Aprovechando que el día 19 de octubre es el Día Internacional contra
el Fracking, publicamos una declaración de colectivos ecologistas y
conservacionistas contra esta práctica.
Para nuestra coalición de organizaciones no gubernamentales especializadas
en los ámbitos del medio ambiente y la salud, la utilización en Europa de
técnicas de fractura hidráulica para la obtención de petróleo y gas de
esquisto, así como del metano procedente de yacimientos de carbón, constituyen
graves motivos de preocupación, debido en particular a sus repercusiones en las
siguientes esferas:
·
Clima: no todos los científicos están de acuerdo en que los gases no
convencionales (como el gas de esquisto y el metano procedente de yacimientos
de carbón) reduzcan de manera significativa la totalidad de las emisiones de
gases de efecto invernadero con respecto a otros combustibles fósiles
convencionales (por ejemplo, el carbón);
·
Energía: la explotación del gas de esquisto y de metano procedente de
yacimientos de carbón socava las iniciativas a favor del ahorro energético, la
transición hacia energías renovables y la reducción de las emisiones de gases
de efecto invernadero;
·
Contaminación del agua: la fractura hidráulica conlleva el riesgo de
contaminar las aguas superficiales y subterráneas (incluida el agua potable)
con las sustancias químicas tóxicas utilizadas en los fluidos de fracturación,
y de aumentar en dichas aguas la concentración de metano y materiales
peligrosos y radioactivos que se encuentran de forma natural en el subsuelo.
·
Consumo de agua: La fractura hidráulica consiste en bombear bajo tierra
grandes cantidades de agua dulce, gran parte de la cual resulta contaminada,
irrecuperable, o ambas cosas; dado que las operaciones de fractura hidráulica
requieren grandes cantidades de agua dulce, este proceso creará importantes
presiones sociales y ambientales al menos a nivel local y regional, y en
particular en las regiones que sufren escasez de agua;
·
Contaminación atmosférica: la prospección de gas no convencional y las
operaciones conexas producen contaminantes atmosféricos, incluidas partículas,
precursores de ozono troposférico, y metano;
·
Contaminación del suelo: la fractura hidráulica entraña el riesgo de fugas
procedentes de depósitos de almacenamiento de residuos contaminados, de las
aguas residuales y de los posibles incendios de los pozos;
·
Uso de la tierra: la fractura hidráulica altera el paisaje y afecta a las
zonas rurales y a los espacios protegidos;
·
Ruido: la explotación del gas de esquisto genera contaminación acústica
procedente de los equipos y de los vehículos, la cual afecta a los residentes
de la zona, al ganado y a la vida silvestre;
·
Actividad sísmica: la fractura hidráulica aumenta los riesgos de
movimientos sísmicos, lo que a su vez incrementa el riesgo de daños a los pozos
y de fugas procedentes de los mismos;
·
Repercusiones sanitarias y ambientales acumulativas y combinadas sobre las
comunidades y los trabajadores de la industria del gas no convencional; por
ejemplo, la fractura hidráulica aumenta la exposición a sustancias químicas
tóxicas.
·
Repercusiones socioeconómicas en las comunidades: la fractura hidráulica
puede provocar ciclos de “expansión y recesión” en las economías locales en
detrimento de otras economías más sostenibles basadas en la agricultura y el
turismo.
Todos estos efectos repercuten directa e indirectamente en la salud
individual y pública y muchos de ellos no se producen solo a nivel local, sino
también regional e incluso mundial. Sin una evaluación científica exhaustiva de
las repercusiones de la fractura hidráulica, el auge del gas no convencional
constituiría un experimento de enorme alcance para el medio ambiente y la salud
humana.
Además, tomamos nota de lo siguiente:
1. Al objeto de reducir el calentamiento global a menos de 1,5 grados
Celsius y, por ende, de prevenir un cambio climático peligroso, la utilización
de combustibles fósiles debe ir reduciéndose lo más rápidamente posible.
Creemos que las energías renovables, el ahorro energético y una importante
reducción de las emisiones de CO2 constituyen la única vía factible hacia un
futuro saludable y sostenible desde el punto de vista ambiental. La explotación
de combustibles fósiles no convencionales, como el gas de esquisto y el metano
procedente de yacimientos de carbón, aumentará la totalidad de las emisiones de
gases de efecto invernadero, dado que la posterior explotación de dichos
combustibles incrementará la dependencia de los combustibles fósiles a nivel
mundial y, por consiguiente, ralentizará el desarrollo a gran escala de
energías renovables limpias y el ahorro energético.
2. La fractura hidráulica es una actividad de alto riesgo que afecta a la
salud humana y al medio ambiente en general. La fractura hidráulica para
obtener combustibles contraviene el compromiso de la UE de alcanzar un nivel de
protección ambiental más elevado, tal como se establece en el artículo 37 de la
Carta de los Derechos Fundamentales. También, de conformidad con el artículo 35
del Tratado, la UE se compromete a garantizar un alto nivel de protección de la
salud humana en todas las políticas y actividades de la Unión. Una de las
responsabilidades de la UE es elaborar políticas ambientales basadas en “los
principios de precaución y de acción preventiva, en el principio de corrección
de los atentados al medio ambiente, preferentemente en la fuente misma, y en el
principio de quien contamina paga” (artículo 191 del Tratado de Funcionamiento
de la Unión Europea). Por tanto, creemos que la explotación del gas no
convencional dentro del territorio comunitario es contraria a las
obligaciones de la UE en virtud del Tratado.
