(Yakarta, el 14 de Junio de 2013)
Nosotros, la Vía Campesina, venimos a extender nuestro
llamado urgente a tejer hilo a hilo la unidad a nivel global entre
organizaciones del campo y la ciudad para participar activa, propositiva y
decididamente en la construcción de una nueva sociedad, basada en la soberanía
alimentaria, la justicia y la igualdad.
Nos encontramos aquí convocados por el espíritu de
nuestros de nuestros amigos y líderes y todos aquellos cuyo coraje y compromiso
con nuestras luchas nos inspiran. La Vía Campesina, un movimiento internacional
campesino que reúne a más de 200 millones de organizaciones de campesinas y
campesinos, pueblos indígenas, pescadoras, recolectoras, trabajadoras agrarias,
y con la creatividad de las mujeres y el entusiasmo de nuestros jóvenes venimos
de 183 organizaciones y 88 países. Estamos en Asia, hogar de la mayoría de
campesinas y campesinos del mundo para festejar nuestros primeros veinte años
de lucha.
Comenzamos nuestro camino en Mons (Bélgica) en el año
1993 y articulamos nuestra visión radical de la Soberanía Alimentaria en 1996
en Tlaxcala (México) en 1996 logrando reposicionar al campesinado, hombres y
mujeres como actores sociales centrales en los procesos de resistencia a la
agenda de comercio neoliberal y en la construcción de alternativas. Los pueblos
de la tierra somos actores indispensables en la construcción, no sólo de un
modelo de agricultura distinto, sino de un mundo justo, diverso e igualitario.
Somos nosotras y nosotros los que alimentamos a la humanidad y cuidamos la
naturaleza. Las generaciones futuras dependen de nosotros para el cuidado de la
tierra.
Hoy más que nunca, otro mundo es urgente y necesario.
La destrucción de nuestro mundo a través de la sobrexplotación y desposesión de
los pueblos y la apropiación de los bienes naturales están produciendo la
actual crisis climática y profundas desigualdades que amenazan a la humanidad
en su conjunto y a la vida misma. La Vía Campesina dice un rotundo NO a esta
destrucción impulsada por las corporaciones.
Nosotros estamos construyendo nuevas relaciones entre
los seres humanos y con la naturaleza sobre la base la solidaridad, la
cooperación y la complementariedad. En el corazón de nuestra lucha está en la
formulación de una ética para la vida que atraviesa todas nuestras acciones y
búsquedas. La Vía Campesina se ha comprometido a dar visibilidad a todas las
luchas locales alrededor del mundo, asegurando que sean entendidas desde una
perspectiva internacional y contribuye a involucrarlas en un gran movimiento
global por la soberanía alimentaria, el cambio social y la autodeterminación de
los pueblos del mundo.
Llamamos a todas nuestras organizaciones, a nuestros
aliados y amigos, amigas, hermanas y hermanos en la lucha, y a todos aquellos
comprometidos con un futuro mejor a continuar caminando juntos y juntas y a
rechazar la agenda de la “Economía Verde” y a continuar construyendo la
Soberanía Alimentaria.
Nuestras luchas:
1.- Soberanía Alimentaria Ya –
Transformando el mundo
La Soberanía Alimentaria que es el eje central de la
lucha por un proyecto de justicia social que hoy convoca a amplios sectores del
campo y la ciudad. La soberanía alimentaria es el derecho fundamental de todos
los pueblos, naciones y estados a controlar sus alimentos y sus sistemas
alimentarios y a decidir sus políticas asegurando a cada uno alimentos de calidad,
adecuados, accesibles, nutritivos y culturalmente apropiados. Ello incluye el
derecho de los pueblos para definir sus formas de producción, uso e intercambio
tanto a nivel local como internacional.
Durante las últimas dos décadas nuestra visión de la
Soberanía Alimentaria ha inspirado a una generación de activistas comprometidos
con el cambio social. Nuestra visión del mundo implica una revolución agrícola
que significa profundas transformaciones agrícolas, socioeconómicas y
políticas. La Soberanía Alimentaria ha enfatizando la importancia crucial de la
producción local y sustentable, el respeto por los derechos humanos, precios
justos para los alimentos y la agricultura, comercio justo entre países y la
salvaguarda de nuestros bienes comunes contra la privatización.
Hoy estamos frente a la mayor crisis de nuestra
historia y la misma es una crisis sistémica. Las crisis alimentaria, laboral,
energética, económica, climática, ecológica, ética, social, política e
institucional están llevando al colapso en muchas partes del mundo. En
simultaneo la crisis energética se agudiza día a día frente al agotamiento de
los combustibles fósiles y es enfrentada con falsas soluciones que van desde
los agro-combustibles a la energía nuclear, la cual ha demostrado ser una de
las peores amenazas para la vida sobre la tierra.
