Domingo 08 de Marzo de 2009 00:00
En el consejo comunal, realizado el 7 de Marzo, en el municipio de Chaparral, el presidente Álvaro Uribe Vélez le otorgó el permiso a la multinacional Anglo Gold Ashanti para continuar con los trabajos de exploración, y posterior explotación del oro que se encuentra en Cajamarca. Así lo informó el diario El Nuevo Día, el 8 de Marzo, en su edición dominical (ver archivo adjunto).
Dijo el señor presidente que “no se conoce si existe compatibilidad entre el medio ambiente y la minería”, vaya uno a saber si existen tipos de minería que se puedan presentar compatibles con el medio ambiente, por lo menos, para el caso de la mina de oro en Cajamarca, denominado proyecto “La Colosa”, que se debe realizar bajo un tipo de minería particular, catalogado como a cielo abierto o tajo abierto, está absolutamente claro la incompatibilidad con el medio ambiente. Son bien conocidas por todos las catástrofes ambientales y sociales, causadas por las minas de oro a cielo abierto y bañadas con cianuro. Que el presidente no nos venga a enredar con eufemismos, cuando no se trata de cualquier tipo de minería, sino de una que se convierte en una amenaza contra la vida misma, afectando las especies animales y vegetales, acentuando su carácter destructivo hacia el medio ambiente.
Habrá que ver también, bajo qué circunstancias, al país le conviene más la minería formal que la informal, tal como lo señaló el mandatario. El departamento del Chocó, en donde abundan los trabajos mineros, es uno de los más pobres de Colombia, su gran riqueza minera se ha traducido en pobreza para sus habitantes. El presidente asocia minería formal con el advenimiento de las grandes empresas de la minería, tal es el caso de Anglo Gold Ashanti. ¿Se puede pensar en progreso para Colombia, cuando Anglo Gold Ashanti inició trabajos de manera ilegal?, -esto es lo que el señor presidente denomina minería formal-. ¿Será conveniente para la nación que de cada cien pesos, solamente cuatro pesos se queden en nuestro país?
Además, expresó que "para no seguir en una pelea abstracta hay que avanzar en una cosa que por lo menos nos dé luces, porque hoy no tenemos sino unos estudios no completos”. Esto significa, el desconocimiento, por parte del señor presidente, de los minuciosos estudios presentados por la Procuraduría, respaldada por la Contraloría y la Defensoría del Pueblo, y por, la máxima instancia ambiental del departamento, Cortolima, entidades que demostraron, de manera fehaciente, que era imposible otorgar los permisos de exploración, con fines de explotación, a la multinacional Anglo Gold Ashanti. Lo único que el presidente debía hacer era acatar la voz de estas entidades, autoridades en el tema ambiental y órganos de control pertenecientes al ministerio público; sin embargo, como era previsible, esto no sucedió.
Fueron vulnerados los artículos: 79, 80, 333 y 334 de la Constitución Política, la Ley 2 de 1959, los artículos 203, 204, 205 y 207 de decreto – ley 2811 de 1974, los artículos 1 y 3 de la Ley 99 de 1993, el artículo 34 de la Ley 685 de 2001 y los artículos 10 de la Ley 388 de 1997, y 17 del Decreto 1729 de 2002.
Una vez más, queda en evidencia el daño hacia los recursos naturales y hacia el patrimonio público de la Nación, con las decisiones tomadas por el señor presidente, quien actúa en contravía de la ley y a las espaldas de los intereses generales de la nación, que deben ser los del bienestar colectivo de la sociedad.
que se puede esperar de un gobierno que nos ha demostrado que sus intereses no son mas que economicos, que esos intereses siempre van por encima del bienestar del pueblo. debeos empezar a reunirnos y dar a conocer mejor esta situacion por que no podemos quedar de brazos cruzados ante esas arbitrariedades.
ResponderEliminarEse fue un gobierno que habló de TLC todo el tiempo sin decirnos por cuáles carreteras iban a llevar los productos que venderíamos. A esos tipos solo les interesa gobernar, para cuidar sus intereses personales.
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