo Maya Villazón y este último ha sido llamado a explicar su conducta. Los hechos objeto del proceso tienen que ver, entre muchos otros, con el asesinato de tres directivos del sindicato de la minera en el Cesar.


A lo anterior se debe añadir la permanente queja de las comunidades, situadas a lo largo de la línea del ferrocarril que transporta el carbón desde la mina hasta el puerto, por razón de la de la dispersión de residuos del mineral , con la natural afectación de la salud de la gente.
De la misma manera en Santa Marta ha habido reclamos continuos de la ciudadanía por la contaminación de las aguas de la bahía, de la zona turística y de todo el trayecto utilizado en el municipio antes de llegar a la zona de cargue marítimo.

Lo que vino a mover a las autoridades fue el derrame de entre 500 y mil 800 toneladas de una barcaza a punto de zozobrar que fueron arrojadas al mar.


La Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, ha suspendido la licencia a la Drummond- que este año habría de exportar 25 millones de toneladas- hasta cuando no presente un plan de manejo de contingencias; de la misma manera ha establecido una fecha límite en el año 2014 para que las cuatro compañías exportadoras de carbón carguen directamente en los barcos mediante bandas transportadoras y no lo hagan con trasbordos con barcazas como lo hacía la Drummond.


Por lo pronto se ha asignado a la Armada la investigación sobre los daños causados a la fauna, la flora y el entorno por razón del derrame del mineral y, seguramente, se producirán las sanciones administrativas y penales que han de traducirse en multas y sanciones para la operación.


La minera estadounidense actuaba como si tuviera patente de corso para sus numerosos desmanes pero, por fin, parece que va a haber un cambio de conducta en las autoridades colombianas y, particularmente, de las autoridades mineras y ambientales que actuaban como convidadas de piedra.    

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