miércoles, 26 de junio de 2013

POLÉMICA EN LA COMUNIDAD CIENTÍFICA

Los defensores de los transgénicos y el nuevo estudio sobre daños en los cerdos
TOM LASKAWY
Sábado 22 de junio de 2013
Este es un artículo sobre el reciente estudio que revela daños en los cerdos alimentados con transgénicos. Sólo una advertencia, en contra de lo que dice Tom Laskawy, no se ha producido el consenso del que habla sobre el estudio de Séralini con el maíz NK603 y Roundup, diciendo que estuvo “mal concebido y fue mal ejecutado”.
GMWatch ha estado informando desde septiembre de 2012 los apoyos que ha recibido este estudio desde diferentes países. Hay más información sobre este asunto en el sitio webhttp://gmoseralini.org. Contestación a las críticas realizadas al estudio de Séralini: https://noticiasdeabajo.wordpress.com/2012/09/23/respuestas-del-equipo-de-seralini-a-las-criticas-realizadas-a-su-estudio-sobre-el-maiz-transgenico/. Nota de GMWatch. [Sobre este estudio se ha publicado en Viento Sur: Escándalo sanitario: un estudio pone en jaque el futuro de 46 transgénicos en Europa yLos expertos rechazan el estudio de Séralini. NdR]
Siéntese y respire profundamente. Tómeselo con calma. ¿Preparado? Voy a hablar de un nuevo estudio que sugiere que los alimentos procedentes de los cultivos modificados genéticamente quizás no sean lo más conveniente para nosotros.
¡Sé lo que está pensando!: ¿No hemos hablado de forma repetida de este asunto ya? Ya el grupo industrial CropLife, ese que odia a la primera dama estadounidense, Michelle Obama, ha realizado más de 150 estudios científicos en los que se alimentaba a los animales con cultivos biotecnológicos y, hasta la fecha, no hay evidencias científicas de ningún efecto perjudicial.
Usted recordará el reciente alboroto que se levantó tras la publicación del estudio realizado por el científico francés Giles-Eric Séralini, que encontró evidencias de que una dieta a base de maíz transgénico producía tumores en las ratas. Los críticos inmediatamente plantearon importantes cuestiones sobre el estudio y se produjo un consenso sobre lo mal ejecutado y concebido de tal estudio. También varios científicos dijeron que oponerse a los transgénicos es comparable, moralmente, a negar el cambio climático.
¡Así que un nuevo estudio! ¿El affaire Séralini revisitado? Echemos un vistazo.
Científicos australianos, que trabajaron en una granja de Iowa y veterinarios de los Estados Unidos, estudiaron a 168 lechones que fueron criados y engordados para su sacrificio. La mitad de los cerdos fueron alimentados con pienso no transgénico y la otra mitad con un pienso que tenía como base maíz y soja transgénica. Los investigadores dijeron que los piensos transgénicos contenían varios tipos de granos modificados genéticamente, comunes en la alimentación del ganado. Una de las semillas era resistente a los herbicidas, por ejemplo, y otra desarrollaba sus propios pesticidas. (Una de las críticas a los últimos ensayos de alimentación con transgénicos es que no se reflejaban las prácticas reales de alimentación y que por lo tanto no podría ser responsable de cualquier posible sinergia por exposición de los animales a más de uno de los transgenes).
Los veterinarios examinaron a los cerdos una vez sacrificados y no sabían si lo que exploraban era un cerdo criado por piensos transgénicos o no. Los resultados, según informó la Agencia Reuters fueron:
“Los investigadores dijeron que no encontraron diferencias observables entre los cerdos alimentados con una dieta que incluía transgénicos y los que no, en ganancia de peso, índice de mortalidad y las medidas bioquímicas en los análisis de sangre.
Pero los cerdos que consumieron una dieta con transgénicos tenían una tasa más alta de inflamación estomacal severa: el 32% de los cerdos alimentados con transgénicos, en comparación con sólo el 12% de los alimentados con no transgénicos. La inflamación era peor en los machos alimentados con transgénicos que en los alimentos con no transgénicos, con una diferencia en un factor de 4; las hembras alimentadas con transgénicos tenían una inflamación más severa en un factor de 2,2, frente a las hembras alimentadas con no transgénicos. Además, las hembras alimentadas con transgénicos tenían un útero que era un 25% más pesado que las hembras alimentadas con piensos no transgénicos”.
¿Qué pensar de todo esto?
Algunos críticos al estudio, como el realizado por Anastasia Bodnar, codirectora del grupo sin fines de lucro Biology Fortified, dijo que hay un desacuerdo importante al no garantizar el estudio que el alimento transgénico utilizado fuese equivalente al no transgénico. “Lo ideal para estos estudios de alimentación es que se controlen los ambientes de cultivo, las isolíneas genéticas y se hiciera un análisis de sus componentes”, de modo que se pudieran haber aislado los efectos que se encontraron.
