Debido a posibles irregularidades
en el trámite de la licencia ambiental, el ente de control abrirá indagación
preliminar al proyecto hidroeléctrico. Emgesa no ha sido notificada.
La Contraloría General de la
Nación abrirá indagación preliminar al proyecto hidroeléctrico de El
Quimbo en el Huila, tras hallar presuntas irregularidades en el trámite de
otorgamiento de la licencia ambiental, que dio vía libre a la obra el 15 de
mayo de 2009. La decisión se conoció ayer y fue tomada por el ente de control
luego de evaluar varios documentos presentados por la Asociación de afectados
por la hidroeléctrica el Quimbo (Asoquimbo), que serían prueba de que
Emgesa-Endesa obtuvo la licencia sin contar con los estudios de impacto
ambiental.
Aunque el contralor delegado para el Medio
Ambiente, Javier Cruz, le dijo a El Espectador que por
ahora el proceso se mantendrá en reserva, por tratarse de una indagación
preliminar, confirmó que las presuntas irregularidades pudieron causar un
detrimento patrimonial superior a los $350 mil millones debido a los daños
sociales, ambientales y económicos generados con la intervención.
Además, señaló que la investigación
busca determinar las posibles anomalías en las en que pudo haber incurrido el
Ministerio de Ambiente y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales
(ANLA) frente al trámite de esta licencia, con el cual se avaló el
proyecto hidroeléctrico planeado para generar 2.260 gigavatios de energía al
año.
Sumado a esto, la Contraloría señaló
que es necesario un nuevo censo a las comunidades afectadas por la hidroeléctrica,
debido a que el que realizó la empresa se habría dejado por fuera varias
localidades que no fueron visitadas y que en efecto resultarían afectadas por
la generadora de energía. La construcción de la central que estaría lista en el
2014 y que ha avanzado en un 50%, tendría un área de influencia de 8.500
hectáreas, comprometiendo territorios de los municipios de Gigante,
Garzón, Altamira, El Agrado, Tesalia, y Paicol. Para adelantar las obras
fue necesario desviar el río Magdalena, con graves efectos ambientales, y
reubicar al menos 300 familias que tuvieron que vender sus tierras para que
fueran inundadas.
Hoy los miembros de Asoquimbo,
que han hecho una férrea oposición al proyecto, celebran que la obra esté en la
mira de la Contraloría. Siete meses atrás, representantes de asociación se
reunieron con la contralora Sandra Morelli en su despacho en
Bogotá para explicarle durante casi dos horas por qué consideran que la
intervención tendría “serias anomalías suficientes para detener el proyecto”.
De acuerdo con Miller Dussan, líder de Asoquimbo “Se otorgó la
licencia sin tener listo el diagnóstico ambiental de alternativas, necesario
para cualquier proyecto de este tipo”. Esos argumentos harían parte de las
pruebas que tuvo en cuenta el ente de control para iniciar la investigación.
A través de un comunicado oficial Emgesa manifestó “que no ha formado
parte de ningún proceso de indagación preliminar por parte de la Contraloría
General de la República y tampoco ha sido notificada de ningún proceso de
responsabilidad fiscal en su contra”.
Esta no es la primera vez que el proyecto está en la mira de un ente de control. El 8 de mayo de 2009, la Procuraduría General de la Nación recomendó al Ministerio de Ambiente “abstenerse de otorgar licencia para la construcción, debido a que no es conveniente que se inunden una de las mejores tierras de la región cuando se considera que el Huila es pobre en tierras productivas”. A su turno, también manifestaron sus reparos a la hidroeléctrica el Instituto Colombiano de Antropología e Historia y laCorporación Autónoma del Magdalena entre otros.
“Lo que demuestra la decisión de la Contraloría es que
teníamos razón: las pérdidas ambientales, económicas y sociales que
consideramos como un detrimento nacional son mucho mayores a las compensaciones
que planea la empresa”, basado en esta premisa, Asoquimbo planea instaurar una
demanda ante el Consejo de Estado la próxima semana con el fin de que sean
detenidas las obras de inmediato. Sin embargo, Emgesa insiste en que la empresa
“cumplió debidamente con todas las obligaciones para el proceso del
licenciamiento ambiental y que viene ejecutando las obras del Proyecto
Hidroeléctrico El Quimbo dentro del marco de lo establecido en dicha licencia”.
El Espectador
VIII 23 12
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