Demasiado poco, demasiado
tarde, peligroso
DANIEL
TANURO
Domingo 16
de noviembre de 2014
Los medios de comunicación se han hecho ampliamente
eco del acuerdo entre China y EE UU por el que estos dos países se comprometen
a reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero con el fin de reducir el
cambio climático.
El acuerdo se ha hecho público semanas después de que
la Unión Europea diera a conocer sus propios objetivos en torno a la reducción
de emisiones/1. Con este acuerdo, la probabilidad de que la Conferencia
sobre el Clima que tendrá lugar en Paris a finales de 2015 (COP21) no será una
reproducción [fracaso] de la de Copenhague (2009), sino que llegar a un acuerdo
internacional que cumpla todos los requisitos, aumenta considerablemente.
Ahora bien, el contenido de los compromisos asumidos
por los dos países que más gas de efecto invernadero emiten a la atmósfera,
confirma más aún, si cabe, la probabilidad de que este acuerdo será ecológicamente
insuficiente y tecnológicamente peligroso; y, en consecuencia, socialmente
injusto.
Los compromisos chinos
Empecemos por la parte china. El texto hecho público
en Pekín por Barak Obama y Xi Jinping recoge que China comenzará a reducir sus
emisiones absolutas, a más tardar, en el año 2030, y que en esa fecha las
fuentes energéticas con "cero-carbono" cubrirán el 20% de sus
necesidades.
Para valorar esta promesa hay que tener en cuenta que
en el año 2013 las fuentes energéticas de "cero carbono" en China
representaban el 9% del consumo primario de energía y que el XII Plan
quinquenal fija el 15% para 2020. Por tanto, al ritmo de estas inversiones, ganar
un 5% más en diez años no será nada del otro mundo; en 2012, se han invertido
65 mil millones de dólares en energías "no fósiles".
También es necesario tener en cuenta que "fuentes
cero-carbono" no significa "energía renovable". La energía de
las grandes presas hidráulicas y de las centrales nucleares no es renovable
(las presas se llenan por aluviones de agua y las reservas de uranio son
limitadas), aunque esas fuentes energéticas se consideradan como de
"cero-carbono" o "bajas en carbono". En 2014, China disponía
de 20 reactores nucleares en explotación y 28 en construcción (de ellos 2 EPR).
Durante la crisis de Fukushima suspendió el programa nuclear, pero ya lo ha
vuelto a reactivar: la potencia instalada debería triplicarse de aquí al año
2020…
Por último, según el GIEC, respetar el límite de 2ºC
[en el incremento de la temperatura] teniendo en cuenta las
"responsabilidades diferenciadas" de los distintos grupos de países
("desarrollados", "emergentes" y "otros") implica
que países como China aumenten su eficiencia energética -es decir, reduzcan sus
emisiones relativas del 15 al 30% (en función de su grado de desarrollo). Con
el objetivo del 20%, China está en la parte baja de la horquilla…
Los compromisos de EE UU
Veamos ahora los compromisos estadounidenses. Al final
del acuerdo, EE UU se compromete a reducir sus emisiones de aquí al año 2025
entre un 26 y 28%, en relación al 2005.
Según los datos de la Agencia Americana de
Medioambiente (EPA), Estados Unidos emitió en 2012 7.254 gigatoneladas (Gt) de
gas de efecto invernadero. Así pues, una reducción del 26% en 2025 significaría
que las emisiones se sitúen en 5368 Gt (5223 Gt para el 28%). Para hacerse una
idea de lo que significa esta reducción, hay que tener en cuenta los siguientes
elementos:
Según el protocolo de Kioto (que EE UU firmó pero no
ratificó nunca), en 2012 el Tío Sam debería haber reducido sus emisiones en un
8% en relación al año 1990. Esto significa que las emisiones deberían haber
pasado de 6233 Gt (cifra de 1990) a 5734 Gt. En lugar de esto, han aumentado en
un 0,2% de media anual, hasta alcanzar 6526Gt . Dicho de otro modo: Obama se
compromete a hacer en 2025 apenas un poco más de lo que EE UU ya debería haber
alcanzado hace dos años.
Las emisiones de EE UU aumentaron entre 1990 a 2005,
tras lo cual han disminuido en una media del 1,4% anual. Esta disminución se
debe sobre todo a que, en parte, el gas de esquisto ha sustituido al carbón en
la producción de electricidad. Así pues, según el acuerdo, las emisiones de
EEUU pasaran de 6526 Gt en2012 a 5368 en 2025… es decir, una reducción neta de
96 Gt/anual: justo un 1,4%. Dicho de otro modo: de aquí al año 2025, Obama no
se compromete mas que a mantener el ritmo actual de reducción de emisiones…
mediante la catastrófica explotación del gas de esquisto/2.
