lunes, 27 de abril de 2009

Minería de oro ¿un panorama opaco?

año 2008 empezó con la noticia de que Colombia podría convertirse en el nuevo gran exportador de oro debido al hallazgo de 13 millones de onzas del metal precioso en Cajamarca,Tolima, según cifras de AngloGold Ashanti (AGA), la compañía minera sudafricana que haría la explotación.
Un panorama alentador se vislumbró para el país y el brillo del oro se pudo ver hasta en el rostro del propio presidente Uribe, que anunció la buena nueva con bombos y platillos.
No obstante, casi 20 meses después del anuncio, el proyecto está sumido en la incertidumbre. Cortolima y el Ministerio de Ambiente suspendieron la exploración (que se inició en enero del 2007) debido a que las perforaciones y trabajos se estaban haciendo en zona de reserva forestal.
Algo que, pese a la envergadura del yacimiento, no resulta extraño. Al menos una decena de títulos mineros en santuarios de fauna y flora o zonas de reserva en todo el país han sido otorgados por el Ingeominas. Y lo que es peor, lo mismo ha ocurrido con autoridades ambientales, que han concedido en esas mismas zonas las llamadas guías de exploración.
Y si bien es cierto que para muchos ambientalistas la parálisis de la exploración en Cajamarca es una buena noticia, puede no serlo tanto si se tiene en cuenta que la mayoría de esas tierras ya han sido convertidas por campesinos y terratenientes en potreros para siembra y ganado.
Lo que debería preocupar es la forma en que se adelantaría una eventual exploración. El oro está tan profundo que casi tendrían que quitarle una montaña a la Cordillera Central y ‘moler’ la roca y echar cianuro, una amenaza mortal para la cuenca, y por ende, para el agua de unos nueve municipios aledaños.
Se sabe que la mina será a cielo abierto y la Procuraduría Ambiental ha advertido que el sedimento generado y la pérdida de la capa vegetal son otras amenazas. Además, cuenta la preocupación de si el agua alcanzará para la mina y para las actividades agropecuarias cercanas, de las que viven unas dos mil 400 familias. Para la Procuraduría, los impactos de la explotación serán tan devastadores, que "debería negarse la exploración".
A eso se suma la renuncia del ministro de Ambiente, Juan Lozano, que pese a la vehemencia con la que defendió los recursos naturales por encima de la extracción del oro, dejó el cargo sin definir si decretaba o no la sustracción de la reserva forestal. Decretarla es lo que le permitiría a AGA reanudar los trabajos.
Al momento de la suspensión, AngloGold ya había hecho la prospección geológica de la zona, tomando muestras del suelo y del agua, y llevaba casi un año de exploración, haciendo un total de 74 perforaciones.
Para Gloria Lucía Álvarez, ex directora de CAR y asesora ambiental de AGA, la empresa tenía perfectamente claro que estaba operando dentro de una reserva forestal. "Pero es que, en este caso específico, el Ministerio ya se había pronunciado. Había dicho que la etapa de exploración era compatible con la reserva y que no había que hacer sustracciones. Cambiaron los conceptos y cambiaron la interpretación de la norma. Hay muchos proyectos mineros dentro de los límites (de reservas forestales) sin sustracción. ¿Por qué? Porque las autoridades no lo exigían. Porque no sabían. Y si no lo sabían las autoridades", menos lo sabían los mineros", recalca la consultora.
Y mientras la exploración está en pausa, el debate no. Ya se abrió la caja de Pandora y las comunidades locales, el sector ambiental y las bolsas internacionales están esperando respuestas. ¿Se podrá concluir la exploración? ¿Cómo va a diseñarse la explotación? ¿Cómo se van a compensar los impactos ambientales que ella genere? ¿Cómo asegurar que el resultado del proceso no sea un socavón que agote ríos y quebradas y acumule frustraciones de los habitantes de la región?
El pasado 20 de febrero se hizo una audiencia pública sobre el tema en Cajamarca. Allí la compañía y otras voces pusieron sus cartas sobre la mesa, aunque no todos los grupos vieron la audiencia como un buen mecanismo de discusión. "Aquí no se tienen que convocar audiencias... Eso lo único que logra es poner a pelear a la comunidad de Cajamarca, cuando esta es una decisión que debe tomar el ministro de Ambiente", comentó Evelio Campos, de la ONG Ecotierra.
Ya el ex procurador Edgardo Maya había pedido públicamente que se negara la solicitud, con el argumento de que la zona es esencial para la conservación del recurso hídrico y de la biodiversidad.
El ministro de Ambiente encargado, Miguel Peñaloza, parece más flexible hacia el sí. En su primera semana como ministro (e), mandó a revisar el caso, prohibió a su viceministra Claudia Mora comentar el tema con los periodistas y se reunió con AGA. No debería sorprender que Peñaloza dé luz verde a la exploración, debido a su experiencia en temas de crecimiento económico, como alto consejero para la competitividad.
Además está la postura del ministro de Minas, Hernán Martínez Torres, que como es de esperarse criticó la decisión de Lozano de frenar la exploración."(El Ministro) hizo una interpretación demasiado rigurosa. Para hacer exploración no se necesita licencia ambiental", dijo en su momento. "A la vuelta de cinco años Colombia debería ser un exportador importante de oro", agregó.
Si se diera permiso para terminar la exploración, la compañía tendría aún que obtener la licencia ambiental que le permita la explotación de la mina. Faltan estudios técnicos, económicos y socioambientales de prefactibilidad y factibilidad. Además, un estudio de impacto ambiental, una evaluación de impactos del proyecto y un Plan de Manejo Ambiental (PMA), en el que se deben especificar las compensaciones.
Después del frenazo en La Colosa, lo seguro es que la compañía esté lista para disputar como le toque para asegurar su futuro en Colombia. Falta ver si las comunidades y el sector ambiental defienden sus posiciones con la misma fuerza.

