miércoles, 9 de septiembre de 2009

Ni siquiera están equivocados

George Monbiot en The Guardian (08/09/09)

Necesitamos un enfoque nuevo y radical para reducir los gases de
efecto invernadero; y es posible que haya llegado.

Al menos, hasta hace unos meses, los objetivos gubernamentales
para recortar los gases de efecto invernadero tenían la virtud de estar
equivocados. Eran objetivos equivocados, para las fechas
equivocadas, y no guardaban relación con el objetivo declarado de
impedir más de dos grados de calentamiento global. Pero usaban una
metodología que incluso los críticos más duros (yo incluido) creían
que podría mejorarse hasta que ofreciera los resultados deseados:
solo hacía falta que los recortes se elevaran y aceleraran.
Todo eso lo han cambiado tres documentos publicados a principios de
año. El primero, publicado en febrero en las Actas de la Academia
Nacional de la Ciencias inglesa, establecía el escenario (1). Mostraba
que el cambio climático que causamos hoy “es en gran parte
irreversible durante un período de 1.000 años a contar desde la fecha
del cese de las emisiones”. Alrededor del 40% del dióxido de carbono
producido por los seres humanos en este siglo se mantendrá en la
atmósfera por lo menos hasta el año 3000*. Además, gracias a las
formas peculiares en que los océanos absorben el calor de la
atmósfera, es probable que las temperaturas medias globales
“permanezcan aproximadamente constantes … hasta el final del
milenio aunque las nuevas emisiones sean cero”.

En otras palabras, las esperanzas de los gobiernos relativas a la
trayectoria del cambio de temperatura están mal fundamentadas.
Casi todos, incluyendo el Reino Unido, trabajan con la suposición de
que podemos alcanzar los objetivos deseados en cuanto a la
temperatura y las concentraciones atmosféricas de CO2, para
después verlos retroceder. Lo que demuestra este documento es que,
allí donde se alcancen los picos de temperatura, más o menos es allí
donde permanecerán. No hay camino de retroceso.

Los otros dos documentos fueron publicados en Abril por Nature.
Mientras los gobiernos y Naciones Unidas establecen objetivos de
recortes para determinadas fechas, estos artículos medían algo muy
diferente: el volumen total de dióxido de carbono que podemos
producir unido a tener todavía una buena posibilidad de evitar más de
dos grados de calentamiento. Uno de los artículos, de un equipo
dirigido por Myles Allen, muestra que para evitar dos grados de
calentamiento hemos de producir como máximo la mitad de un trillón
de toneladas de carbono (1.830 mil millones de toneladas de dióxido
de carbono) entre la fecha de hoy y el año 2500; aunque
probablemente deba ser mucho menos (2). El otro artículo, escrito
por un equipo dirigido por Malte Meinshausen, propone que la
producción de 1.000 mil millones de toneladas de CO2 entre 2000 y
2050, nos daría un 25% de posibilidades de superar los dos grados
de calentamiento (3).

Escribiendo en otro lugar, los dos equipos nos dan una idea de lo que
esto significa. En las tasas de uso actuales, quemaremos en cuatro
décadas la ración que Allen establece para los próximos 500 años (4).
El presupuesto de carbono de Meinshausen entre ahora y el año 2050
se habrá consumido antes de 2030(5).

Existe otra manera de expresar estos límites. El World Energy Council
(WEC) publica las cifras de reservas globales de los combustibles
fósiles (6). Una reserva significa los minerales que han sido
identificados, cuantificados y cuya explotación resulta rentable; en
otras palabras, aquellos que más o menos están preparados para ser
extraídos. (La cantidad total de un mineral encontrado en la corteza
terrestre recibe el nombre de recurso). El WEC afirma que 848 mil
millones de toneladas de carbono (7), 177.000 mil millones de
metros cúbicos de gas natural (8) y 162 mil millones de toneladas de
crudo(9) están preparadas para su extracción. Sabemos
aproximadamente cuánto carbono contiene una tonelada de carbón,
un metro cúbico de gas y un barril de petróleo. Puede ver los cálculos
y referencias al final de este artículo: el resultado sugiere que las
reservas oficiales de carbón, gas y petróleo ascienden a 818 mil
millones de toneladas de carbono.

El peso molecular del dióxido de carbono es 3,667 veces el del
carbono. Eso significa que las reservas actuales de combustible fósil,
incluso aunque ignoremos las fuentes no convencionales como las
arenas alquitranadas y el esquisto pretrolado, producirían 3.000 mil
millones de toneladas de dióxido de carbono si se quemaran. En otras
palabras, si no queremos superar los dos grados de calentamiento
global, según el artículo de Allen podemos quemar hasta el año
2500(10). Meinshausen afirma que ya hemos usado una tercera parte
de su presupuesto para 2050 desde el año 2000(11), lo que sugiere
que solo nos podemos permitir quemar el 22% de las reservas
actuales entre la fecha de hoy y el año 2050(12). Si contáramos las
fuentes no convencionales (su contenido de carbono es mucho más
difícil de calcular), la proporción todavía sería menor.

Estos tres documentos nos dejan algunas conclusiones evidentes. La
trayectoria de los recortes es más importante que el destino final. Un
recorte del 80% para el año 2050, por ejemplo, podría producir
resultados muy diferentes. Si la mayor parte del recorte se hiciera al
principio del período, las emisiones totales que entran en la
atmósfera serían mucho más pequeñas que si la mayor parte del
recorte se hiciera hacia el final del período. La medida que cuenta es
el pico de concentración atmosférica. Este debe ser tan bajo como
sea posible y lograrse lo antes posible, lo que significa hacer ahora
mismo la mayor parte de las reducciones. Asegurarnos de no superar
las emisiones acumulativas debatidas en los artículos de Nature
significa establecer un límite absoluto a la cantidad de combustible
fósil que podemos quemar, lo cuál, como muestran mis cálculos
aproximados, será probablemente una cantidad mucho más pequeña
que las reservas ya identificadas. Eso implica una moratoria global
sobre las prospecciones y desarrollo de nuevos campos.