También se puede cuestionar la forma en la que los investigadores analizaron los datos recogidos. Si bien es cierto que los investigadores encontraron diferencias estadísticamente significativas en la incidencia de inflamación grave del estómago entre los cerdos alimentados con transgénicos y los que no, no se utilizaron técnicas que pudieran establecer que los datos se dieran por casualidad. Un científico, ingeniero agrónomo y estadístico, crítico muy a menudo con los estudios anti transgénicos, observaba en un blog que las diferentes técnicas estadísticas habían encontrado diferencias entre unos animales y otros.
Sin embargo, incluso los críticos del estudio coinciden en que se llevó de una manera rigurosa y que los hallazgos son interesantes y que vale la pena tenerlos en cuenta. Los investigadores, después de todo, encontraron índices muy elevados de inflamación severa. Como autor principal del estudio se encuentra Judy Carman, que señaló en una respuesta a las críticas que todos los cerdos alimentados en condiciones comerciales típicas sufren de inflamación estomacal. Pero la inflamación era más grave en los cerdos alimentos con piensos transgénicos.
Pero en lugar de solicitar que se realice un nuevo estudio independiente para contrastar lo obtenido en el estudio, los críticos lo descartaron como “ciencia basura”, un estudio muy sesgado de Carman, quien es profesora en la Universidad de Flinders en Australia del Sur. También dicen que quien proveyó de pienso no transgénico fue el propio granjero, que es un importante vendedor de alimentos no transgénicos. A pesar de que el estudio estuvo financiado por el Gobierno australiano, no se puede considerar un grupo de presión, o que pertenezca a la Industria Biotecnológica, para el caso. La lección para los científicos que pudieran estar interesados en la alimentos con cultivos transgénicos es que no merece la pena molestarse.
Ya he escrito sobre esta cuestión otras veces: cuando los estudios están realizados por las empresas de Biotecnología, la mayor parte de ellos, no se obtienen las mismas conclusiones. De hecho, los Organismos Gubernamentales utilizan las conclusiones de estos estudios financiados por la Industria para decidir su comercialización y por tanto convertirse en nuestros alimentos.
A raíz de la violenta reacción contra el estudio de Séralini, Francois Houllier, director de la Agencia de Investigación Agrícola de Francia, dijo en las páginas de Nature que había que realizar más investigaciones sobre la alimentación con transgénicos:
“Creo que tenemos que financiar con fondos públicos los estudios que analicen los factores de riesgo y beneficio de los cultivos transgénicos. También necesitamos más estudios interdisciplinarios de los alimentos modificados genéticamente, especialmente en su repercusión en la salud de los animales y de los seres humanos…
En segundo lugar, la investigación siempre tiene que cumplir con los estándares académicos adecuados. En mi opinión, cualquier incumplimiento del rigor y la trazabilidad del trabajo científico… podría dar lugar a una falta de confianza, obtener resultados inesperados. Este debe ser un trabajo riguroso…
Como científicos, tenemos que estar al tanto de los problemas sociales, incluso cuando hay una contradicción entre innovación y precaución”.
Estas son palabras de alguien que no rechaza de plano la posibilidad de que los transgénicos no puedan producir daños. No es el caso de los efectos nocivos de productos industriales: DDT, BPA, PCB, etc, etc, etc). Existe un nuevo campo de estudio que es la Epigenética, que ha empezado a explorar cómo nos pueden afectar las sustancias a las que nos exponemos. Y está la noción de microbioma, que abre nuevas fronteras para la investigación.
Los críticos de los transgénicos son acusados de anteponer su ideología a la Ciencia. Pero viendo las reacciones viscerales de los defensores de los transgénicos ante cada nuevo estudio que se hace, lo mismo se pudiera decir de estos. Como Michael Hansen, científico principal de Consumers Union (el brazo político y de acción de Consumer Reports), dijo: “Es algo que se debe tener en cuenta. Es consistente con otros hallazgos. Los críticos de este estudio asumen que los transgénicos son seguros y derriban cualquier estudio que demuestre lo contrario. Es una posición ideológica, no de buenos científicos”.
Así que vuelva a respirar profundamente. Houllier tiene razón. Necesitamos más rigor, pero también más estudios. Y gritando contra cada científico que dice que los transgénicos no son la panacea que sus defensores dicen que es, no es la mejor manera de conseguirlo.
Tom Laskaway es fundador y director ejecutivo de Food & Environment Reporting Network y un escritor que contribuye en Grist, que trata temas de alimentación y política agrícola. Sus artículos también aparecen en The American Prospect, Slate, The New York Times y The New Republic
13/6/2013