"La empresa siente una doble injusticia"
EI hombre que tiene a su cargo el mayor hallazgo aurífero en América Latina desde los años 80 nunca había trabajado en minería antes. Él es Rafael Herz, ahora presidente de AngloGold Ashanti en Colombia, y habla con impaciencia sobre la decisión del ex ministro Juan Lozano de frenar la exploración. “AngloGold inicia su programa de exploración en 2003, en un momento en que otras empresas no estaban dispuestas a apostarle a Colombia por temas de seguridad. La empresa siente una doble injusticia. Es pionera en el tema de exploración en el país e invierte recursos importantes; unos 140 millones de dólares”, dice.
Esa afirmación, sin embargo, es para muchos en el mundo de los negocios una manipulación, pues no hay recursos de inversión en los mercados internacionales que no busquen rentabilidad con riesgos inherentes.
De hecho, antes del 2003, existían inversiones extranjeras que superaban dicho monto.
La voz de Herz está libre de la rabia con la que en cambio sí habla su homólogo de la empresa minera Olami Colombia, que calificó de “caprichosa” la decisión del Minambiente. “Existe una inestabilidad jurídica y las empresas extranjeras se han dado cuenta de que este país no es serio y no cumple”, dijo.
El tono de Herz en cambio es tranquilo. Se limita a enunciar sus objeciones a la reforma tramitada al Código Minero, que aumentaría la factibilidad de que las autoridades declaren la zona protegida. Con respecto a La Colosa, repite que AGA está apostándole a Colombia a largo plazo, que cumplirá con los trámites legales, que tiene el mejor equipo en el país en asuntos socioambientales y que comprará bonos permanentes por varias veces lo que podrían valer los daños de la mina.
A juzgar por la ocupada agenda de Herz, AGA no espera nada distinto a una luz verde. La frustración del presidente de la compañía es que mientras que la explotación no arranque, la compañía no tiene cómo mejorar su reputación: “Cuando tú no estás allí, es difícil que alguien te crea”, dice. La estrategia pública de Herz es enfocarse en la etapa - actual buscar la sustracción de la reserva forestal para terminar la fase de exploración- y evitar las preguntas sobre lo que seguirá.- ¿Qué puede decir el presidente sobre los efectos ambientales de la mina en fase de explotación? “Muy poco, porque lo que se está adelantando es precisamente un estudio que permite eso. En este momento, yo mismo hago esas preguntas internamente y me dan 17 alternativas, que es lo mismo que decir que no tenemos idea de cómo lo vamos a hacer”.

