DIARIO TOLIMENSE EL NUEVO DÍA
MARTES 30 DE MARZO DE 2010
El desarrollo de las vastas y no convencionales arenas bituminosas en Alberta, Canadá, constituye uno de los últimos esfuerzos destinados a encontrar una fuente de energía fósil capaz de mantener y expandir el crecimiento económico capitalista, en un momento en el que las reservas convencionales de petróleo –la fuente de energía que impulsó la era industrial del siglo XX- están llegando a un punto límite y entrando en un irreversible período de declinación. A pesar de las enormes inversiones hechas en nueva tecnología para el descubrimiento y la recuperación, la producción convencional de petróleo ha estado cayendo progresivamente en la última década en los países no-OPEP, y peor aún, los grandes productores de la OPEP han sido incapaces en los últimos años de aumentar significativamente su propia producción. El cambio hacia alternativas no-convencionales como la de las arenas bituminosas de Alberta, trae consigo grandes problemas como un incremento dramático de las emisiones de gases de efecto invernadero, el envenenamiento del agua y la destrucción del suelo.
El descubrimiento y aprovechamiento de la energía proveniente de combustibles fósiles permitió al capitalismo ir más allá de las limitaciones de las "energías bióticas" dependientes de la circulación de energía solar. Este cambio hizo posible el desarrollo de la globalización capitalista al unificar las economías nacionales y al permitir la proyección del poder económico y militar a escala global.
La razón por la cual las arenas bituminosas y otras fuentes no convencionales de petróleo están siendo desarrolladas hoy en día es que nos encontramos en un punto de inflexión en el régimen de energía de combustibles fósiles del capitalismo. Con la depredación de las reservas convencionales a lo largo del siglo XX, las arenas bituminosas de Alberta y Venezuela constituyen las reservas más significativas de energía en el planeta. Pueden ser turbias, sucias, tóxicas, y disruptivas con la vida humana y el medio natural, pero al capitalismo sólo se interesa por la generación de ganancias y por mantener el sistema económico funcionando. El capitalismo, con el propósito de mantener su crecimiento debe generar una transición hacia un nuevo régimen de energía que reemplace los combustibles fósiles. Pero no sólo necesita un nuevo régimen de energía, sino que necesita uno con un retorno de energía mayor que la invertida.
Esta fuente de energía no-carbónica debe ser barata, no contaminante, debe evitar contribuir al cambio climático, y ser capaz de integrarse con la infraestructura de distribución existente. Si el capitalismo no desarrolla tal fuente alternativa de energía a tiempo, podemos esperar una aceleración en el cambio climático en la medida en que se incremente el uso de petróleo de arenas bituminosas, el carbón y la biomasa en reemplazo de las declinantes reservas de petróleo y gas natural. Al mismo tiempo, la competencia internacional por las restantes reservas de petróleo se verá acelerada, y el dramático aumento del costo de vida seguramente lleve a una intensificación de la lucha de clases a nivel local, nacional e internacional. tomkeefer@gmail.com
Arenas bituminosas
Las arenas bituminosas (o "de alquitrán" o "de petróleo") se encuentran constituidas por una combinación de arcilla, arena, agua y bitumen. A diferencia de los pozos convencionales de petróleo, que son explotados a partir del bombeo de los pozos, las arenas bituminosas se extraen con técnicas de minería superficial o reduciendo su viscosidad a partir de vapor o solventes. Luego deben ser procesadas por refinerías especiales para obtener productos derivados del petróleo.
Tom Keefer
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