3. Creemos que se produce una violación de los principios mencionados
anteriormente debido a la ausencia de:
- un análisis exhaustivo y detallado, realizado por una
entidad independiente, del marco normativo de la UE, por lo que
respecto a las fases de prospección y explotación;
- apartados en la Directiva marco sobre el agua o en
cualquier otra normativa derivada (por ejemplo, sobre aguas subterráneas o
sobre normas de calidad ambiental) que se refieran a las características
específicas de la fractura hidráulica;
- un estudio científico de la contaminación atmosférica provocada
por la fractura hidráulica y sus repercusiones a largo plazo para la salud;
- un estudio científico de la contaminación del agua provocada
por la fractura hidráulica y sus repercusiones a largo plazo para la salud
(tanto de la contaminación provocada por los materiales peligrosos y
radioactivos que se producen de manera natural durante el proceso, como del
metano y otras sustancias contaminantes producto de de los fluidos utilizados
en la fractura hidráulica, que interactúan, por ejemplo, con los productos
utilizados en la desinfección del agua);
- una evaluación completa de la capacidad de todas las instalaciones de
tratamiento de aguas, en todos los países afectados, para tratar las aguas
residuales generadas, así como de los costes de tratamiento de aguas, tomando
como base el principio de quien contamina paga;
- una evaluación completa de las capacidades de supervisión y aplicación de
las autoridades de los Estados miembros en todos los ámbitos de impacto;
- una evaluación científica de los riesgos transfronterizos de
contaminación atmosférica y del agua, teniendo en cuenta la información
facilitada por el público;
- un libro verde de la Comisión Europea en cuya elaboración participen
plenamente todas las partes interesadas pertinentes, sobre los ámbitos que
pueden resultar afectados por las actividades de fractura hidráulica y que no
entren dentro del ámbito de aplicación de la reglamentación de la Unión Europea
actualmente en vigor;
- un conjunto claro y vinculante de documentos de referencia sobre las mejores
técnicas disponibles (Brefs) en Europa destinados a las empresas que realizan
operaciones de fractura hidráulica.
4. Hasta la fecha no existe en Europa un proceso uniforme mediante el cual
los ciudadanos y las comunidades participen en la adopción de decisiones
relativas al gas y petróleo de esquistos o al metano procedente de yacimientos
de carbón. En la mayoría de los proyectos de fractura hidráulica no se solicita
el consentimiento libre y con pleno conocimiento de causa de las comunidades
antes de las fases de prospección y explotación, cuando éstas deberían
participar plenamente en los debates sobre estas cuestiones.
5. Las empresas que realizan actividades de fractura hidráulica no hacen
pública una lista exhaustiva y detallada de las sustancias químicas utilizadas
en cada uno de sus proyectos, por lo que resulta imposible evaluar los riesgos
para la salud y el medio ambiente que se derivan de su explotación y
prospección (incluidas las repercusiones durante todo el ciclo de vida).
Actualmente, dados los distintos plazos y requisitos establecidos en la
legislación relativa al registro, la evaluación, la autorización y la
restricción de sustancias y preparados químicos (Reglamento REACH), no existe a
disposición del público información sobre las sustancias químicas y los
controles establecidos por el Reglamento REACH sobre la fractura hidráulica
podrían tardar mucho tiempo en aplicarse.
Hasta que estos problemas no se aborden debidamente mediante una evaluación
científica exhaustiva, creemos que no deberían proseguir las actividades
relacionadas con la extracción de gas y de petróleo de esquistos, ni de metano
procedente de vetas de carbón, e instamos a los Estados miembro a suspender
todas las actividades en curso, derogar los permisos y prohibir todos los
proyectos nuevos de prospección y explotación.
La Comisión, en su calidad de guardiana de los tratados, debería garantizar
la aplicación plena y puntual, por parte de los Estados miembros, de todas las
leyes de la UE relativas al gas y de petróleo de esquistos y al metano
procedente de yacimientos de carbón y presentar propuestas legislativas que
aborden los aspectos que no estén todavía contemplados en la legislación
comunitaria.
También instamos a la UE, a sus Estados miembros y a las instituciones
financieras europeas a no seguir prestando apoyo financiero o político a los
proyectos en los que intervenga el gas y de petróleo de esquistos y al metano
procedente de yacimientos de carbón. Toda la ayuda financiera y política
prestada a los proyectos relacionados con el gas de esquisto en los países del
Sur Global debería desviarse hacia la producción y promoción de fuentes de
energía renovables e iniciativas de ahorro energético, de conformidad con los
Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Food & Water Europe
Friends of the Earth Europe
Greenpeace
Health & Environment Alliance
Con el apoyo de:
Agir pour l´environnement (Francia)
AITEC (Francia)
Aktions Bündnis no moore fracking (Alemania)
Les Amis de la Terre (Francia)
% Francia
CEE Bankwatch network (Europa/Polonia)
CAN Europe (Europa)
Grupos ecologistas de Bulgaria
Citizens Environmental Coalition (USA)
Ecologistas en Acción (España)
European Environmental Bureau (Europa)
Environmental Health Fund (USA)
EKO UNIA (Polonia)
Friends of the Earth (Inglaterra, Wales, Irlanda)
Guaranteed Fracking Free (Inglaterra)
Fondation Danielle Mitterrand (Francia)
Global 2000 (Austria)
Milieu Defensie (Países Bajos)
Schaliegas Vrij (Países Bajos)
NTN (Australia)
Réseau Action Climat (Francia)
Réseau Environnement Santé (Francia)
Gegen-gasbohren (Alemania)
Science Corps. (USA)
Wecf (Francia)
Greenpeace (Centro y Oeste de Europa)
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