ONG holandesa hace seguimiento
Además del tire y afloje entre AngloGold Ashanti y el Gobierno nacional, la empresa minera sudafricana debe vérselas con la reconocida ONG holandesa Pax Christi, que se especializa en temas de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario y hace presencia en Cajamarca desde hace cinco años, apoyando proyectos de fortalecimiento de democracia local y veeduría.
La ONG intercedió por las comunidades ante el gigante del oro y ante el Gobierno nacional, y ya hay resultados. El primero, y quizá el más importante, la firma de los Principios Voluntarios, una guía internacional en la que las compañías se comprometen a garantizar el respeto por los derechos humanos y libertades fundamentales en las zonas donde operan.
AGA ya firmó ese documento en el Congreso Internacional sobre el tema, que tuvo lugar hace unas semanas en Oslo (Noruega).
Lo otro, es haber traído a Colombia al experto norteamericano y PhD Robert Moran para informar a la comunidad sobre la minería abierta, los posibles impactos a largo plazo y las formas de monitoreo.
A partir de los foros organizados por Pax Christi, se identificó la necesidad de contar con un estudio independiente de línea base en materia ambiental, seguridad y derechos humanos. Lo que pretenden sus promotores es evaluar los desarrollos de estas materias a partir de una valoración independiente que se realice antes de cualquier intervención. Tal solicitud fue formulada por la ONG holandesa al Ministerio de Ambiente.

miércoles, 22 de abril de 2009

Anglogold dejó la silla vacía en la Asamblea

Como una situación irrespetuosa y amañada calificó el diputado del Tolima Mauricio Alvarado, el aplazamiento que por tercera vez solicitaron las directivas de la multinacional Anglogold Ashanti, al debate que para abordar el proyecto minero de La Colosa tenía previsto desarrollarse ayer en la duma seccional.

De acuerdo con el asambleísta, esto se ha convertido en un juego de estrategia al que la multinacional ya está acostumbrada.
"Llaman por teléfono al presidente de la Asamblea, Plinio Valencia, y anuncian que les es imposible asistir por cuestiones de agenda y circunstancias personales. Originalmente el debate se había programado para el 27 de abril, pero fueron ellos mismos quienes llamaron afanados, el lunes en la tarde a pedir que se adelantara. Entonces aparecen luego a decir que tampoco les es posible", manifestó Mauricio Alvarado.
El diputado consideró igualmente desacertado el que se fijara como nueva fecha para la convocatoria, el miércoles 29 de abril, día en que también está citado el debate nacional en la plenaria de la Cámara de Representantes.

Confusión
El integrante del órgano político regional calificó como curioso el que en ninguna de las citaciones anteriores, la compañía Anglogold hubiera mostrado interés porque en el debate participaran entes del orden nacional u oficial que tienen que ver con el tema, pero ahora que se fija fecha para el mismo día del debate nacional también decidan convocarlas para causar confusión.

"Ahora sí es muy importante invitar a los mismos entes convocados al debate a nivel nacional en el Congreso de la República, ahora sí le parece importante al señor Presidente de la Asamblea invitar a Cortolima, a los entes que tienen que ver y que tienen responsabilidad no sé con qué fin, si poner entre la espada y la pared a estos entes para ver si deciden asistir al debate que se va a hacer en Bogotá o el de la Asamblea del Tolima.
"Esto realmente no es bueno y me suena más a una estrategia perturbadora para tratar de entorpecer el debate nacional o distraerlo, pero esto no va a suceder porque el debate nacional tiene su connotación, allí se van a pronunciar la Procuraduría General de la Nación, Cortolima y otros órganos que tienen que ver con el tema y cuentan con sustento y argumentos", sostuvo Mauricio Alvarado, al indicar que se asumirá el debate como han querido hacerlo Anglogold y el Presidente de la Corporación.