Finalmente, pero no menos importante: según el GIEC,
para que exista una opción razonable de no sobrepasar en mucho los 2ºC de
incremento de temperatura, respetando el principio de las "responsabilidades
diferenciadas" entre grupos de países, en relación al año 1990, las
emisiones de los países desarrollados deberían disminuir entre el 25 y el 40%
de aquí al año 2020. En el caso de EEUU, esto implicaría un objetivo de
emisiones comprendidas entre 4665 Gt (-25%) y 3740Gt (-40%)… en 2020. A
comparar con el acuerdo: 5368 en … 2025.
Nuclear, gas de esquisto, captura y
almacenamiento…
Veamos ahora los medios que los EE UU y China disponen
para alcanzar sus objetivos. El texto del acuerdo tiene el mérito de ser claro:
"Ambas partes quieren continuar reforzando el diálogo político y la
cooperación práctica, que comprende la cooperación en las tecnologías punta
sobre el carbono, la energía nuclear, el gas de esquisto y las energías
renovables. Esto ayudará a optimizar el mix energético en los dos países y a
reducir las emisiones, entre ellas las del carbono."
La expresión "tecnologías puntas sobre el
carbono" se refiere sobre todo a la captura y almacenamiento geológico del
CO2. Ya he llamado la atención sobre el
hecho de que esta tecnología de aprendiz de brujo está camino de imponerse como
La solución de compromiso capitalistas (es decir, coja) entre la lucha contra
el calentamiento y los intereses de las multinacionales fósiles/3. El
acuerdo China-EE UU confirma esta apreciación. En efecto, el acuerdo prevé
"El establecimiento en China de un nuevo proyecto gran de
almacenamiento de carbono a través de un consorcio público-privado
internacional dirigido por Estado Unidos y China con el objetivo de estudiar de
forma intensiva y de pilotar el almacenamiento del carbono utilizando CO2industrial así como trabajar
conjuntamente sobre el nuevo proyecto piloto de recuperacóon creciente de agua
(Enhanced Water Recovery) para producir agua dulce por una inyección de CO2 en los acuíferos salinos
profundos."
En otras palabras: China y EEUU las dos grandes
potencias en emisiones de carbono quieren continuar quemando sus enormes stocks
de carbono (200 a 300 años al ritmo de consumo actual), solo que almacenando
bajo tierra el CO2 producto de la combustión.
La captura-almacenamiento es una de las técnicas de
"geo-ingeniería" inventada por estos doctores Folamour, para quienes
el crecimiento capitalista es una ley natural aún más ineludible que la de la
atracción de las masas… Sin embargo, los riesgos de la captura son serios,
empezando por el riesgo de la fuga masiva de CO2 en caso de terremoto (que,
según alguno, la propia captura podría provocar).
Pero nada puede poner freno a la búsqueda incesante de
beneficio [capitalista]. EE UU pone a disposición la tecnología y China ofrece
los emplazamientos para el almacenamiento. De ese modo, y bajo la batuta del
"Partido Comunista", el taller del mundo capitalista podrá continuar
utilizando combustibles fósiles para producir a precios bajos las mercancías
que se venderán masivamente en los mercados occidentales.
Además, la inyección de CO2 en los acuíferos salinos
profundos permitirá recuperar un agua que, una vez desalinizada, constituirá un
precioso recurso explotable... contra dinero sonante y contante, claro está.
Esos zumbados que dirigen el mundo
Para el sistema, la política de la lucha contra el
cambio climático no es concebible mas que en la media que permita hacer negocio.
En caso de que sea posible, ¿por qué no hacerlo?... se trata necesariamente de
una buena política. Como señala el acuerdo: "La comunidad científica ha
demostrado claramente que la actividad humana está ya en aras de cambiar el
sistema climático mundial. Al mismo tiempo, la evidencia económica hace cada vez
más claro el hecho de que actualmente una acción inteligente sobre el clima
puede pilotar la innovación, reforzar el crecimiento económico y aportar
importantes beneficios".Adelante pues con los negocios y que no cunda
el pesimismo.
El acuerdo sobre el clima de China y EE UU hace pensar
en la famosa frase de Churchill: "Too lillte, too late".
Efectivamente, es "demasiado poco y demasiado tarde", por lo tanto,
peligroso y violentamente antisocial. Porque nunca está de más repetirlo: es la
gente pobre quien pagará (quien ya paga) la factura del calentamiento. Y lo
hará a un precio colosal.
Movilicémonos, con nuestros colectivos, sindicatos,
movimientos de mujeres y de jóvenes. Juntos, hagamos recular a estos zumbados
que dirigen el mundo. Juntos, impongamos una transición energética que sea a la
vez ecológicamente eficaz y socialmente justa.
14/11/2014
Daniel Tanuro
Traducción: VIENTO SUR
Notas
1/ Ver El engaño del
acuerdo europeo sobre el clima en http://www.vientosur.info/spip.php?...
2/SegúnKevin Anderson, director
del Tyndall Center on Climate Change Research, los países desarrollados
deberían reducir sus emisiones de inmediato en un 11% anual hasta el año 2050.
3/Ver EL
GIEC lanza la voz de alarma en http://www.vientosur.info/spip.php?...
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