Nada de esto está actualmente sobre la mesa. Los objetivos y
metodología usados por los gobiernos y por Naciones Unidas, que
constituirán la base de sus negociaciones en Copenhague, ni siquiera
están equivocados; son irrelevantes. A menos que haya un cambio
radical de los planes entre hoy y diciembre los líderes del mundo no
solo estarán discutiendo sobre el alineamiento de las hamacas en el
Titanic, sino que debatirán con ardor acerca de quiénes son los
dueños de las hamacas y quiénes tienen la responsabilidad de
moverlas. Por fascinante que pueda ser esta discusión, no alterará el
rumbo del transatlántico.

Pero al menos alguien tiene un plan nuevo y radical. Esta tarde, el
equipo que hizo la película The Age of Stupid está lanzando la
campaña 10:10 que apunta a un recorte de un 10% de las emisiones
de gases de efecto invernadero durante 2010. Esta parece
aproximadamente la trayectoria necesaria para tener una buena
oportunidad de evitar los dos grados de calentamiento. Al estimular a
las personas, empresas e instituciones a firmarla, la campaña espera
avergonzar al gobierno del Reino Unido para que adopte esto como
objetivo nacional. Eso daría al Gobierno la fuerza moral para exigir
recortes fuertes e inmediatos a otras naciones, basados en la ciencia
actual y no en la conveniencia política.

No estoy de acuerdo con todo lo que propone la campaña. Permite
que las empresas reclamen reducciones de la intensidad del carbono
como si fueran recortes reales: dicho de otro modo, pueden medir
sus relaciones relativas con respecto al volumen, en lugar de en
términos absolutos. Hay un incómodo precedente para esto: el
recorte de la intensidad del carbono fue la propuesta de George Bush
para abordar el cambio climático. Puesto que el crecimiento
económico es la causa mayor del crecimiento de las emisiones, esto
parece una manera de escabullirse. Los recortes no serán auditados
independientemente, lo que podría minar la credibilidad del Gobierno.
Pero esto son sutilezas. 10:10 es el mejor disparo que hemos hecho.

Podría no ser suficiente, podría no funcionar; pero al menos es
importante. Acepto el compromiso. ¿Y ustedes?

Traducido por Víctor García para Globalízate

Artículo original:
http://www.monbiot.com/archives/2009/08/31/not-even-wrong/

References:
1. Susan Solomon, Gian-Kasper Plattner, Reto Knutti, and Pierre
Friedlingstein, 10th February 2009.Irreversible climate change due to carbon dioxide emissions. PNAS,vol. 106, no. 6, pp1704–1709.
Doi: 10.1073/pnas.0812721106.
http://www.pnas.org/content/early/2009/01/28/0812721106.full.pdf+html
2. Myles R. Allen et al, 30th April 2009. Warming caused by
cumulative carbon emissions towards the trillionth tonne. Nature 458. doi:10.1038/nature08019. http://www.nature.com/nature/journal/v458/n7242/full/nature08019.html
3. Malte Meinshausen et al, 30th April 2009. Greenhouse-gas emission targets for limiting global warming to 2 °C. Nature 458,1158-1162. doi:10.1038/nature08017.
http://www.nature.com/nature/journal/v458/n7242/full/nature08017 .html
4. Myles Allen et al, 30th April 2009. The exit strategy: Emissions
targets must be placed in the context of a cumulative carbon budget
if we are to avoid dangerous climate change. Nature doi:10.1038/climate.2009.38.
http://www.nature.com/climate/2009/0905/full/climate.2009.38.html
5. Potsdam Institute for Climate Impact Research, 30th April 2009.
On the way to phasing out emissions: More than 50% reductions
needed by 2050 to respect 2°C climate target.
http://www.pik-potsdam.de/news/press-releases/on-the-way-tophasing-
out-emissions-more-than-50-reductions-needed-by-2050-torespect-
2b0c-climate-target
6.http://www.worldenergy.org/publications/survey_of_energy_resource
s_2007/default.asp
7.http://www.worldenergy.org/publications/survey_of_energy_resource
s_2007/coal/627.asp
8.http://www.worldenergy.org/publications/survey_of_energy_resource
s_2007/natural_gas/664.asp
9.http://www.worldenergy.org/publications/survey_of_energy_resource
s_2007/crude_oil_and_natural_gas_liquids/638.asp
10. On average, one tonne of coal contains 746 kg carbon -
http://bioenergy.ornl.gov/papers/misc/energy_conv.html
One cubic metre of natural gas contains 0.49 kg carbon -
http://bioenergy.ornl.gov/papers/misc/energy_conv.html
The figure for oil is less certain, because not all of its refinery
products are burnt. But the rough calculation here suggests that the
use of a barrel of oil releases 317kg of CO2 -
http://numero57.net/?p=255. There are roughly 7 barrels to the
tonne, giving an approximation of 2219kg CO2, or 605kg of carbon.
So the carbon content of official known reserves of coal, gas and oil
amounts to:
848 x 0.746 = 633 +
177,000 x 0.00049 = 87+
162 x 0.605 = 98
Total conventional fossil fuel reserves therefore contain 818 billion
tonnes of carbon.
11. Potsdam Institute for Climate Impact Research, ibid.
12. 667/3000.

Traducido para Globalízate por Víctor García.

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