¡LAS CALLES Y PUEBLOS TIENEN LA
ÚLTIMA PALABRA!
Miércoles 4 de septiembre de 2013, por Mar
Las manifestaciones y protestas por parte de agricultores en
Colombia están a punto de completar dos semanas. En un país caracterizado
históricamente por el abandono y falta de apoyo al desarrollo de zonas rurales,
los campesinos decidieron desde el 19 de Agosto 2013 salir a protestar por las
carreteras de toda Colombia. Las manifestaciones aglomeran un diverso grupo de
sectores y regiones del país, desde cultivadores de papa en Boyacá, pasando por
productores de leche en Nariño, hasta llegar a cultivadores de arroz y tomate
en el Huila.
por CADTM Colombia, 3 de septiembre de 2013
Si bien las características específicas de los problemas de
cada uno de estos sectores son diferentes, existen una serie de elementos
comunes entre estos. Entre ellos se destaca la dificultad de competir con
productos importados de bajo costo que entran al país en el marco del Tratado
de Libre Comercio (TLC) firmado con los Estados Unidos, apreciación del tipo de
cambio, altos costos de los insumos y fertilizantes, así como la falta de apoyo
del gobierno al sector agrícola en la forma de preparación técnica, créditos y
subsidios. Tomados de conjunto estos elementos muestran que más allá de ser un
problema coyuntural, la problemática del campo colombiano tiene un carácter
estructural. Las protestas en este sentido responden a la maduración de un
conflicto social y económico de larga data.
Ante esta situación el gobierno ha adoptado un discurso
disociado de la realidad. En un primer momento, a una semana del comienzo del
paro, el Presidente Santos negó la existencia misma de este. Solo ante el
recrudecimiento de los bloqueos de carreteras, así como las denuncias de abuso
de fuerza por parte de la Policía Nacional, el Presidente se retractó de su
afirmación. Así, en el curso de 3 días, se pasó de una situación donde el
discurso oficial del gobierno negaba la existencia de problemas, a uno donde se
reconocía una crisis generalizada del sector agrario.
Las respuestas propuestas por parte del gobierno no difieren
mucho de su discurso. Más que proponer un replanteamiento generalizado de la
política en el sector agrario, el gobierno se circunscribe a plantear remedios
de corto plazo los cuales en última instancia solo alargan la agonía de los
campesinos colombianos que viven día a día del producto de la tierra. En el
caso del TLC, el gobierno propone la implementación de salvaguardas que
temporalmente permiten aumentar las tarifas arancelarias en una serie de
productos agrícolas. Así mismo, propone la eliminación de aranceles para
insumos con el objetivo de reducir los costos de estos. Finalmente, como
sucedió en el caso de los caficultores, el gobierno ha propuesto el
establecimiento de subsidios destinados a mantener precios mínimos para los
productores.
Si bien estas propuestas permiten aliviar de manera
inmediata la difícil situación de los campesinos colombianos, lo cierto es que
el gobierno no está en capacidad de mantener este esquema de subsidios y
protección más allá de unos cuantos meses. Ello se debe al marco institucional
asociado a la adopción del TLC por parte del país. La eliminación de aranceles
a bienes agrícolas adoptada al momento de firmar dicho acuerdo es de carácter
permanente. Debido a este cambio, se ha observado un inusitado aumento de las
importaciones de alimentos en Colombia. Entre 2012 y 2013, primer año de
vigencia del TLC, las importaciones de bienes agrícolas de Colombia desde
Estados Unidos aumentaron en un 70% |1|.
Para disminuir la entrada de importaciones, el gobierno ha
propuesto el uso de salvaguardas. Dentro de las regulaciones del TLC estas
permiten aumentar temporalmente las tarifas ante situaciones excepcionales como
las que vive el país actualmente. Sin embargo, solo pueden utilizarse entre 1 y
3 años, con renovación requerida en el segundo año. Más allá del tercer año, el
uso de este tipo de mecanismos queda prohibido por parte del acuerdo |2|. Es
decir que futuros gobiernos que tengan interés en proteger la producción
nacional por medio de cambios en la política arancelaria del país se verán
imposibilitados por las restricciones impuestas por el TLC. En tal evento,
tanto los productores nacionales, como la soberanía alimentaria del país,
quedaran de nuevo indefensos ante las importaciones de alimentos.
En cuanto al tipo de cambio, la apreciación experimentada
por el peso colombiano a lo largo de los últimos años pone en seria desventaja
a los productores nacionales, al reducir artificialmente el costo de las
importaciones. Los principales factores detrás de esta dinámica son la alta
entrada de capitales al país asociadas con actividad en el sector minero, así
como capitales golondrina buscando beneficiarse del diferencial de tipo de
interés. La única respuesta del gobierno ante esta situación ha sido la
esterilización de los flujos de capital por medio de la emisión de deuda de
corto plazo. En los últimos 2 años tal estrategia le ha costado al gobierno
cerca de mil millones de dólares, en la forma de pérdidas registradas por parte
del Banco de la Republica, a cambio de moderar mas no eliminar completamente la
revaluación. Frente a esta política la alternativa es la implementación de
controles de capitales, como ya se ha hecho anteriormente en el país. Sin
embargo, como en el caso de las salvaguardas, el país no puede utilizar este
mecanismo debido a las restricciones impuestas por el TLC, las cuales prohíben
este tipo de controles. Así, el tipo de cambio del peso colombiano y con ello
la suerte de los productores nacionales siguen sujetas a los vaivenes de la
especulación financiera.