domingo, 23 de junio de 2013

Los pueblos que se tragó el carbón



En los próximos dos años, sus habitantes tendrán que abandonar su tierra por la contaminación.
La noticia enloqueció de alegría al pueblo. Aquel 1995, recuerda ahora Flower Arias, hombre recio de piel negra, la gente salió de sus casas lista para celebrar el gran acontecimiento: a esta tierra, bendecida por la naturaleza, llegaba la multinacional estadounidense Drummond, una enorme compañía minera que, pensaban ellos, iba a contribuir con su presencia a arrancarlos del abandono que durante décadas había aquejado a este pueblo, habitado en un principio por negros bullangueros, una zona de esclavos libres que comenzaban una nueva vida lejos de la pesadilla de la tiranía. (Vea aquí infografía: Los pueblos que se tragó el carbón)
“Hasta cohetes lanzamos”, cuenta Flower esta tarde calurosa de mayo en la que no se mueve ni una hoja en Boquerón, vereda que habitan aproximadamente 1.000 personas y que depende del municipio de La Jagua de Ibirico, en el centro del Cesar. El sol lastima y el aire se siente pesado. Todo aquí va a velocidad de tortuga, una cámara lenta y eterna que desespera. “El murmullo iba de boca en boca y estábamos contentos porque pensábamos que tener cerca una mina era la solución a nuestros problemas”, continúa Flower. “Lo que no esperábamos era que la explotación de carbón acabara expulsándonos de esta tierra...”.(Vea también: La vida en tres municipios que tienen minas de carbón)
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Boquerón es la primera vereda que hay entre La Jagua de Ibirico y La Loma, corregimiento de El Paso al que también pertenecen Plan Bonito y el Hatillo. En el cinturón de 30 kilómetros que une La Jagua y La Loma se aglutina la explotación minera: hay siete proyectos y cinco empresas. Las minas que rodean a Boquerón, Plan Bonito y El Hatillo son Calenturitas, de Prodeco; Descanso Norte y Pribbenow, de Drummond, y El Hatillo y La Francia, de Colombian Natural Resources (CNR). A lado y lado de la carretera surgen, como evidencia del boom del carbón, enormes y repulsivos botaderos, montañas de desechos que va dejando la extracción del fósil y que confieren una atmósfera devastadora al paisaje.La concentración es tan alta, que la emisión de partículas en el aire ha llegado a alcanzar niveles de peligrosidad para la salud y supervivencia de las poblaciones aledañas. Esta situación llevó a que en el 2010 el Ministerio de Ambiente ordenara a Drummond, CNR, y Prodeco, filial colombiana de la multinacional suiza Glencore, reasentar a Boquerón y El Hatillo (debían haber salido de allí en el 2012) y Plan Bonito (en el 2011). Juntas, estas poblaciones suman unas 2.000 personas. Se trata de un procedimiento tan complejo como traumático y sin antecedentes en Colombia. Es la primera vez que se produce un reasentamiento (en últimas, un desplazamiento forzoso) por las críticas condiciones ambientales que ha generado la minería. A Boquerón, Plan Bonito y El Hatillo se los tragó el carbón. Literalmente.
Los estudios que miden las partículas en suspensión (todas las sustancias que se lanzan a la atmósfera) no dan margen a la esperanza. Para hacerse una idea: en El Hatillo, los niveles de partículas PM10 (menores o iguales a 10 micras) presentes en el aire superaron con creces en el 2010 la media anual recomendada: 60 microgramos por metro cúbico. Los medidores registraron hasta 87 en la época más seca del año. En Plan Bonito fue peor: l77 microgramos por metro cúbico. Esos elementos, tan ínfimos que llegan a tener un diámetro menor al de un cabello humano, son nefastos para la vida. La exposición permanente a altas concentraciones de PM10 está asociada a un aumento en la frecuencia de cáncer pulmonar, muertes prematuras, síntomas respiratorios severos e irritación de ojos y nariz. Las más pequeñas, PM2.5, se acumulan en el sistema respiratorio y causan disminución del funcionamiento pulmonar, según el más reciente informe del Sistema Especial de Vigilancia de Calidad del Aire (una red especializada de medidores), bajo supervisión de Corpocesar.
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“En Colombia la gente no dimensiona los efectos de la minería. Lo que tenemos por delante es un panorama dantesco. Apocalíptico”, sostiene Mauricio Cabrera Leal, geólogo y contralor delegado para el medioambiente. Su inquietud no es baladí. En el libro Minería en Colombia, fundamentos para superar el modelo extractivista que presentó recientemente la Contraloría y del que Cabrera es coautor, se hacen serios reparos a las consecuencias ambientales que está dejando en el país la explosión minera. El informe presenta datos descorazonadores. Por ejemplo: por cada tonelada de carbón que se extrae, se generan 10 de desechos. Entre 1990 y 2011 se exportaron desde la Guajira y el Cesar al menos 1.000 millones de toneladas de carbón. ¿Resultado? habría 10.000 millones de toneladas de escombros y residuos rocosos potencialmente contaminantes.