Estrategia
Al considerar que no sabe si es temor, argucias o estrategias de distracción a lo que pretende jugar la multinacional minera, el diputado Alvarado aseveró que "de todas maneras Anglogold nunca ha jugado de manera transparente y así vamos a demostrarlo en nuestra intervención".
"Ellos siempre han jugado con mentiras, diciendo una cosa y haciendo otra, tratando de mostrar sólo la versión que ellos quieren y de distraer las cosas, entonces me parece que esto es una estrategia, pero a nosotros no nos van a vencer, ni a derrotar con estrategias, vamos a seguir presentando con la verdad los argumentos técnicos, jurídicos, sociales y económicos que representa este tema y sí hay que hacer debate en Bogotá y en la Asamblea del Tolima, al mismo tiempo no tendremos el don de la ubicuidad, pero lo vamos a hacer", anotó.

¿Fuera de lugar?
EL NUEVO DÍA consultó al presidente de la Asamblea del Tolima, Plinio Valencia, sobre las razones dadas por las directivas de la firma minera para pedir el aplazamiento del debate a lo cual éste respondió que se debió a la imposibilidad de que se hiciera presente el Presidente de la compañía.
Al consultársele el por qué de la nueva citación, el mismo día del debate nacional, Valencia se demostró extrañado y dijo no tener conocimiento de ello por lo que pidió 10 minutos para consultar. Sin embargo, nunca devolvió la llamada.
IBAGUÉ

jueves, 16 de abril de 2009

Anglogold sigue ‘seduciendo’ a diputados

La multinacional minera Anglogold Ashanti, interesada en la licencia de exploración y explotación de la mina de La Colosa de Cajamarca, llevará hoy a los honorables diputados del departamento, a conocer el proyecto, pero a diferencia de visitas anteriores, las directivas de la firma decidieron no aceptar el acompañamiento de la prensa.
Por medio de un comunicado de prensa Anglogold anunció que por cuestiones logísticas no se convocó a los medios de comunicación lo que genera suspicacia, teniendo en cuenta que en días pasados los asambleístas fueron citados también a un almuerzo en la sala de juntas del Gobernador del Tolima.
Además, al parecer, cínicamente la minera aseguró que la persona encargada del área de comunicaciones de la multinacional enviará las fotos, videos y notas periodísticas de esta visita, pero se presume que será el material que Anglogold considere conveniente y positivo para su proyecto.

Los servidores públicos serán recogidos en el hotel Ambalá hacia las 7 de la mañana y regresarán después del almuerzo que les ofrecerán.

Alvarado se negó a visitar el proyecto
El diputado de Cambio Radical, Mauricio Alvarado, en diálogo con EL NUEVO DÍA aseguró que formalmente le solicitó a la firma el acompañamiento de su jefe de prensa, un camarógrafo y un ingeniero forestal con el propósito de registrar la realidad del proyecto de exploración, pero la multinacional se negó a aceptar esta petición manifestando que no contaban con el suficiente transporte y refrigerios para su equipo.
"Hice la solicitud para efectuar unos registros fotográficos, de video y un análisis técnico de un ingeniero forestal para hacer una visita detallada y un reconocimiento personal para no conocer simplemente lo que ellos han querido mostrar. Nuestro deseo no es traer al exterior lo que ellos han querido mostrar porque van a entregar un video, fotografías y unos documentos, pero creo que para eso no hay necesidad de ir hasta la mina", precisó el asambleísta.
Adicionalmente, Alvarado expresó su preocupación por la negativa de Anglogold y aseguró que no conocer el verdadero motivo de esta decisión. "No sé por qué no quieren abrirnos las puertas, por qué no permiten el acceso de otras personas, entonces, francamente que para ir a dar una vuelta a la montaña y hacer una caminata sin sentido y querer dejar ver solo lo que ellos quieren mostrar, pues no voy porque considero que no es necesaria ni importante mi presencia", enfatizó.