Rechazamos el capitalismo, que en este momento se
caracteriza por un agresivo flujo del capital financiero y especulativo hacia
la agricultura industrial, la tierra y la naturaleza. Esto ha generado un inmenso
acaparamiento de tierras, la expulsión de campesinas y campesinos de su tierra,
la destrucción de pueblos, comunidades, culturas y sus ecosistemas, creando
migraciones y desempleo masivos. Esto genera masas de migrantes económicos y
refugiados climáticos y desempleados, incrementando las inequidades existentes.
Las transnacionales en complicidad con los gobiernos y
las instituciones internacionales están imponiendo bajo el pretexto de la
Economía Verde, monocultivos de transgénicos, la megaminería, las grandes
plantaciones forestales, la imposición de plantaciones de agrocombustibles, la
construcción de grandes represas, el fracking y los oleoductos o la
privatización de nuestros mares, ríos, lagos y nuestros bosques. La Soberanía
Alimentaria arrebata el control sobre nuestros bienes comunes devolviéndolos a
manos de las comunidades.
2.- La Agroecología es nuestra opción
para el presente y para el futuro
La producción de alimentos basada en la agricultura
campesina, el pastoralismo y la pesca artesanal sigue siendo la principal
fuente de alimentos en el mundo. La agricultura campesina de base agroecológica
constituye un sistema social y ecológico que está conformado por una gran
diversidad de técnicas y tecnologías adaptadas a cada cultura y geografía. La
agroecología elimina la dependencia de los agrotóxicos; rechaza la producción
animal industrializada; utiliza energías renovables; permite garantizar
alimentación sana y abundante; se basa en los conocimientos tradicionales y
restaura la salud e integridad de la tierra. La producción de alimentos en el
futuro estará basada en un creciente números de personas produciendo alimentos
en forma diversa y resiliente.
La agroecología protege la biodiversidad y enfría el
planeta. Nuestro modelo agrícola no solo puede alimentar a toda la humanidad
sino que también es el camino para detener el avance de la crisis climática
enfriando el planeta a través de la producción local en armonía con nuestros
bosques, alimentando la biodiversidad y la reincorporación de la materia
orgánica a sus ciclos naturales.
3.- Justicia social y climática y
solidaridad
A medida que avanzamos y construimos a partir de
nuestra diversidad cultural y geográfica, nuestro movimiento por la soberanía
alimentaria se ve reforzado integrando la justicia y la igualdad social.
Practicando la solidaridad por sobre la competencia, rechazamos el patriarcado,
el racismo, el imperialismo y luchamos por sociedades democráticas y
participativas, libres de explotación de las mujeres, los niños, los hombres o
la naturaleza.
Demandamos justicia climática ya mismo. Quienes más
sufren este caos climático y ecológico no son los que lo han provocado. Las
falsas soluciones de la economía verde para continuar el crecimiento
capitalista están empeorando la situación. Se crea una deuda ecológica y
climática que debe ser corregida. Por esta razón demandamos la inmediata
detención de los mecanismos de mercados de carbono, geoingeniería, REDD y los
agrocombustibles.
Ratificamos la necesidad y nuestro compromiso de
luchar en forma permanente contra las corporaciones transnacionales, actuando
entre otras formas, boicoteando sus productos y rechazando cooperar con sus
prácticas de explotación. Los Tratados de Libre Comercio y los acuerdos de
inversión han creado condiciones de extrema vulnerabilidad e injusticias para
millones. La implementación de estos tratados trae como resultado la violencia,
la militarización y la criminalización de la resistencia. Otra consecuencia
trágica de los mismos es la creación de una masa masiva de migrantes mal
pagados, con trabajos inseguros e insalubres y con violaciones de sus derechos
humanos y discriminación. La Vía Campesina ha logrado colocar los derechos de
los campesinos y campesinas en la agenda del Consejo de los Derechos Humanos de
la ONU y llamamos a los gobiernos a ponerlos en práctica. Nuestra lucha por los
derechos humanos está en el corazón de la solidaridad internacional e incluye
los derechos y protección social de los agricultores migrantes y trabajadores
de la alimentación.
Las luchas por el derecho a la tierra, a la
alimentación, al trabajo digno, contra la destrucción de la naturaleza, son
criminalizadas. Son cientos los compañeros y compañeras que han sido asesinados
en los últimos años y otros muchos ven amenazadas sus vidas o son perseguidos y
encarcelados, frecuentemente con el apoyo o la complicidad de las autoridades
públicas.
4.- Un mundo sin violencia y
discriminación contra las mujeres
Nuestra lucha es para construir una sociedad basada en
la justicia, la igualdad y la paz. Exigimos el respeto de todos los derechos de
las mujeres. Rechazando el sistema capitalista, patriarcal, la xenofobia, la
homofobia y la discriminación basada en cuestiones raciales, étnicas,
reafirmamos nuestro compromiso en lograr una igualdad total entre hombres y
mujeres y hombres y sus derechos a una total igualdad. Esto requiere el fin de
toda forma de violencia contra las mujeres doméstica, social e institucional
tanto en las zonas rurales como en las zonas urbanas. Nuestra Campaña contra la
Violencia hacia las Mujeres está en el corazón de nuestras luchas.