Pero hay más: las montañas de sobrantes que deja la piedra negra están formadas por sulfuros y otros elementos químicos que al exponerse a la superficie están sujetos a oxidación y, a la postre, acaban contaminando aguas y alterando los sistemas ecológicos. Cesar preocupa especialmente: según datos del catastro minero efectuado por el Ministerio de Minas a julio del 2012, que cita la Contraloría, el 10 por ciento del área de este departamento está titulado para la explotación del carbón y el 15 por ciento, más de 340.000 hectáreas, está solicitado para proyectos futuros.
“La calidad y la cantidad del agua es lo que más nos alarma. Se sabe que en los próximos años se va a producir una disminución de entre el 10 y el 30 por ciento de la precipitación en áreas como la Costa Atlántica que va a tener importantes efectos por el cambio climático. Eso, y el hecho de que en Colombia no existe ninguna legislación sobre el manejo de los desechos que produce la minería y que se conocen como pasivos ambientales. No hay obligación de destinar dinero para la recuperación de las zonas”, advierte Cabrera. Y va más allá: “es insólito e inaudito que haya que reasentar pueblos. A largo plazo la apuesta minera puede ser gravísima para Colombia”.
Ante este horizonte tan aterrador, la pregunta inevitable es: ¿Cómo hemos llegado a esto? “Porque ha habido gobiernos muy permisivos”, responde tajante Luz Helena Sarmiento, directora de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales Anla, el organismo encargado de conceder las licencias ambientales de los grandes proyectos de minería en el país.
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No es solo el carbón lo que sobrevuela como una maldición sobre estos pueblos del centro del Cesar. Maldita es, también, la suerte que han corrido sus habitantes por cuenta de la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares, así como sucesivas administraciones que han desviado los beneficios económicos que deja la actividad minera. Entre 2004 y 2011 este departamento recibió, solo por regalías del carbón, 1,95 billones de pesos, según datos de Ingeominas. Una danza de billetes que nunca se ha notado aquí. Desde 1998 La Jagua de Ibirico ha tenido seis alcaldes destituidos o encarcelados por escándalos de corrupción. Y en Becerril y El Paso ha habido casos similares. “La situación es lamentable; el haber sido zona roja también hizo que muchos contratos se concedieran a dedo por la presión de los grupos armados”, asegura María Clara Quintero, secretaria técnica del Comité de Seguimiento a las Regalías del Carbón, un organismo financiado por las empresas carboneras para hacer transparente la gestión de las utilidades económicas del auge minero.
Cuando les hablan de regalías, los habitantes de Boquerón, Plan Bonito y El Hatillo miran hacia otro lado. “El carbón solo nos ha traído desgracias”, dicen. La pobreza aquí es crónica. Aunque antes tenían medios de subsistencia: de la agricultura (los terrenos de los alrededores pertenecen a las multinacionales mineras y no se pueden cultivar), la ganadería (los finqueros vendieron sus propiedades a las empresas) y la pesca (los ríos han sido desviados, bajan llenos de lodo y escasea el pescado) que eran su modo de vida, ya no queda prácticamente nada. El pasado febrero, los habitantes de El Hatillo se declararon en emergencia alimentaria. Una comisión de la ONU que visitó la zona emitió en marzo un veredicto desgarrador sobre los tres pueblos desplazados por el carbón: el 17 por ciento de las familias no tiene ninguna forma de subsistencia (aquí lo que predomina es el rebusque) y se queja de que las empresas cada vez los contratan menos; el 46 por ciento de los hogares tuvo que recibir asistencia alimentaria en los últimos meses; un 15 por ciento depende completamente de la caridad para sobrevivir; el ingreso medio por familia es de $ 250.741 y el menú diario no pasa de harina, azúcares y aceites, lo que significa un contenido nutricional muy bajo. En otro estudio de la Secretaría de Salud del Cesar, del 2011, se determinó que el 50 por ciento de la población de El Hatillo padecía problemas respiratorios asociados, aparentemente, a la contaminación. Y otro dato: se comprobó que el agua no era apta para el consumo humano (la Alcaldía de El Paso entregó recientemente una planta de tratamiento).