¿Justificación ridícula?
El diputado Mauricio Alvarado más sorprendido quedó al conocer la justificación de la empresa minera, pues le indicaron que no era suficiente el transporte que van a ofrecer ni los refrigerios.
"Yo les dije que podía llevar mi carro y pago por mi cuenta sin ningún problema la alimentación de mi equipo y me respondieron que mejor se programaba una visita en otra oportunidad. Además, conozco el caso de periodistas a quienes le han negado la visita. Lo que creo es que ellos han querido siempre inducir un criterio diferente a lo que se está previendo que va a pasar con la mina. Creo que se entiende que desean generar una opinión sobre la información que solo ellos suministran y lo que quieren dejar ver", indicó.
Para el Diputado, este tipo de actitudes generan sospechas sobre lo que está sucediendo y no quieren dejar ver. "Ellos han dicho que los efectos de la exploración son reversibles y no causarán ningún daño ni impacto ambiental. Pero si eso es así, ¿cuál es el temor de dejar que la gente vaya a ‘explorar’ lo que está pasando?. Eso confirma en cierta forma lo que nosotros hemos venido diciendo que de pronto pueden hacer cosas que podrían confirmar la versión de los daños ambientales", concluyó el diputado Alvarado, evidentemente, molesto.

EL NUEVO DÍA se comunicó en dos oportunidades con la directora de Proyectos, Pilar Jiménez, y funcionarios de la firma asesora de comunicaciones Portex, para solicitar autorización al acompañamiento en la visita de los diputados, pero se negaron rotundamente.

La jefe de proyectos esgrimió múltiples argumentos para no acceder a dicha solicitud. Aseguró que no contaban con los cascos y botas necesarias para el personal de este medio, posteriormente, manifestó que el transporte no era suficiente y por último indicó que no contaban con la logística para el grupo de visitantes mayor al número de diputados.

Por ALMA LILIANA SÁNCHEZ
EL NUEVO DÍA

martes, 14 de abril de 2009

Controversia. Editorial Nuevo Día. Lunes 13 de Abril 2009

El pasado martes en el programa de opinión El Radar de Caracol Televisión fue entrevistado por Paola Ochoa el director de Ingeominas, Mario Ballesteros Mejía.

La entrevista en mención fue la contraparte de otra realizada sobre el tema de la mina de oro de La Colosa en Cajamarca al entonces ministro del Medio Ambiente Juan Lozano Ramírez.

Las encontradas posiciones tienen que ver con la licencia de exploración concedida por Ingeominas a la minera surafricana Anglogold Ashanti para explorar en la zona de reserva forestal de Cajamarca para conocer la calidad y cantidad del yacimiento aurífero que se presume existe en la región.

El argumento del hoy ex ministro estriba en el hecho de que existen ciertos elementos inmodificables e inamovibles en el caso en comento, como son las zonas de reserva forestal y las fuentes de agua cuya preservación e inviolabilidad no admiten discusión; más cuando en el caso de Cajamarca son la fuente del agua de la que se surte todo el plan del Tolima para el consumo humano y la producción agrícola de Chicoral, Espinal, Flandes y Guamo.

En tanto, el director de Ingeominas aduce que los permisos de exploración fueron concedidos bajo los parámetros del código minero y que su despacho no se puede oponer "al progreso" y la explotación de la riqueza" del país.

Mientras Lozano fue énfatico en la defensa del Medio Ambiente, Ballesteros apareció dubitativo y patinó varias veces mientras la entrevistadora lo acorralaba.

Eso sí quedó bien claro que Ballesteros no es geólogo ni accedió a la posición por su experiencia en el sector (algunos dicen que sabe de explotación de carbón a cielo abierto).