5.- Paz y desmilitarización
Vivimos un incremento de conflictos y guerras para la
apropiación, proliferación de bases militares y criminalización de la
resistencia. La violencia es intrínseca a este sistema capitalista mortal
basado en la dominación, la explotación y el pillaje. Nosotros estamos
comprometidos con el respeto, la dignidad y la paz.
Nos duele y nos honra los cientos de campesinas y
campesinos que han sido amenazados, perseguidos, encarcelados, asesinados por
sus luchas. Continuaremos exigiendo rendición de cuentas y castigo para quienes
violan los derechos humanos y los derechos de la naturaleza. Demandamos también
la liberación inmediata de todos los presos políticos.
6.- Tierra y territorios
Defendemos una Reforma Agraria Integral que ofrezca
plenos derechos sobre la tierra, reconozca los derechos legales de los pueblos
indígenas a sus territorios, garantice a las comunidades pesqueras el acceso y
el control de las zonas y ecosistemas de pesca y reconozca el acceso y el
control de las tierras y las rutas de migración de pastoreo. Esta es la única
manera de asegurar un futuro para los jóvenes del campo.
La Reforma Agraria Integral, vista como una
distribución masiva de tierras junto con el apoyo con recursos para la
producción y el sustento, debe garantizar el acceso permanente a los jóvenes,
las mujeres, los desempleados, los sin tierra, para complementar a las pequeñas
fincas, a los desplazados y todos aquellos que estén dispuestos a participar en
la producción a pequeña escala de alimentos agroecológicos. La tierra no es una
mercancía. Deben reforzarse las leyes existentes y crear nuevas para
protegernos de la especulación y un marco jurídico que impida la especulación
con ellas y su acaparamiento. Continuaremos nuestra lucha en defensa de las tierras
y los territorios.
7.- Semillas, bienes comunes y agua
Las semillas, el corazón de la Soberanía Alimentaria
las enaltecemos con el principio Semillas Patrimonio de los Pueblos al Servicio
de la Humanidad reafirmado hoy por cientos de organizaciones en todo el mundo.
Nuestro desafío pasa hoy por seguir manteniendo a nuestras semillas vivas en
manos de nuestras comunidades, por multiplicarlas en el marco de nuestros
sistemas campesinos. Continuaremos la lucha contra su apropiación a través de
diversas formas de propiedad intelectual y su destrucción por su manipulación
genética y otras nuevas tecnologías. Nos oponemos a los paquetes tecnológicos
que combinan transgénicos con el uso masivo de pesticidas.,
Seguimos hoy enfrentando la Leyes de semillas que de
la mano de los intereses de las corporaciones son privatizadas y
mercantilizadas. Seguimos enfrentando a los transgénicos y luchando por un
mundo libre de transgénicos.
Los ciclos de la vida fluyen a través del agua y ella
es una parte esencial de los ecosistemas y la vida. El agua es un bien común y
como tal debe ser protegido.
Construyendo desde nuestras fortalezas:
Nuestra gran fortaleza es crear y mantener unidad en
la diversidad. Nosotros tenemos una visión del mundo inclusiva, amplia,
práctica, radical y esperanzada como invitación a unirnos en la transformación
de nuestra sociedad y la protección de la Madre Tierra.
·
Las movilizaciones populares, la confrontación con los poderosos, la
resistencia activa, el internacionalismo, el compromiso con los movimientos de
base locales son esenciales para lograr cambios sociales efectivos.
·
En nuestra heroica lucha por la Soberanía Alimentaria continuaremos
construyendo alianzas esenciales con los movimientos sociales tales como los
trabajadores y organizaciones urbanas y de las periferias, con emigrantes, con
quienes luchan contra la mega minería y las mega represas, entre otras. .
·
Nuestras principales herramientas son la formación, la educación y la
comunicación. Estamos fomentando el intercambio de conocimientos acumulados
hasta el presente con metodologías y contenidos de formación cultural, política
e ideológica y técnica; multiplicando nuestras escuelas y experiencias de
educación de nuestras bases y desarrollando nuestras herramientas de
comunicación desde nuestras bases.
·
Nos comprometemos a crear espacios especiales para potenciar a nuestros
jóvenes. Nuestra mayor esperanza hacia el futuro es la pasión, energía y
compromiso de nuestros jóvenes articulada en los jóvenes de nuestro movimiento.
Nos vamos de esta VI Conferencia Internacional de la
Vía Campesina dando la bienvenida a las nuevas organizaciones que se han
integrado a la Vía Campesina, seguros de nuestras fortalezas y llenos de
esperanzas con el futuro.
¡Por la tierra y la soberanía de
nuestros pueblos! ¡Con solidaridad y lucha!
Fotos, videos y programas de radio: http://tv.viacampesina.org/spip.php...
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