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“Nunca imaginamos un drama así. Lo peor de todo es que no sabemos qué nos espera… Asumimos este destierro con una tristeza infinita”, dice Flower Arias con ese dejo pesaroso en la voz que no se le quitará en ningún momento de la conversación. Todo en estas veredas es lamento. Tristeza. Dolor. Una sensación de abandono. De impotencia. De indefensión. “Lo que no consiguieron los grupos armados lo lograron las multinacionales. No tengo palabras para describir lo que se siente tener que irme de mi pueblo. Yo nací aquí hace 35 años”, dice Yolima Parra, habitante de El Hatillo. “Me duele en el alma pero uno tiene que salir de Plan Bonito para salvar su vida”, asegura Orphanor Imbré, un hombre de 42 años que dice tener una hernia en la columna que se complicó después de trabajar en la mina Calenturitas. Ahora se busca la vida vendiendo aguacates.
En Plan Bonito, donde vive Imbré, sus habitantes se cansaron de esperar. Un reasentamiento infructuoso hace unos años hizo que tiraran la toalla.De esta vereda no quedará ni el nombre. Quizás el recuerdo de lo que un día fue. La cancha donde los pelaos jugaban al fútbol, la risa de las niñas que se bañaban en los ríos cercanos...Tan derrotados estaban, que cada una de las 86 familias que reconoció el censo (363 personas) decidió negociar una indemnización directa (cuyo monto se desconoce aún) y se largará por su cuenta allá donde consiga una vivienda.
El caso de Plan Bonito (el solo nombre ya resulta paradójico) “no es lo ideal”, dicen Renato Urresta y Mauricio Díaz, gerente y codirector de proyecto de Replan, la empresa canadiense que contrataron las multinacionales para llevar a cabo esta operación tras la resolución del 2010. Lo normal, explican, es que las comunidades se trasladen en grupo para que conserven su tejido social, para que hagan el duelo y para que reciban la asistencia psicológica que demanda un trauma como este. “Por nuestra experiencia sabemos que hay familias que al no estar acostumbradas a manejar grandes sumas de dinero pueden acabar en peores condiciones”, advierten.
Hay un hecho insólito que hace más complejo el reasentamiento. Lo lógico, como ocurre en otros países, es que este proceso se haga de manera preventiva antes de que se instalen las minas. No después, cuando el daño es mayor. Aun así, la compañía calcula que el capítulo de Plan Bonito estará cerrado antes de que finalice este año; El Hatillo, en el 2014, y Boquerón, el más atrasado, en el 2015. Después de los acuerdos previos (indemnizaciones, compensaciones, etc.), vendrá una etapa no menos difícil: la búsqueda de la tierra prometida que, en teoría, debería ser en una zona no muy lejana que sea fértil; en definitiva, que permita la subsistencia y que no esté contaminada. Tarea harto complicada teniendo en cuenta el mapa minero del Cesar. Una vez culminado el reasentamiento, la empresa ofrecerá un plan de acompañamiento de no más de tres años.
Mientras, la incertidumbre reina en Boquerón: “Ni siquiera tenemos la alternativa de decir ‘no me voy’. Aquí, la opción es ‘me van a sacar’. ¿Cómo vamos a vivir el desarraigo? ¿Dónde quedará el pueblo? ¿Y nuestras costumbres? ¿Las creencias? ¿Qué pasará con nuestros muertos?”, se pregunta, consternada, Lesvi Rivera.
Directora de la Anla
‘Esto no se puede repetir’
La geóloga Luz Helena Sarmiento Villamizar es la directora de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), el organismo que otorga las licencias ambientales de las grandes mineras que trabajan en el país.
¿Qué supone una medida como el reasentamiento?
Que los efectos de la contaminación son graves. El reasentamiento es lo último, hay que tomar otras medidas. Pero llega un momento en que ya no se puede. Es un punto de inflexión donde no hay retorno. Una situación como esta no se puede repetir en el país.
Es traumático...
Es un desarraigo, un desplazamiento forzado.
Persiste la sensación de que el país está cediendo mucho en la minería.
Yo negué ocho licencias hace año y medio en la zona. Íbamos a duplicar las regalías y dije que no. Desde el punto de vista nacional tenemos una autoridad fuerte que ha parado al que le tocaba.
¿Habrá sanciones?
Nosotros abrimos un proceso y estamos en plena investigación. Aún así, el reasentamiento sigue su marcha y entre más se demore, más grande será la sanción que impongamos a las empresas.
Si todo esto ocurre en la minería legal. ¿Qué se puede esperar de la ilegal?
Eso es devastador. Produce un dolor de país inmenso.
Lo que dice la empresa Drummond
De las tres empresas implicadas en el reasentamiento solo Drummond ofreció su versión. Prodeco y CNR remitieron a Replan, el operador encargado del procedimiento.
Drummond asegura que su compromiso es “ejecutar y cumplir la resolución” a pesar de que “ninguna de las poblaciones queda dentro de nuestros contratos de concesión ni de influencia directa”. La compañía niega que haya dilaciones, asegura que no planea expandirse en el área y reconoce que tiene reservas legales frente a la resolución, que considera injusta, por lo que ha acudido a una instancia judicial. Ello, sin embargo, “no interfiere en el reasentamiento”.
TATIANA ESCÁRRAGA
Enviada especial