La controversia entre funcionario y ex funcionario obliga a formular de nuevo un par de inquietudes expresadas en estas mismas páginas con ocasión de la audiencia pública de Cajamarca: la primera, si existe un sistema de explotación aurífera que no dañe el medio ambiente y en qué parte del mundo funciona; la segunda, contrastar el valor de uso del agua contra el valor de uso del oro. Absueltas las dos preguntas puede continuar el debate.

miércoles, 8 de abril de 2009

Minería de oro en países tropicales

MARTES 07 DE ABRIL DE 2009 00:00
EL NUEVO DÍA

El oro no aparece de la nada, ni obedece a la casualidad sino que requiere de características geológicas particulares tales como zonas de choque de placas tectónicas.
Principalmente los yacimientos de oro se presentan en asociación con rocas volcánicas, por ello se busca el oro en las cordilleras o mesetas.
Estas mismas rocas, además, tienen una gran capacidad para almacenar y transmitir agua. En regiones tropicales, debido a las lluvias y a las rocas volcánicas se forman acuíferos subterráneos, de gran valor estratégico, ya que son una fuente de agua segura para las comunidades. Además, por el clima tropical, suelos volcánicos de alta fertilidad y buenas condiciones para la vida, se desarrolla una gran biodiversidad. Así, sus montañas, de exuberantes bosques y alta biodiversidad, representan un gran tesoro de vida.
La minería de oro (‘a cielo abierto’ o subterránea) y otra minería que utilice sustancias químicas, entra en conflicto con las condiciones naturales de biodiversidad, suelos fértiles, agua superficial y acuíferos, debido a que impacta de forma irreversible esos recursos para extraer el oro.
El artículo de la publicación del mes de diciembre de National Geographic, titulado "Oro: El costo humano de una obsesión" es de interés meritorio. Globalmente, el oro se usa principalmente en joyería. En segundo lugar se utiliza en la electrónica y para fines dentales. En tercer lugar, para fondos de inversión, como lingotes y monedas. Actividad esta última que se encuentra en franco crecimiento.
Es sabido que el oro es un recurso que se agota. "Los depósitos más ricos del planeta se agotan rápidamente y cada vez es más difícil hallar nuevas vetas" señala el artículo, y agrega que "casi todo el oro que falta por explotar yace enterrado en minúsculas cantidades en aislados y frágiles rincones del planeta. Es una invitación a la destrucción". Sobre los impactos ambientales, el artículo recalca un tema muy importante para todos los que tenemos interés en el futuro y el desarrollo sostenible de nuestros países. Se indica: "Del otro lado de la balanza se encuentran las descomunales minas a cielo abierto explotadas por las compañías más grandes del mundo […] Aunque ciertamente crean empleos y llevan tecnologías y desarrollo a lugares muy apartados, estas operaciones generan más desperdicio por onza que las de cualquier otro metal […] Aquí, obtener apenas una onza de oro (cantidad suficiente para producir un anillo de matrimonio) obliga a extraer más de 250 toneladas de roca y mineral".
En los países tropicales, los daños ambientales que se producen son altamente significativos y la mitigación de los mismos, aunque parcial, es muy costosa, además de su vulnerabilidad ambiental, se agrava por vulnerabilidades relacionadas con una legislación minera obsoleta y no armonizada con la escueta legislación ambiental sumada a la escasa capacidad de control y prevención del daño ambiental por parte de las autoridades.
Ante este panorama es necesario analizar seriamente si la estrategia de abrirse, sin condiciones, a la minería de oro para explotar los yacimientos presentes en nuestros países es una decisión acertada en este momento. El artículo antes citado señala que las grandes empresas mineras del mundo, se desplazan hacia las regiones tropicales debido a "los beneficios de operar en los países en desarrollo, menores costos, rendimientos más altos y menos reglamentos".
Por: Allan Astorga G.

