Por más que la
AngloGold organizó una participación disciplinada y masiva de todos sus
empleados, con el debido cálculo ventajoso, en el evento convocado por
Cortolima, el pueblo del Tolima se levantó unitariamente en contra de la
política minera del gobierno y de los intereses transnacionales. Nuevamente
quedó claro que la resistencia de los defensores del medio ambiente y la vida
no tiene color político, ni intereses particulares, ni diferenciación social,
ni protagonismos individualistas.
En el evento se
percibía un refrescante sabor a dignidad como espíritu de unión de la comunidad
y de sus organizaciones sociales, políticas, gremiales y étnicas,
tanto de Cajamarca, Piedras, Rovira, Murillo e Ibagué, como de otros
municipios.
Por más que
alguien dio la orden de cerrar las puertas de la Gobernación en plena jornada
de atención al público, con la obvia intención de impedir el paso a muchos
ciudadanos, que acudían a un llamado institucional para defender el futuro de
sus hijos y la defensa de la tierra y la soberanía, se demostró que el poder
radica en el pueblo como dice la Constitución Política.
La reacción de
los asistentes ante las palabras de quien representa los intereses del negocio
minero, fue la que cualquier hombre o mujer, con vergüenza nacional y con
la claridad de que el agua y la biodiversidad no son mercancías, pudiese
haber tenido ante una propuesta ofensiva y moralmente inaceptable. Fue la
expresión espontánea de un pueblo que ya no le come cuento a los que otrora
engañaron con espejitos europeos, intercambiándolos por sus tesoros de arte y
cultura. Vuelven los mismos, ahora fichas del capitalismo
internacional, para intentar la continuidad de la explotación de nuestros
recursos naturales y perennes, a cambio de la destrucción inmisericorde de
nuestro entorno vital y de un dinero efímero y mal pago.
Esa decorosa
rebeldía de los ciudadanos, frente a la demencia de la locomotora que nos
quieren imponer y frente al negocio abusivo y codicioso de la compañía
mercantilista, fue la más significativa demostración unitaria de la
comunidad, ratificando que si es posible echar atrás un proyecto plagado de
inconsistencias técnicas, y de profundos vacíos éticos y morales. Los
representantes de los gobiernos locales, regionales y nacionales que todavía
siguen perdidos en la promesa de “sueños americanos y nuevos países de las
maravillas”, deberían tomar como ejemplo para sus vidas, como la población que
ama la tierra, prefiere la soberanía a la venta de los recursos naturales;
prefiere la salud de las generaciones futuras a la riqueza de unos accionistas
acumuladores de riqueza; en últimas prefiere la Dignidad a la voracidad del
capitalismo salvaje.
La contundencia
de nuestros principios y argumentos ha ido moldeando una actitud de
respeto por parte de algunos funcionarios públicos, que se han dado
cuenta que no pueden dudar ante la aplastante opinión mayoritaria y
que el pueblo los acompañará en las decisiones valientes que les corresponde
tomar. Las intervenciones de los defensores de los principios éticos de la
vida, de la soberanía alimentaria, de los recursos naturales, del territorio
indígena, de la tradición campesina, de los derechos fundamentales y
colectivos, fueron un torrente de sabiduría humanística, de solidez que tiene
los soportes técnicos, y fue un especial momento donde se reafirmó la
integralidad en la concepción social de defensa de la vida, el
agua, la soberanía y el territorio.
Para el Comité
Ambiental en Defensa de la Vida el evento caracterizado como mesa ciudadana
dejó algunos resultados:
1.
Los ciudadanos
rechazamos la política minera del gobierno nacional. No deseamos la continuidad
del proyecto la Colosa, ni la presencia de la Anglo Gold Ashanti ni de ninguna
otra empresa minera en la región.
2.
La resistencia
de los sectores sociales que tenemos dignidad y reclamamos de los demás respeto
por la madre tierra, podemos potenciar la articulación y coordinación de
esfuerzos para detener esa locomotora portadora de muerte.
3.
Es obligación del Estado habilitar escenarios de participación de la
ciudadanía como lo es la Consulta Popular, para poder tomar la decisión de
permitir o no la instalación de empresas extranjeras en la explotación de
riquezas naturales. Por lo mismo, desde ya deben prohibirse la
financiación de proyectos y las campañas de publicidad encaminadas a comprar la
conciencia y la voluntad de la gente y a viciar las decisiones libres.
Autónomas e independientes.
4.
En esta mesa ciudadana se oyó una sola voz, llena de la fuerza que tiene
un pueblo valiente y grande, que no cesará en proyectar acciones que puedan
detener un desventajoso negocio para los colombianos.
5.
Se confirma, por los mensajes cruzados en los celulares de los
directivos de la multinacional publicados por El Nuevo Día que la transnacional
minera, estigmatiza y criminaliza a los opositores de sus nefastos
intereses, con lo cual pone en riesgo la vida, honra e integridad de
quienes legítimamente tenemos derecho a rechazar sus propuestas. Por lo mismo
acompañamos los términos de la denuncia formulada por el Comité Ambiental y
Campesino de Anaime y Cajamarca en su comunicado.
5
de Junio, Día Internacional del Medio Ambiente
5ª.
Marcha Carnaval en defensa del Agua, la
vida y la Soberanía
COMITÉ
AMBIENTAL EN DEFENSA DE LA VIDA.
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