martes, 18 de junio de 2013

Llamamiento de Yakarta

(Yakarta, el 14 de Junio de 2013)
Nosotros, la Vía Campesina, venimos a extender nuestro llamado urgente a tejer hilo a hilo la unidad a nivel global entre organizaciones del campo y la ciudad para participar activa, propositiva y decididamente en la construcción de una nueva sociedad, basada en la soberanía alimentaria, la justicia y la igualdad.
Nos encontramos aquí convocados por el espíritu de nuestros de nuestros amigos y líderes y todos aquellos cuyo coraje y compromiso con nuestras luchas nos inspiran. La Vía Campesina, un movimiento internacional campesino que reúne a más de 200 millones de organizaciones de campesinas y campesinos, pueblos indígenas, pescadoras, recolectoras, trabajadoras agrarias, y con la creatividad de las mujeres y el entusiasmo de nuestros jóvenes venimos de 183 organizaciones y 88 países. Estamos en Asia, hogar de la mayoría de campesinas y campesinos del mundo para festejar nuestros primeros veinte años de lucha.
Comenzamos nuestro camino en Mons (Bélgica) en el año 1993 y articulamos nuestra visión radical de la Soberanía Alimentaria en 1996 en Tlaxcala (México) en 1996 logrando reposicionar al campesinado, hombres y mujeres como actores sociales centrales en los procesos de resistencia a la agenda de comercio neoliberal y en la construcción de alternativas. Los pueblos de la tierra somos actores indispensables en la construcción, no sólo de un modelo de agricultura distinto, sino de un mundo justo, diverso e igualitario. Somos nosotras y nosotros los que alimentamos a la humanidad y cuidamos la naturaleza. Las generaciones futuras dependen de nosotros para el cuidado de la tierra.
Hoy más que nunca, otro mundo es urgente y necesario. La destrucción de nuestro mundo a través de la sobrexplotación y desposesión de los pueblos y la apropiación de los bienes naturales están produciendo la actual crisis climática y profundas desigualdades que amenazan a la humanidad en su conjunto y a la vida misma. La Vía Campesina dice un rotundo NO a esta destrucción impulsada por las corporaciones.
Nosotros estamos construyendo nuevas relaciones entre los seres humanos y con la naturaleza sobre la base la solidaridad, la cooperación y la complementariedad. En el corazón de nuestra lucha está en la formulación de una ética para la vida que atraviesa todas nuestras acciones y búsquedas. La Vía Campesina se ha comprometido a dar visibilidad a todas las luchas locales alrededor del mundo, asegurando que sean entendidas desde una perspectiva internacional y contribuye a involucrarlas en un gran movimiento global por la soberanía alimentaria, el cambio social y la autodeterminación de los pueblos del mundo.
Llamamos a todas nuestras organizaciones, a nuestros aliados y amigos, amigas, hermanas y hermanos en la lucha, y a todos aquellos comprometidos con un futuro mejor a continuar caminando juntos y juntas y a rechazar la agenda de la “Economía Verde” y a continuar construyendo la Soberanía Alimentaria.
Nuestras luchas:
1.- Soberanía Alimentaria Ya – Transformando el mundo
La Soberanía Alimentaria que es el eje central de la lucha por un proyecto de justicia social que hoy convoca a amplios sectores del campo y la ciudad. La soberanía alimentaria es el derecho fundamental de todos los pueblos, naciones y estados a controlar sus alimentos y sus sistemas alimentarios y a decidir sus políticas asegurando a cada uno alimentos de calidad, adecuados, accesibles, nutritivos y culturalmente apropiados. Ello incluye el derecho de los pueblos para definir sus formas de producción, uso e intercambio tanto a nivel local como internacional.
Durante las últimas dos décadas nuestra visión de la Soberanía Alimentaria ha inspirado a una generación de activistas comprometidos con el cambio social. Nuestra visión del mundo implica una revolución agrícola que significa profundas transformaciones agrícolas, socioeconómicas y políticas. La Soberanía Alimentaria ha enfatizando la importancia crucial de la producción local y sustentable, el respeto por los derechos humanos, precios justos para los alimentos y la agricultura, comercio justo entre países y la salvaguarda de nuestros bienes comunes contra la privatización.
Hoy estamos frente a la mayor crisis de nuestra historia y la misma es una crisis sistémica. Las crisis alimentaria, laboral, energética, económica, climática, ecológica, ética, social, política e institucional están llevando al colapso en muchas partes del mundo. En simultaneo la crisis energética se agudiza día a día frente al agotamiento de los combustibles fósiles y es enfrentada con falsas soluciones que van desde los agro-combustibles a la energía nuclear, la cual ha demostrado ser una de las peores amenazas para la vida sobre la tierra.
Rechazamos el capitalismo, que en este momento se caracteriza por un agresivo flujo del capital financiero y especulativo hacia la agricultura industrial, la tierra y la naturaleza. Esto ha generado un inmenso acaparamiento de tierras, la expulsión de campesinas y campesinos de su tierra, la destrucción de pueblos, comunidades, culturas y sus ecosistemas, creando migraciones y desempleo masivos. Esto genera masas de migrantes económicos y refugiados climáticos y desempleados, incrementando las inequidades existentes.
Las transnacionales en complicidad con los gobiernos y las instituciones internacionales están imponiendo bajo el pretexto de la Economía Verde, monocultivos de transgénicos, la megaminería, las grandes plantaciones forestales, la imposición de plantaciones de agrocombustibles, la construcción de grandes represas, el fracking y los oleoductos o la privatización de nuestros mares, ríos, lagos y nuestros bosques. La Soberanía Alimentaria arrebata el control sobre nuestros bienes comunes devolviéndolos a manos de las comunidades.
2.- La Agroecología es nuestra opción para el presente y para el futuro
La producción de alimentos basada en la agricultura campesina, el pastoralismo y la pesca artesanal sigue siendo la principal fuente de alimentos en el mundo. La agricultura campesina de base agroecológica constituye un sistema social y ecológico que está conformado por una gran diversidad de técnicas y tecnologías adaptadas a cada cultura y geografía. La agroecología elimina la dependencia de los agrotóxicos; rechaza la producción animal industrializada; utiliza energías renovables; permite garantizar alimentación sana y abundante; se basa en los conocimientos tradicionales y restaura la salud e integridad de la tierra. La producción de alimentos en el futuro estará basada en un creciente números de personas produciendo alimentos en forma diversa y resiliente.
La agroecología protege la biodiversidad y enfría el planeta. Nuestro modelo agrícola no solo puede alimentar a toda la humanidad sino que también es el camino para detener el avance de la crisis climática enfriando el planeta a través de la producción local en armonía con nuestros bosques, alimentando la biodiversidad y la reincorporación de la materia orgánica a sus ciclos naturales.
3.- Justicia social y climática y solidaridad
A medida que avanzamos y construimos a partir de nuestra diversidad cultural y geográfica, nuestro movimiento por la soberanía alimentaria se ve reforzado integrando la justicia y la igualdad social. Practicando la solidaridad por sobre la competencia, rechazamos el patriarcado, el racismo, el imperialismo y luchamos por sociedades democráticas y participativas, libres de explotación de las mujeres, los niños, los hombres o la naturaleza.