martes, 7 de abril de 2009

En vigilia por el Tapón del Darién. EL ESPECTADOR

LOS ARGUMENTOS UTILIZADOS POR EL presidente Álvaro Uribe durante la Conferencia Anual de Ejecutivos de Empresa, en Panamá, para incentivar la apertura del Tapón del Darién, no son suficientes para emprender una obra con tan altos costos humanos y ambientales. Una obra que, se dice, beneficiaría a los colombianos, cuando lo cierto es que, en su manera de omitir por completo el bienestar de las comunidades indígenas y afro que habitan la zona, en su poco interés por las especificidades y deseos de la región, es abiertamente colonialista.
Antioquia, se sabe, llevó a la práctica la construcción de la carretera al mar por la que tanto luchó durante la primera mitad del siglo XX. Permitir que se extienda, suponer que el anhelado progreso y desarrollo llegarán a la selva de la mano de su construcción, no es otra cosa que replicar un modelo de expansión regional invasivo y violador de los más elementales derechos constitucionales de los pueblos que habitan el Tapón del Darién y sus alrededores.
Nadie se opone a que se haga la carretera Panamericana, a que el sueño de un continente americano que une Prudhoe Bay, en Alaska, con Ushuaia, en Tierra del Fuego, se concrete y puedan las personas y sus mercancías circular. Así se quiso en 1923 y más de 27 mil kilómetros de vías lo comprueban. Pero esta no es razón suficiente para arremeter contra un pulmón ambiental, reconocido mundialmente por su biodiversidad, sin el debido cuidado de las comunidades indígenas y afro que habrían de ser desplazadas; sin la garantía, de cualquier manera difícil de conseguir, de que el equilibrio ambiental de la zona no se verá afectado.
Ya son varias las voces de denuncia, incluso antes de que se inicie la errática pavimentación del Tapón del Darién, que alertan frente a los estragos ocasionados por la expansión de la carretera. Quizá el ejemplo más diciente, la prueba fehaciente de que el modelo de desarrollo impuesto casi que a la fuerza no es pensado para la población local, lo constituye la presencia de ganado en donde antes había selva: una zona húmeda que le es hostil y le genera hongos. ¿Para eso, pues, forzamos el desplazamiento de las comunidades? El desarrollo en sí mismo, en abstracto y sin relación con su entorno, el desarrollo cifrado en megaproyectos y meras ganancias económicas, no es un objetivo que todos compartamos.
Con todo, el presidente Uribe insiste en que el comercio con Panamá se incrementará, los “bandidos y delincuentes” no podrán hacerse dueños de los caminos que transitan y, contrario a lo que indican antropólogos, biólogos y defensores del medio ambiente, si no se abre el Tapón del Darién “correremos el riesgo de que los depredadores lo destruyan y pasado mañana, cuando las nuevas generaciones vayan por esa carretera, ya no encuentren recursos ambientales”.
A manera de respuesta, bien podría decirse que la integración económica con Panamá no depende de la carretera y que, a la fecha, los resultados son satisfactorios. Que los caminos empleados por los delincuentes, los canales de navegación utilizados para transportar la coca, tan antiguos como el Chocó mismo, además de posibles escondrijos son la muestra de que una carretera es innecesaria y de que el departamento ofrece oportunidades de comunicación, acordes con su naturaleza, que bien valdría la pena considerar. Por último, y aunque parezca obvio, es justo recordar que quienes habitan la zona no son depredadores y que, a diferencia de creencias occidentales aparentemente más civilizadas, es la sabiduría de las comunidades indígenas y afro la que ha permitido la sostenibilidad y el buen cuidado de la reserva ambiental.
Por lo demás, Panamá no comparte el interés por la carretera. Diversos sectores han hecho explícito que abrir el Tapón del Darién no es una opción, que se debe respetar el espacio de las comunidades indígenas y que, aunque a los colombianos nos incomode, no desean tumbar la frontera natural que evita que el conflicto interno y las oleadas de migración forzada penetren al vecino país. Imponer el proyecto, ya no sólo acá sino a los propios panameños, no es muy amistoso en términos diplomáticos.