El costo de los insumos y fertilizantes es un caso similar a
lo que ocurre con las salvaguardas y los controles de capitales. El problema
clave en esta area es la concentración en la estructura de mercado. La razon
por la cual en Colombia los precios de los fertilizantes pueden llegar a estar
entre 25 y 35% por encima de los precios internacionales esta asociada con el
hecho que solo 4 empresas controlan entre el 80 y 90% del mercado en el pais
|3|. La disminución en las tarifas aunadas a las restricciones fitosanitarias y
de calidad en el TLC mantendran esta estructura, cambiando solamente los
proveedores. Ello se debe a que las restricciones fitosanitarias y de calidad,
requieren de la utilizacion de semillas y fertilizantes certificadas. Estos son
provistos por las grandes compañias de la agroindustria como Monsanto, las
cuales obligan a los cultivadores a comprar paquetes tecnologicos completos. En
el caso de aquellos cultivadores que se resistan a este esquema productivo, se
arriesgan a la destrucción de sus cultivos y semillas como queda demostrado en
el documental 9.70 |4|.
Finalmente, en lo que respecta a los subsidios, estos
representan tal vez la peor alternativa disponible. Ante la falta de protección
y apoyo a la agricultura por parte del gobierno, los subsidios solo mitigan de
manera temporal el carácter estructural de la baja productividad de gran parte
del sector agricola en Colombia. En lineas generales, los subsidios tienden a
beneficiar a la agroindustria en el pais, la cual dispone de facil acceso a
credito por su tamaño y altos niveles de productividad, sin ayudar de manera
estrategica a mejorar las condiciones de producción y de vida de los pequeños y
medianos campesinos que viven cosecha a cosecha.
Ante esta situación se requeriria un aumento significativo
de los recursos que destina el pais, no para subsidiar, sino para invertir en
el desarrollo de las capacidades y potencial de la agricultura en el pais, por
medio de la tecnificación y especialización productiva de la economia
campesina. Sin embargo, una mirada al presupuesto de la Nación revela una
situación bastante diferente. Mientras que en el presupuesto de 2013 el sector
agricultura recibio recursos por 3,7 billones de pesos (1,9 millardos de
dolares) en 2014 el sector recibira 2,1 billones de pesos (1,1 millardos de
dolares). Esto representa una disminución del 43%, justo en el año en que
ademas del TLC con Estados Unidos, se espera entre en vigencia el TLC con la
Union Europea.
No solo el sector agricola ve reducida su partipación sino
que en general la estructura del presupuesto de Colombia muestra la poca
atención que recibe el campo. Los recursos del sector representan un 1% del
total del presupuesto de 2014. Mientras tanto el sector Defensa, basicamente
los recursos de la Policia y Ejercito Nacional, recibira 27,7 billones de pesos
(14,5 millardos de dolares), es decir 14 veces los recursos destinados para
agricultura. Mas grave aun, mientras los campesinos protestan y se manifiestan
en contra del olvido estatal, el gobierno destina 44,7 billones de pesos (23,3
millardos de dolares) para el pago de la deuda, o 23 veces los recursos de
agricultura. Al sumar los recursos destinados al pago de la deuda y el sector
defensa, estos representan el 37% de los recursos totales del presupuesto de
2014. Esta cifra es el equivalente de los recursos de agricultura, educación,
salud, inclusión social, transporte y vivienda.
Los numeros dejan en claro que mas alla de buscar resolver
de manera estructural los problemas del campo colombiano, el gobierno busca
soluciones de corto plazo que le permitan posicionarse de cara a las elecciones
que tendran lugar en el pais en el primer semestre de 2014. El costo de esta
estrategia necesita ser sopesado, no solo frente a la futura reaparición de la
misma serie de problemas que enfrenta hoy en dia el sector agricola, sino mas
importante aun frente a una posible conclusion exitosa de los dialogos de paz
que se llevan a cabo en la Habana. Ante la oportunidad historica de lograr una
solución negociada al conflicto armado, Colombia no se puede dar el lujo de
continuar desatendiendo las tensiones sociales y economicas que dieron lugar
originalmente al periodo de violencia que ya dura mas de 60 años. Al parecer
las calles y pueblos de Colombia, y en especial su capacidad de seguir presionando
por cambios al gobierno, tienen la ultima palabra al respecto.
Notas:
|1| Senado de Colombia, "Las cifras confirman que
Colombia es el gran perdedor del TLC con Estados Unidos: senador Robledo”,
disponible en: http://www.senado.gov.co/sala-de-pr...
|2| Kruger, P., Denner, W., Cronje, J., (2009), “Comparing
Safeguard Measures in Regional and Bilateral Agreements”, ICTSD, Issue Paper
No. 22, disponible en: http://www.felixpena.com.ar/601E3B3...
|3| El Espectador, “Colombia, campeón mundial en precio de
fertilizantes”, disponible en: http://www.elespectador.com/noticia...
|4| En este documental se muestra el caso de un grupo de
cultivadores de arroz del departmento del Huila, los cuales se ven forzados a
destruir sus semillas en el marco de los lineamientos del TLC con Estados
Unidos. Ver, Documental 9.70 de Victoria Solano, disponible en:
http://www.youtube.com/watch?v=kZWA...
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Comercio, Deuda, y Soluciones Temporales a la (...)
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