Demandamos justicia climática ya mismo. Quienes más sufren este caos climático y ecológico no son los que lo han provocado. Las falsas soluciones de la economía verde para continuar el crecimiento capitalista están empeorando la situación. Se crea una deuda ecológica y climática que debe ser corregida. Por esta razón demandamos la inmediata detención de los mecanismos de mercados de carbono, geoingeniería, REDD y los agrocombustibles.
Ratificamos la necesidad y nuestro compromiso de luchar en forma permanente contra las corporaciones transnacionales, actuando entre otras formas, boicoteando sus productos y rechazando cooperar con sus prácticas de explotación. Los Tratados de Libre Comercio y los acuerdos de inversión han creado condiciones de extrema vulnerabilidad e injusticias para millones. La implementación de estos tratados trae como resultado la violencia, la militarización y la criminalización de la resistencia. Otra consecuencia trágica de los mismos es la creación de una masa masiva de migrantes mal pagados, con trabajos inseguros e insalubres y con violaciones de sus derechos humanos y discriminación. La Vía Campesina ha logrado colocar los derechos de los campesinos y campesinas en la agenda del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU y llamamos a los gobiernos a ponerlos en práctica. Nuestra lucha por los derechos humanos está en el corazón de la solidaridad internacional e incluye los derechos y protección social de los agricultores migrantes y trabajadores de la alimentación.
Las luchas por el derecho a la tierra, a la alimentación, al trabajo digno, contra la destrucción de la naturaleza, son criminalizadas. Son cientos los compañeros y compañeras que han sido asesinados en los últimos años y otros muchos ven amenazadas sus vidas o son perseguidos y encarcelados, frecuentemente con el apoyo o la complicidad de las autoridades públicas.
4.- Un mundo sin violencia y discriminación contra las mujeres
Nuestra lucha es para construir una sociedad basada en la justicia, la igualdad y la paz. Exigimos el respeto de todos los derechos de las mujeres. Rechazando el sistema capitalista, patriarcal, la xenofobia, la homofobia y la discriminación basada en cuestiones raciales, étnicas, reafirmamos nuestro compromiso en lograr una igualdad total entre hombres y mujeres y hombres y sus derechos a una total igualdad. Esto requiere el fin de toda forma de violencia contra las mujeres doméstica, social e institucional tanto en las zonas rurales como en las zonas urbanas. Nuestra Campaña contra la Violencia hacia las Mujeres está en el corazón de nuestras luchas.
5.- Paz y desmilitarización
Vivimos un incremento de conflictos y guerras para la apropiación, proliferación de bases militares y criminalización de la resistencia. La violencia es intrínseca a este sistema capitalista mortal basado en la dominación, la explotación y el pillaje. Nosotros estamos comprometidos con el respeto, la dignidad y la paz.
Nos duele y nos honra los cientos de campesinas y campesinos que han sido amenazados, perseguidos, encarcelados, asesinados por sus luchas. Continuaremos exigiendo rendición de cuentas y castigo para quienes violan los derechos humanos y los derechos de la naturaleza. Demandamos también la liberación inmediata de todos los presos políticos.
6.- Tierra y territorios
Defendemos una Reforma Agraria Integral que ofrezca plenos derechos sobre la tierra, reconozca los derechos legales de los pueblos indígenas a sus territorios, garantice a las comunidades pesqueras el acceso y el control de las zonas y ecosistemas de pesca y reconozca el acceso y el control de las tierras y las rutas de migración de pastoreo. Esta es la única manera de asegurar un futuro para los jóvenes del campo.
La Reforma Agraria Integral, vista como una distribución masiva de tierras junto con el apoyo con recursos para la producción y el sustento, debe garantizar el acceso permanente a los jóvenes, las mujeres, los desempleados, los sin tierra, para complementar a las pequeñas fincas, a los desplazados y todos aquellos que estén dispuestos a participar en la producción a pequeña escala de alimentos agroecológicos. La tierra no es una mercancía. Deben reforzarse las leyes existentes y crear nuevas para protegernos de la especulación y un marco jurídico que impida la especulación con ellas y su acaparamiento. Continuaremos nuestra lucha en defensa de las tierras y los territorios.
7.- Semillas, bienes comunes y agua
Las semillas, el corazón de la Soberanía Alimentaria las enaltecemos con el principio Semillas Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad reafirmado hoy por cientos de organizaciones en todo el mundo. Nuestro desafío pasa hoy por seguir manteniendo a nuestras semillas vivas en manos de nuestras comunidades, por multiplicarlas en el marco de nuestros sistemas campesinos. Continuaremos la lucha contra su apropiación a través de diversas formas de propiedad intelectual y su destrucción por su manipulación genética y otras nuevas tecnologías. Nos oponemos a los paquetes tecnológicos que combinan transgénicos con el uso masivo de pesticidas.,
Seguimos hoy enfrentando la Leyes de semillas que de la mano de los intereses de las corporaciones son privatizadas y mercantilizadas. Seguimos enfrentando a los transgénicos y luchando por un mundo libre de transgénicos.
Los ciclos de la vida fluyen a través del agua y ella es una parte esencial de los ecosistemas y la vida. El agua es un bien común y como tal debe ser protegido.
Construyendo desde nuestras fortalezas:
Nuestra gran fortaleza es crear y mantener unidad en la diversidad. Nosotros tenemos una visión del mundo inclusiva, amplia, práctica, radical y esperanzada como invitación a unirnos en la transformación de nuestra sociedad y la protección de la Madre Tierra.
·         Las movilizaciones populares, la confrontación con los poderosos, la resistencia activa, el internacionalismo, el compromiso con los movimientos de base locales son esenciales para lograr cambios sociales efectivos.
·         En nuestra heroica lucha por la Soberanía Alimentaria continuaremos construyendo alianzas esenciales con los movimientos sociales tales como los trabajadores y organizaciones urbanas y de las periferias, con emigrantes, con quienes luchan contra la mega minería y las mega represas, entre otras. .
·         Nuestras principales herramientas son la formación, la educación y la comunicación. Estamos fomentando el intercambio de conocimientos acumulados hasta el presente con metodologías y contenidos de formación cultural, política e ideológica y técnica; multiplicando nuestras escuelas y experiencias de educación de nuestras bases y desarrollando nuestras herramientas de comunicación desde nuestras bases.
·         Nos comprometemos a crear espacios especiales para potenciar a nuestros jóvenes. Nuestra mayor esperanza hacia el futuro es la pasión, energía y compromiso de nuestros jóvenes articulada en los jóvenes de nuestro movimiento.
Nos vamos de esta VI Conferencia Internacional de la Vía Campesina dando la bienvenida a las nuevas organizaciones que se han integrado a la Vía Campesina, seguros de nuestras fortalezas y llenos de esperanzas con el futuro.
¡Por la tierra y la soberanía de nuestros pueblos! ¡Con solidaridad y lucha!

Fotos, videos y programas de radio: http://tv.viacampesina.org/spip.php...

lunes, 17 de junio de 2013

Sobre el cambio climático

El diario colombiano El Tiempo prendió la señal de máxima alerta. En su nota editorial del 17 de mayo señalaba cómo la humanidad había cruzado un umbral peligroso.

Un límite que nos pondría en extremo riesgo y que nunca se debió haber traspasado. De acuerdo con el medio capitalino, la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (Noaa), advertía acerca de que la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera habría alcanzado un nuevo récord en la historia de las mediciones: 400 partes por millón de moléculas, cifra que nos pondría ante un cambio climático de consecuencias impredecibles y, sobre todo, preocupante. Se trataría del nivel más alto desde hace tres millones de años.
Explica el editorial que, según la misma agencia norteamericana, arriesgarnos a superar incluso las 350 partes por millón ya representaba un riesgo. Habríamos estado jugando con fuego desde hace rato y era lógico que termináramos quemándonos. Ahora, entraría la especie humana a una ‘zona de peligro’ y lo haría con la certeza de que las cosas no van a cambiar a corto plazo. Por el contrario, ya se calcula que en un cuarto de siglo habrá 450 partes por millón de CO2 en la atmósfera. 
La causa de este sombrío panorama habría sido una sola: el uso incontrolado de petróleo, gas y carbón. Las tragedias -subraya el editorial- seguramente se reflejarán en naciones en desarrollo como Colombia -cada vez más sujetas a desplazamientos-, en calamidades por enfermedades relacionadas con la contaminación y por vivir en infraestructuras continuamente vulnerables y tardíamente adaptadas a nuevas inundaciones o sequías prolongadas, a lo que habría que sumar la pérdida de un tercio de la población de animales y de más de la mitad de las plantas en la tierra.
Concluye el editorialista que el principal obstáculo para afrontar el problema y atenuar las consecuencias de algo que ya es inevitable radica en que ni la gente ni quienes toman decisiones se sienten aún en riesgo.
No obstante la nota editorial se cuida de identificar plenamente a los verdaderos responsables de tan apocalíptica perspectiva. ¿Por qué no moverse hacia el uso de energías renovables cuyo potencial técnico, según expertos internacionales, bastaría para cubrir más de 10 veces las necesidades de la humanidad?
La verdadera razón radica en que para el capital transnacional los recursos fósiles siguen siendo más rentables dado que las reservas mundiales aún no explotadas de petróleo, carbón y gas figuran en el activo en el balance de las empresas multinacionales. 
El compromiso indisoluble de los gobiernos de las principales potencias y de algunos países “emergentes” con los intereses económicos del capital trasnacional, permite explicar a la ciudadanía mundial el fracaso de las cumbres convocadas precisamente para conjurar la amenaza del “cambio climático” extremo. Permite comprender, a su vez, tanto el lánguido resultado derivado del acuerdo de Kioto, no obstante sus limitados objetivos en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, como el estruendoso fracaso de las recientes cumbres de Copenhague, Cancún, Doha y Río+12.

Publicada por



RAMIRO GÁLVEZ ALDANA

Diario El Nuevo Dìa Ibaguè
Junio 17 de 2013

Perú Convocatoria a una movilización popular en la ciudad de Cajamarca

Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca


PRONUNCIAMIENTO
El Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, se dirige a todas las organizaciones sociales, ambientalistas, ciudadanos y pueblo en general para manifestar lo siguiente:
  1. Que, ante el avance de las empresas mineras nacionales y transnacionales para depredar, saquear y contaminar el medio ambiente y nuestros recursos naturales, es necesario ampliar y profundizar la organización popular tanto en el campo como en la ciudad.
  2.  Que, Minera Yanacocha, contando con el aval y la complicidad de Ollanta Humala y el Ministro de Energía y Minas, ha recibido carta blanca para continuar con las operaciones mineras en la zona de Conga, poniendo en peligro el ecosistema altoandino y especialmente la Laguna El Perol.
  3. Que, como parte del proceso de resistencia pacífica, es necesario y pertinente desarrollar un proceso de lucha por etapas, concentrando la lucha en lugares estratégicos del campo y la ciudad, de tal forma que recibamos la adhesión de todos los cajamarquinos que defienden el agua y la vida.
  4. Que, reconocemos el rol desempeñado por los guardianes de las lagunas y valoramos la actitud firme de las rondas campesinas de la zona en conflicto en el campo, así como la actitud firme de todos los pueblos ambientalistas.
Por lo expuesto: Acordamos
  1. Convocar a una movilización popular en la ciudad de Cajamarca, como parte del proceso de resistencia, el día lunes 17 de Junio del presente, cuya concentración se realizará en la Plaza de Armas frente a la Iglesia San Francisco a partir de las 9 am.
  2. Ratificar nuestro compromiso de lucha en defensa del agua, la vida y el medio ambiente, así como proponemos la centralización y coordinación de las medidas de lucha a partir de la iniciativa de los hermanos campesinos de Sorochuco, Huasmin y comunidades afectadas.
  3. Luchar contra todas empresas mineras y sus proyectos mineros que amenazan nuestra vida, nuestro medio ambiente, como son la Empresa Sulliden Shahuindo, Lumina Copper, Newmont - Yanacocha, Gold Fields, Estrella Gold Corporation, Coimolache, etc.
¡Conga no va, va el pueblo organizado!
¡Defendamos las lagunas altoandinas de Cajamarca!